Caza Furtiva en Chubut: Descubren Camioneta con 42 Guanacos y Allanamientos Revelan Más Delitos
La vasta estepa patagónica, conocida por su belleza agreste y su rica biodiversidad, se ha visto sacudida por una serie de operativos policiales que revelan una preocupante realidad: la caza furtiva a gran escala. En las últimas semanas, la Policía del Chubut ha desmantelado una red de cazadores ilegales, descubriendo un macabro cargamento de 42 guanacos y, posteriormente, ampliando la investigación a actividades relacionadas con el abigeato y la posesión ilegal de armas. Este artículo profundiza en los detalles de estos operativos, analizando las implicaciones para la fauna autóctona, las leyes de protección animal y los desafíos que enfrentan las autoridades para combatir este tipo de delitos en una región tan extensa y de difícil acceso.
El Descubrimiento Inicial: 42 Guanacos Cazados Ilegalmente
El punto de partida de esta investigación se remonta a un aviso anónimo recibido por la División Seguridad Rural de la Policía del Chubut. La información alertaba sobre posibles actividades de caza furtiva en la Ruta 3, cerca de la intersección con el camino a Punta Tombo, un área conocida por su alta concentración de guanacos. Actuando sobre esta denuncia, los agentes interceptaron una camioneta Volkswagen de color negro que transportaba un cargamento impactante: los cuerpos de 42 guanacos cazados ilegalmente. La magnitud del hallazgo era alarmante, evidenciando una operación de caza a gran escala.
La inspección de la carga reveló la sistematicidad del accionar de los cazadores. No solo se encontraron los cuerpos completos de los animales, sino también 84 lomos, 84 paletas y 84 cuartos, lo que sugiere un procesamiento inicial de la carne en el lugar de la caza. Este tipo de despiece, realizado fuera de los mataderos autorizados, es una práctica común en la caza furtiva, ya que facilita el transporte y la comercialización ilegal de la carne. El Departamento de Fauna Silvestre fue notificado de inmediato, confirmando que la captura y posesión de estos especímenes constituía una presunta infracción a las leyes de protección de la fauna provincial.
La legislación provincial, al igual que la nacional, protege al guanaco como especie silvestre, estableciendo regulaciones estrictas para su caza, que solo está permitida en casos excepcionales y bajo un estricto control. La caza furtiva, además de causar un daño irreparable a la población de guanacos, representa una amenaza para el equilibrio ecológico de la región. El guanaco es un herbívoro clave en el ecosistema patagónico, y su desaparición podría tener consecuencias negativas para otras especies y para la salud del ambiente.
Ampliación de la Investigación: Allanamientos y Secuestro de Armas
El descubrimiento de los 42 guanacos no fue el final de la investigación, sino el inicio de una operación más amplia que involucró a la División de Seguridad Rural El Maitén, la División de Investigaciones Rurales y la comisaría de esa localidad. En un operativo conjunto, se llevaron a cabo dos allanamientos en la zona de El Pedregoso, en Epuyén, con el objetivo de identificar a los responsables de la caza furtiva y desmantelar la red delictiva. Los resultados de estos allanamientos fueron significativos.
Durante los procedimientos, se identificó a un grupo de personas sospechosas de estar involucradas en la caza ilegal. Además, se secuestraron armas de fuego de distintos calibres, municiones, teléfonos celulares y una cantidad considerable de dinero en efectivo. La posesión de armas sin la debida autorización y el dinero en efectivo sin justificación son indicios de actividades ilícitas, lo que refuerza la sospecha de que se trata de una organización criminal dedicada a la caza furtiva y, posiblemente, a otros delitos relacionados.
El operativo también reveló la existencia de otras infracciones a la ley XI N° 10, que protege la fauna autóctona. Se encontró un trozo de cráneo con cornamentas de ciervo de 12 puntas, lo que indica que los cazadores también se dedicaban a la caza ilegal de esta especie protegida. La caza del ciervo, al igual que la del guanaco, está regulada por la legislación provincial y nacional, y su captura sin autorización es considerada un delito.
El Abigeato y el Hallazgo de Bovinos Ocultos
La investigación no se limitó a la caza furtiva. Durante los allanamientos y los recorridos por la zona, se descubrió evidencia de actividades relacionadas con el abigeato, el delito de robo de ganado. Se localizó un bovino atado y con bozal, oculto en la zona boscosa a 800 metros de las viviendas. Este hallazgo sugiere que los sospechosos no solo se dedicaban a la caza ilegal, sino también al robo de animales para su posterior comercialización.
El ocultamiento del bovino en un lugar remoto y boscoso indica que los delincuentes intentaban evitar ser detectados por las autoridades y por los propietarios del ganado. El uso de un bozal y de ataduras refuerza la idea de que se trataba de un robo premeditado y cuidadosamente planificado. El abigeato es un delito que causa graves perjuicios económicos a los productores ganaderos y que afecta la seguridad rural en la región.
El exhaustivo recorrido a caballo realizado por el predio permitió a los agentes policiales recolectar otros elementos probatorios que podrían ser utilizados para identificar a los responsables de los delitos y para reconstruir la secuencia de los hechos. La colaboración entre las diferentes divisiones de la Policía del Chubut fue fundamental para el éxito de la operación, demostrando la importancia del trabajo en equipo para combatir la delincuencia rural.
Desafíos en la Lucha Contra la Caza Furtiva en la Patagonia
La Patagonia, con su inmensidad territorial y su escasa población, presenta desafíos únicos para la lucha contra la caza furtiva y otros delitos rurales. La extensión de la región dificulta el patrullaje y el control de las actividades ilegales, mientras que la falta de recursos humanos y materiales limita la capacidad de las autoridades para responder de manera efectiva a las denuncias.
La caza furtiva en la Patagonia no solo afecta a la fauna autóctona, sino que también tiene consecuencias negativas para el turismo y para la economía local. La región es un destino popular para los amantes de la naturaleza y la aventura, y la presencia de cazadores ilegales puede ahuyentar a los turistas y dañar la imagen de la Patagonia como un lugar seguro y conservado.
Para combatir eficazmente la caza furtiva, es necesario fortalecer la presencia policial en la región, aumentar los recursos destinados a la protección de la fauna silvestre y promover la colaboración entre las autoridades, los propietarios de tierras y las organizaciones ambientalistas. También es fundamental concienciar a la población sobre la importancia de proteger la biodiversidad y de denunciar cualquier actividad ilegal.
La implementación de tecnologías avanzadas, como drones y cámaras de vigilancia, podría ser una herramienta útil para monitorear las áreas más vulnerables y detectar la presencia de cazadores ilegales. Además, es importante mejorar la legislación y endurecer las penas para los delitos contra la fauna silvestre, con el fin de disuadir a los delincuentes y garantizar que sean castigados de manera ejemplar.
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