Betiana Manglus: La mujer que desafía prejuicios y cosecha éxito en La Pampa
En el corazón de La Pampa, Argentina, donde la vastedad de los campos de trigo y maíz se extiende hasta el horizonte, una mujer desafía las convenciones y lidera una operación agrícola de proporciones impresionantes. Betiana Manglus, junto a su pareja Darío, cosecha anualmente 7.500 hectáreas, una cifra que habla de su dedicación, resiliencia y una filosofía de vida inquebrantable: “Me da lo mismo lo que digan”. Esta historia no es solo sobre agricultura; es sobre romper barreras de género en un sector tradicionalmente dominado por hombres, sobre construir un futuro para una familia numerosa y sobre la pasión por la tierra que corre por sus venas. Acompáñenos a descubrir la trayectoria de Betiana, una productora y contratista que ha convertido los prejuicios en combustible para el éxito.
El Desafío de la Producción Agrícola en La Pampa
La provincia de La Pampa es un pilar fundamental de la producción agrícola argentina, conocida por su rica tierra fértil y su clima propicio para el cultivo de cereales, oleaginosas y forraje. Sin embargo, la actividad agrícola no está exenta de desafíos. Las fluctuaciones del mercado internacional, los costos de los insumos, las condiciones climáticas adversas y la escasez de mano de obra calificada son solo algunos de los obstáculos que enfrentan los productores. En este contexto, la innovación, la eficiencia y la capacidad de adaptación son cruciales para garantizar la rentabilidad y la sostenibilidad de las explotaciones agrícolas. La historia de Betiana y Darío es un ejemplo de cómo superar estos desafíos a través del trabajo en equipo, la inversión en tecnología y una visión estratégica a largo plazo.
La región de Guatraché, donde se encuentra la operación de los Manglus, se caracteriza por su predominio de campos extensos dedicados a la producción de trigo, maíz, soja y girasol. La contratación de servicios de cosecha es una práctica común, ya que permite a los productores acceder a maquinaria de última generación y a personal capacitado sin tener que realizar una inversión significativa. Betiana y Darío se han posicionado como líderes en este mercado, ofreciendo un servicio de alta calidad y una atención personalizada a sus clientes. Su éxito se basa en la confianza que han logrado construir a lo largo de los años, gracias a su profesionalismo, su compromiso y su capacidad para cumplir con los plazos establecidos.
De la Casilla al Asiento de la Cosechadora: El Comienzo de una Trayectoria
El camino de Betiana hacia la dirección de una operación agrícola de gran escala no fue fácil. Inicialmente, su rol se limitaba a tareas de apoyo logístico, como la gestión de la casilla, el suministro de combustible y la coordinación de los equipos. Sin embargo, su espíritu emprendedor y su deseo de aprender la impulsaron a desafiar las expectativas y a involucrarse directamente en la cosecha. “Darío manejaba la cosechadora, había un tractorista y yo me encargaba de todo lo demás”, recuerda Betiana. Pero pronto se dio cuenta de que podía hacer más, y comenzó a capacitarse para operar la maquinaria.
La decisión de adquirir una cosechadora pequeña fue un punto de inflexión en su historia. Los años difíciles que atravesaba el país los obligaron a buscar alternativas para reducir costos y aumentar su eficiencia. La compra de la cosechadora les permitió independizarse de los contratistas externos y controlar directamente el proceso de cosecha. Sin embargo, también implicó un gran desafío financiero, ya que debían hacer frente a las cuotas de la maquinaria con recursos limitados. Para superar este obstáculo, decidieron expandir su área de operación y ofrecer sus servicios a otros productores de la región.
La transición de Betiana de la casilla al asiento de la cosechadora fue gradual pero constante. Al principio, se limitaba a acompañar a Darío y a aprender de su experiencia. Pero con el tiempo, adquirió las habilidades y la confianza necesarias para operar la maquinaria por sí misma. “Enseguida me subí a la cosechadora y comenzamos a recolectar la misma cantidad de hectáreas”, afirma con orgullo. Su determinación y su capacidad de aprendizaje le permitieron superar los prejuicios y demostrar su valía como operadora de maquinaria agrícola.
