Boiero espera estabilidad en el dólar y ajuste en los precios.
El presidente de Cámara de Armadores de Pesqueros y Congeladores de la Argentina (CAPeCA), Eduardo Boiero, ha estado presente en la Seafood Expo Global 2024 en España, acompañando a las empresas del sector. En esta feria de renombre mundial, las empresas argentinas tienen la oportunidad de obtener una visión detallada de cómo se encuentran posicionados en los mercados. Boiero destacó la importancia de este evento en un año complicado, marcado por desafíos tanto a nivel internacional como local.
Desafíos del sector pesquero argentino
En medio de una campaña de calamar y con la próxima temporada de langostino en el horizonte, el presidente de CAPECA reconoce la complejidad del panorama actual. Los mercados internacionales y los precios fluctuantes, sumados a la situación económica interna de Argentina, generan incertidumbre en el sector pesquero.
Ordenando la macro y la microeconomía
Boiero destaca la importancia de que se ordene la macroeconomía, pero también señala la necesidad de enfocarse en la microeconomía, especialmente en el funcionamiento del Consejo Federal Pesquero. La planificación de retomar reuniones en mayo es un paso clave para el sector.
Es fundamental que se ordene la macroeconomía, pero ahora debemos trabajar en la microeconomía y asegurar el funcionamiento del Consejo Federal Pesquero.
Eduardo Boiero, presidente de CAPECA
Impacto del tipo de cambio en el sector exportador
El análisis del tipo de cambio y su relación con los costos del sector exportador es crucial. Boiero señala que, si bien el tipo de cambio real se mantiene estable, los costos continúan aumentando, lo que representa un desafío para la competitividad de las empresas pesqueras.
Expectativas para la temporada de langostino
Las proyecciones para la temporada de langostino son alentadoras en cuanto a capturas, pero la incertidumbre radica en la capacidad de los costos argentinos para sostener la actividad pesquera. Boiero advierte sobre la similitud con el complicado año 2020, donde la flota congeladora enfrentó dificultades debido a la falta de rentabilidad.
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