CAI: 23 Años del Ascenso Histórico a Argentino A – Revive la Gloria Azurro
El 19 de mayo de 2002, Comodoro Rivadavia fue testigo de una noche mágica. Una noche que grabó a fuego el nombre de Comisión de Actividades Infantiles (CAI) en la historia del fútbol argentino. El empate 1-1 contra Ben Hur de Rafaela, con el gol de José Tabares, no fue solo un resultado; fue la confirmación de un ascenso largamente soñado, la culminación de un esfuerzo colectivo y el inicio de una nueva era para el club. A 23 años de ese hito, el recuerdo sigue vivo en el corazón de cada aficionado, reviviendo la emoción y el orgullo de ver a su equipo alcanzar la gloria. Este artículo se sumerge en los detalles de aquella campaña histórica, analizando el contexto, los protagonistas, los momentos clave y el impacto que tuvo este ascenso en la ciudad y en la institución.
El Torneo Argentino A y el Camino Hacia el Hexagonal Final
El Torneo Argentino A, en aquel entonces, representaba una exigente etapa de transición para los clubes que aspiraban a regresar a las divisiones superiores del fútbol argentino. CAI, tras años de trajín en categorías inferiores, había logrado construir un equipo competitivo, con una mezcla de jugadores experimentados y jóvenes promesas. La regularidad a lo largo de la temporada permitió al equipo comodorense acceder al Hexagonal Final, una fase crucial donde se definiría el campeón y el equipo que ascendería al Nacional B. El hexagonal era un formato desafiante, donde cada partido tenía un peso significativo y la presión era constante. CAI se enfrentó a rivales de la talla de Ben Hur de Rafaela, Juventud de San Luis, 13 de Junio de Pirané, Deportivo Maipú y Gimnasia y Esgrima de Jujuy, todos con la misma ambición: el ascenso.
La campaña de CAI en el Hexagonal Final fue notable, caracterizada por un juego sólido, una defensa impenetrable y un ataque efectivo. El equipo supo aprovechar las fortalezas de cada jugador y se convirtió en un conjunto difícil de vencer. La localía se convirtió en un factor determinante, con el Estadio Municipal de Km 3 transformado en una verdadera fortaleza, donde el apoyo incondicional de la hinchada impulsaba al equipo a dar lo mejor de sí. La victoria en los partidos de local y la capacidad de sumar puntos como visitante fueron claves para asegurar el primer puesto en la tabla de posiciones.
La Noche del Ascenso: CAI 1 – Ben Hur 1
La fecha del 19 de mayo de 2002 quedará grabada para siempre en la memoria de los hinchas de CAI. El Estadio Municipal de Km 3 estaba repleto, con miles de personas que se acercaron a alentar al equipo en lo que podía ser la noche más importante de su historia. El rival era Ben Hur de Rafaela, un equipo complicado que también tenía aspiraciones de ascenso. El partido comenzó con un ritmo intenso, con ambos equipos buscando imponer sus condiciones. La tensión era palpable en cada jugada, en cada disputa por la pelota. El primer tiempo finalizó con un empate sin goles, dejando la incertidumbre sobre lo que ocurriría en la segunda etapa.
En el segundo tiempo, la emoción llegó con el gol de José Tabares, que desató la locura en las tribunas. El delantero, figura clave del equipo, se convirtió en el héroe de la noche al poner a CAI en ventaja. Sin embargo, la alegría duró poco, ya que Ben Hur empató el partido poco después, complicando las chances de ascenso. A pesar del empate, la noticia de que Juventud de San Luis, el principal perseguidor de CAI, había empatado su partido ante 13 de Junio de Pirané, selló el destino del equipo comodorense. El silbato final marcó el final del partido y el inicio de la fiesta. Los jugadores, el cuerpo técnico y los hinchas se fundieron en un abrazo colectivo, celebrando el ascenso histórico.
