Cambio climático alarga levemente los días en la Tierra
El hielo que se derrite está cambiando el eje de la Tierra, alargando los días
La influencia del cambio climático sobre la rotación de la Tierra
La pérdida de masas de hielo en Groenlandia y la Antártida, impulsada por el cambio climático, está provocando cambios sutiles en el eje de rotación de la Tierra y alargando ligeramente los días. Este fenómeno, conocido como "bamboleo polar", surge del desplazamiento de masas desde las regiones polares hacia el ecuador.
La disminución de las capas de hielo y los glaciares da como resultado un flujo de agua hacia latitudes más bajas, lo que altera la distribución de la masa en la superficie de la Tierra. Este cambio en la distribución de la masa afecta la velocidad de rotación del planeta, según el principio de conservación del momento angular.
Según los estudios, la pérdida de hielo ha contribuido a alargar los días en unos pocos milisegundos en relación con los 86.400 segundos actuales. Si bien este cambio es pequeño, es una indicación del impacto del cambio climático en los procesos físicos fundamentales de la Tierra.
El principio de conservación del momento angular
El momento angular, una magnitud física que describe la cantidad de rotación de un objeto, se conserva en un sistema cerrado. En el caso de la Tierra, el sistema cerrado está definido por su masa y su velocidad de rotación.
Cuando la distribución de la masa cambia, como ocurre con la pérdida de hielo en las regiones polares, la velocidad de rotación debe ajustarse para mantener constante el momento angular total. Esto significa que si la masa se aleja del eje de rotación, como en el caso de la pérdida de hielo, la velocidad de rotación disminuye, alargando ligeramente los días.
Los cambios en la rotación de la Tierra, aunque sutiles, deben tenerse en cuenta en aplicaciones de navegación espacial y cronometría precisas. Incluso pequeñas desviaciones en la velocidad de rotación pueden acumularse en desviaciones significativas en distancias astronómicas.
Por ejemplo, al enviar una sonda espacial a otro planeta, una ligera desviación en la rotación de la Tierra puede traducirse en un error de aterrizaje de cientos de metros. Por lo tanto, los científicos deben considerar estos efectos al planificar misiones espaciales y sistemas de cronometría de alta precisión.
"El cambio climático no solo afecta nuestro clima, sino también los procesos físicos fundamentales de nuestro planeta, como su rotación".
Benedikt Soja, investigador de la ETH
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