Código de Buenas Prácticas: la desconocida solución para bajar hipotecas para casados y divorciados
Código de Buenas Prácticas (CBP): Una opción para aliviar cargas hipotecarias
Existen opciones poco conocidas que pueden proporcionar alivio a deudores hipotecarios en situaciones extremas. El Código de Buenas Prácticas (CBP) es una de ellas, que permite suspender o reestructurar préstamos hipotecarios para evitar la ejecución hipotecaria.
¿Quiénes pueden acogerse al CBP?
El CBP está disponible para personas con deudas hipotecarias que se encuentran en situaciones de dificultad económica o vulnerabilidad. Se consideran ingresos personales anuales y circunstancias especiales (pérdida de empleo, enfermedad) para determinar la elegibilidad.
Cómo ayuda el CBP a deudores hipotecarios
El CBP ofrece diversas medidas para ayudar a los deudores:
- Suspensión temporal del pago de la hipoteca
- Reestructuración del préstamo para reducir cuotas
- Dación en pago (entrega de la vivienda a cambio de saldar la deuda)
El CBP y los matrimonios casados y divorciados
El CBP también considera las situaciones familiares de deudores hipotecarios. En el caso de matrimonios casados o divorciados, se aplican las siguientes reglas:
Cónyuges casados
El CBP se aplica considerando los ingresos conjuntos de ambos cónyuges y la composición de la unidad familiar. Si el cónyuge no conviviente cumple los requisitos, puede incluirse en el cálculo de elegibilidad.
Ejemplo: Un matrimonio con dificultades económicas puede acogerse al CBP si los ingresos conjuntos son inferiores a 3 veces el IPREM.
Cónyuges divorciados
Si la vivienda es propiedad de uno de los excónyuges, solo se considera su situación financiera y la de los miembros de su unidad familiar. El otro excónyuge no se incluye en el cálculo.
Ejemplo: Si una persona divorciada se queda con la vivienda hipotecada, el CBP se aplicará solo a su situación financiera y a la de sus hijos.
Requisitos para acceder al CBP
Para acogerse al CBP, los deudores deben cumplir ciertos requisitos:
- La vivienda debe ser la habitual y permanente
- El préstamo hipotecario no debe superar el 80% del valor de la vivienda
- El importe de la cuota mensual debe superar el 50% de los ingresos
El Banco de España establece estos requisitos para proteger los intereses de los deudores y garantizar la sostenibilidad de las medidas de alivio.
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