El Once Inicial y los Protagonistas de la Gloria
El equipo que saltó a la cancha aquella noche estaba compuesto por jugadores que se entregaron al máximo por la camiseta de CAI. Alejandro Luna en el arco, Miguel Kosciuk, Carlos Amado, Gustavo Caamaño y Leonardo Herrera en la defensa, Darío Aguilera, Germán Cáceres, César Domínguez y Gabriel Bustos en el mediocampo, y Claudio Lemes y José Tabares en el ataque. Cada uno de ellos cumplió un rol fundamental en la conquista del ascenso. La solidez defensiva, la creatividad en el mediocampo y la efectividad en el ataque fueron las características principales del equipo.
Marcelo Fuentes, el director técnico, fue el artífice de este logro. Su capacidad para armar un equipo competitivo, su estrategia y su liderazgo fueron claves para llevar a CAI al ascenso. Orlando Portalau, su ayudante, también desempeñó un papel importante en la planificación y ejecución de los entrenamientos. Los jugadores que estuvieron en el banco de suplentes, como Bonetti, Carlos Alves, Jorge Aynol, Martín Subiabre y Franco Asencio, también contribuyeron al éxito del equipo, aportando su granito de arena en cada entrenamiento y en cada partido.
José Tabares: El Goleador y el Héroe de la Noche
José Tabares fue la figura más destacada de la temporada, con 19 goles convertidos. Su olfato goleador, su velocidad y su habilidad para desequilibrar fueron fundamentales para el éxito de CAI. El gol que convirtió ante Ben Hur de Rafaela, en la noche del ascenso, lo consagró como el héroe de la noche y lo convirtió en un ídolo para la hinchada. Tabares no solo era un goleador, sino también un jugador comprometido con el equipo, que siempre se esforzó al máximo por lograr los objetivos.
Su historia con CAI es un ejemplo de superación y dedicación. Llegó al club en un momento difícil y, con su talento y esfuerzo, se convirtió en el líder del ataque. Su gol ante Ben Hur no solo significó el ascenso, sino también la confirmación de su calidad como jugador y su lugar en la historia del club. Tabares es recordado con cariño y admiración por todos los hinchas de CAI, que lo consideran un símbolo de la institución.
El Impacto del Ascenso en Comodoro Rivadavia
El ascenso de CAI al Nacional B generó una gran alegría en la ciudad de Comodoro Rivadavia. La noticia se propagó rápidamente y la ciudad se convirtió en una fiesta. Los hinchas salieron a las calles a celebrar, con cánticos, banderas y aliento incondicional. El ascenso de CAI fue un motivo de orgullo para toda la comunidad, que vio en este logro una muestra del potencial deportivo de la ciudad.
El impacto del ascenso trascendió lo deportivo y se reflejó en la economía local. El aumento de la afluencia de público a los partidos generó un movimiento comercial importante en la ciudad. Además, el ascenso de CAI puso a Comodoro Rivadavia en el mapa del fútbol argentino, atrayendo la atención de medios y aficionados de todo el país. El ascenso de CAI fue un evento que unió a la comunidad y fortaleció el sentido de pertenencia a la ciudad.
El Legado de Aquel Ascenso
El ascenso de CAI al Nacional B en 2002 dejó un legado imborrable en la historia del club y de la ciudad. El ejemplo de aquel equipo, que luchó con garra y determinación para alcanzar la gloria, sigue inspirando a las nuevas generaciones de jugadores y aficionados. El ascenso demostró que con esfuerzo, trabajo en equipo y pasión se pueden lograr grandes cosas. El legado de aquel ascenso se manifiesta en el orgullo de ser hincha de CAI y en la esperanza de volver a vivir momentos similares.
La recordación de este hito, a través de videos y publicaciones en redes sociales, como la realizada por la Comisión de Actividades Infantiles, mantiene viva la llama de la emoción y el orgullo. El ascenso de CAI es un recordatorio de que el fútbol puede ser una fuente de alegría, de unión y de esperanza. Es un ejemplo de que los sueños se pueden hacer realidad si se trabaja duro y se cree en uno mismo.
Artículos relacionados