Una Familia, un Equipo: La Clave del Éxito
La historia de Betiana y Darío no es solo una historia de éxito empresarial; es también una historia de familia. Sus seis hijos han crecido en el campo, aprendiendo desde pequeños los valores del trabajo duro, la responsabilidad y el respeto por la tierra. Los niños participan activamente en la operación agrícola, colaborando en diversas tareas y aprendiendo sobre el funcionamiento de la maquinaria. Esta dinámica familiar fortalece los lazos afectivos y fomenta el espíritu de equipo.
La participación de los hijos en la operación agrícola no solo contribuye a la eficiencia del trabajo, sino que también les brinda una valiosa experiencia educativa. Los niños aprenden sobre agronomía, mecánica, administración y gestión de recursos humanos, habilidades que les serán útiles en el futuro, independientemente de la carrera que elijan seguir. Además, el contacto con la naturaleza y el trabajo en el campo les inculcan valores como la perseverancia, la paciencia y la humildad.
Betiana y Darío se esfuerzan por conciliar la exigencia del trabajo agrícola con la crianza de sus hijos. Saben que la familia es lo más importante, y dedican tiempo a compartir momentos de calidad con sus hijos, a apoyarlos en sus estudios y a fomentar sus intereses. Esta armonía entre el trabajo y la vida familiar es un factor clave para su bienestar y su felicidad.
Tecnología y Eficiencia: La Inversión en el Futuro
La operación de cosecha de Betiana y Darío se caracteriza por su alto nivel de tecnificación. Han invertido en maquinaria de última generación, como la cosechadora LEXION 740, que les permite optimizar el rendimiento y reducir las pérdidas de grano. Además, utilizan sistemas de gestión agrícola que les permiten monitorear el estado de los cultivos, controlar los costos y tomar decisiones informadas.
La adopción de nuevas tecnologías no solo mejora la eficiencia de la operación, sino que también contribuye a la sostenibilidad ambiental. La cosechadora LEXION 740 está equipada con sistemas que reducen el consumo de combustible y las emisiones de gases contaminantes. Además, Betiana y Darío implementan prácticas agrícolas que promueven la conservación del suelo y el agua, como la siembra directa y la rotación de cultivos.
La inversión en tecnología es una apuesta al futuro. Betiana y Darío están convencidos de que la innovación es fundamental para mantener la competitividad y garantizar la rentabilidad de su negocio. Por eso, están constantemente buscando nuevas herramientas y técnicas que les permitan mejorar sus procesos y ofrecer un servicio de mayor calidad a sus clientes.
Rompiendo Prejuicios: Una Mujer al Frente
La historia de Betiana Manglus es un ejemplo de empoderamiento femenino en un sector tradicionalmente dominado por hombres. Su trayectoria demuestra que las mujeres pueden desempeñar un papel fundamental en la producción agrícola, aportando su talento, su liderazgo y su visión innovadora. Sin embargo, Betiana ha tenido que enfrentar prejuicios y estereotipos de género a lo largo de su carrera.
“Me da lo mismo lo que digan”, repite Betiana con firmeza. Esta frase resume su filosofía de vida: no dejarse influenciar por las opiniones negativas de los demás y seguir adelante con determinación y confianza en sí misma. Betiana ha demostrado que las mujeres pueden ser tan competentes como los hombres en la operación de maquinaria agrícola, en la gestión de negocios y en la toma de decisiones estratégicas.
Su éxito ha inspirado a otras mujeres de la región a desafiar las convenciones y a perseguir sus sueños en el ámbito agrícola. Betiana se ha convertido en un modelo a seguir para las nuevas generaciones de mujeres agricultoras, demostrando que no hay límites para lo que se puede lograr con trabajo duro, dedicación y pasión por la tierra.
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