Chubut: Reflotan el Buque Abandonado Sagrado Corazón Tras 9 Años de Riesgo Ambiental y Navegación
Durante casi una década, el buque pesquero Sagrado Corazón ha sido una silenciosa advertencia en el río Chubut, un recordatorio tangible de la desidia y los obstáculos burocráticos. Hundido en el canal de navegación, no solo representó un peligro constante para la actividad portuaria y la seguridad marítima, sino también una amenaza latente para el delicado ecosistema fluvial. Ahora, tras años de intentos fallidos y una persistente gestión provincial, se anuncia su inminente reflotamiento. Este artículo explora la historia del Sagrado Corazón, los desafíos superados para lograr su extracción y el significado de este logro para la provincia de Chubut y su futuro desarrollo.
- El Naufragio y sus Consecuencias Inmediatas
- Nueve Años de Desidia: Un Monumento al Abandono
- El Giro Provincial: Una Nueva Estrategia y Determinación
- La Autorización Definitiva y el Inicio del Salvamento
- Impacto Operativo y Ambiental: Beneficios a Largo Plazo
- Un Ejemplo de Gestión y Voluntad Política
El Naufragio y sus Consecuencias Inmediatas
En 2016, una desafortunada maniobra condujo al escoramiento del Sagrado Corazón en la boca del río Chubut, cerca de la Prefectura Naval Argentina. El barco, de bandera argentina, quedó varado, iniciando un largo proceso de deterioro y abandono. La quiebra de sus propietarios complicó aún más la situación, dejando al navío a la deriva legal y física. El hundimiento inmediato generó preocupación por la seguridad de la navegación, ya que el pecio obstruía parcialmente el canal. Además, la potencial contaminación por combustibles y otros materiales a bordo planteaba un riesgo ambiental significativo.
Los primeros intentos de salvamento, impulsados por diferentes administraciones provinciales, se vieron frustrados por la complejidad de los trámites legales y la falta de recursos. El Sagrado Corazón se convirtió en un símbolo de la ineficacia burocrática, un obstáculo visible para el desarrollo portuario y una fuente constante de inquietud para la comunidad local. El barco, lentamente corroído por el agua salada y la falta de mantenimiento, se transformó en un peligroso arrecife sumergido.
Nueve Años de Desidia: Un Monumento al Abandono
Durante nueve años, el Sagrado Corazón permaneció hundido, convirtiéndose en un monumento a la desidia y la incapacidad del Estado para resolver un problema evidente. Su presencia constante en el río Chubut obstaculizaba las tareas de dragado, esenciales para mantener la navegabilidad del canal. La imposibilidad de remover el barco limitaba el acceso a la dársena, afectando la actividad comercial y pesquera de la región. El deterioro progresivo del casco amenazaba con liberar sustancias contaminantes al agua, poniendo en riesgo la flora y fauna acuática.
La situación generó frustración y críticas por parte de los pescadores, empresarios y vecinos de la zona. El barco abandonado se convirtió en un recordatorio constante de la falta de soluciones a problemas concretos. A pesar de las reiteradas solicitudes y promesas, la extracción del Sagrado Corazón parecía una tarea imposible, atrapada en un laberinto de trámites burocráticos y falta de voluntad política. La inacción prolongada alimentó la desconfianza en las instituciones y la sensación de abandono en la comunidad.
El Giro Provincial: Una Nueva Estrategia y Determinación
La asunción del gobernador Ignacio Torres marcó un punto de inflexión en la historia del Sagrado Corazón. Con una clara instrucción a su secretario de Pesca, Andrés Arbeletche, se inició una intensa campaña para lograr la remoción del buque. La estrategia se centró en agilizar los trámites legales, coordinar acciones con la Prefectura Naval Argentina y las autoridades nacionales competentes, y demostrar la urgencia de la situación. La determinación del gobierno provincial se tradujo en un esfuerzo coordinado y persistente para superar los obstáculos burocráticos.
La directora de Puertos de Explotación Directa, Gisela Silva, jugó un papel fundamental en este proceso. Junto a Arbeletche, se presentaron ante todos los juzgados donde existían medidas cautelares que impedían la remoción del barco, obteniendo las autorizaciones necesarias y completando todos los trámites requeridos por la Prefectura Naval Argentina. Este trabajo meticuloso y constante insumió más de un año y cientos de presentaciones, demostrando el compromiso del equipo provincial con la solución del problema.
La Autorización Definitiva y el Inicio del Salvamento
El 4 de julio del corriente año, la Prefectura Naval Argentina finalmente extendió la autorización definitiva a la Secretaría de Pesca del Chubut para remover el buque hundido. Esta decisión, formalizada a través de la Disposición DISFC-2025-906-APN-PNA#MSG, marcó el inicio de la etapa final del proyecto. La autorización se basa en el Artículo Nº 389 de la Ley Nº 20.094 de Navegación, que establece la obligación de remover obstáculos y peligros para la navegación, así como proteger el medio ambiente.
Las tareas de salvamento, que comenzarán en los próximos días, involucrarán a empresas especializadas en este tipo de operaciones. Se utilizarán equipos de buceo, grúas flotantes y otras tecnologías para extraer el Sagrado Corazón del lecho del río y trasladarlo a un lugar seguro para su desguace o reacondicionamiento. El operativo se realizará bajo estrictas medidas de seguridad y control ambiental, para minimizar el impacto sobre el ecosistema fluvial. La Prefectura Naval Argentina supervisará de cerca las tareas, garantizando el cumplimiento de las normativas vigentes.
Impacto Operativo y Ambiental: Beneficios a Largo Plazo
El reflotamiento del Sagrado Corazón tendrá un impacto positivo significativo en la actividad portuaria y el desarrollo económico de la región. La remoción del pecio permitirá mejorar la navegabilidad del canal, facilitando el acceso a la dársena para buques de mayor tamaño. Esto impulsará el comercio exterior, la actividad pesquera y el turismo náutico. La eliminación del obstáculo también permitirá realizar tareas de dragado de manera más eficiente, manteniendo la profundidad adecuada para la navegación.
Desde el punto de vista ambiental, la extracción del barco evitará la liberación de sustancias contaminantes al agua, protegiendo la flora y fauna acuática. La remoción del casco corroído eliminará un peligro potencial para los buzos y otros usuarios del río. El proyecto también contempla la gestión adecuada de los residuos generados durante el salvamento, minimizando el impacto ambiental. La recuperación del río Chubut contribuirá a mejorar la calidad de vida de la comunidad local y a preservar el patrimonio natural de la región.
Un Ejemplo de Gestión y Voluntad Política
El caso del Sagrado Corazón es un ejemplo de cómo la gestión eficiente y la voluntad política pueden superar obstáculos aparentemente insuperables. La determinación del gobierno provincial, la coordinación con las autoridades nacionales y el compromiso de los funcionarios involucrados fueron clave para lograr la autorización definitiva y el inicio del salvamento. Este logro demuestra que, cuando se trabaja en conjunto y se priorizan las necesidades de la comunidad, se pueden obtener resultados concretos.
La experiencia del Sagrado Corazón también sirve como lección para el futuro. Es fundamental agilizar los trámites burocráticos, mejorar la coordinación entre las diferentes instituciones y fortalecer la capacidad de respuesta del Estado ante situaciones de emergencia. La prevención de futuros naufragios y la gestión adecuada de los riesgos ambientales son esenciales para garantizar la seguridad de la navegación y la protección del medio ambiente. El reflotamiento del Sagrado Corazón marca el inicio de una nueva etapa para el río Chubut, una etapa de desarrollo, progreso y sostenibilidad.
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