Coirón Blanco: Innovación en Semillas Nativas para Recuperar Pastizales Patagónicos y Mejorar la Ganadería.
La Patagonia argentina, con sus vastas extensiones de pastizales naturales, enfrenta desafíos crecientes en la sostenibilidad de su actividad ganadera. El sobrepastoreo, la variabilidad climática y la degradación de los suelos amenazan la productividad y la capacidad de carga de los campos. En este contexto, la recuperación y el aprovechamiento de especies forrajeras nativas se presentan como una estrategia clave para fortalecer la resiliencia de los sistemas productivos. El coirón blanco (Festuca pallescens), una gramínea nativa de alto valor nutricional y adaptada a las condiciones áridas y semiáridas de la región, emerge como una solución prometedora. Recientemente, un hito importante se ha logrado con la inscripción del primer Área Productora de Semillas Nativas (APSEN) de coirón blanco en Pilcaniyeu, Río Negro, abriendo nuevas oportunidades para la producción y el uso sostenible de esta valiosa especie.
El Coirón Blanco: Un Tesoro Forrajero Patagónico
El coirón blanco, también conocido como coirón dulce, es una gramínea perenne que forma parte integral de los pastizales patagónicos. Su adaptabilidad a suelos pobres y a condiciones climáticas extremas, combinada con su alta palatabilidad y calidad nutricional, la convierte en un componente esencial de la dieta de ovinos, bovinos y caprinos. Esta especie presenta una resistencia notable al pisoteo, lo que la hace ideal para sistemas de pastoreo rotativo. Su participación en la dieta animal puede superar el 20%, especialmente durante la primavera y el verano, cuando su crecimiento es más vigoroso.
Las características morfológicas del coirón blanco son distintivas. Forma matas de hasta 60 centímetros de altura, aunque su porte puede ser menor en áreas de pastoreo intensivo. Sus hojas son finas y presentan una tonalidad verde-azulada. Las semillas son pequeñas, de aproximadamente 6-8 milímetros de largo y 1-1,5 milímetros de ancho, y se caracterizan por una arista de 3 milímetros en el ápice de la lema del antecio. Estas características influyen en su capacidad de dispersión y establecimiento en el ambiente natural.
La Importancia de las APSEN: Asegurando la Disponibilidad de Semilla Trazable
La inscripción de Áreas Productoras de Semillas Nativas (APSEN) representa un avance significativo en la gestión y conservación de recursos genéticos forrajeros nativos. Estas áreas permiten la producción de semilla con trazabilidad, garantizando la calidad y la autenticidad del material genético. En el caso del coirón blanco, la inscripción del APSEN en Pilcaniyeu, Río Negro, es un paso crucial para satisfacer la creciente demanda de semilla de esta especie por parte de productores y empresas interesadas en la mejora de pastizales, la realización de ensayos y la restauración de ecosistemas degradados.
Hasta ahora, la disponibilidad de semilla de coirón blanco era limitada y dependía de la recolección en pastizales naturales, lo que generaba incertidumbre sobre la calidad y la procedencia del material. La inscripción del APSEN asegura un suministro constante de semilla de alta calidad, producida bajo estándares controlados y con la garantía de su origen. Esto facilita la implementación de programas de mejoramiento genético y la adopción de prácticas de manejo sostenible de pastizales.
Década de Investigación: El Camino Hacia la Inscripción del APSEN
El logro de la inscripción del APSEN de coirón blanco es el resultado de más de una década de investigación por parte del equipo de trabajo de “Domesticación de especies forrajeras nativas patagónicas”, con sede en la Estación Experimental Agropecuaria INTA Bariloche – IFAB (INTA – CONICET) y en el INTA Esquel. Durante este período, se han realizado estudios exhaustivos sobre la diversidad genética, la filogenia, la tolerancia fisiológica al estrés hídrico y salino, la productividad, la calidad forrajera y la capacidad germinativa del coirón blanco.
La combinación de técnicas moleculares, ensayos en invernáculo y evaluaciones en campo ha permitido identificar individuos puros de F. pallescens con características superiores en términos de crecimiento vegetativo y producción de semillas. Estos individuos fueron seleccionados y multiplicados en el Campo Experimental de INTA en Pilcaniyeu, Bariloche, dando origen a la población que compone el APSEN. La rigurosidad científica y el enfoque multidisciplinario han sido fundamentales para garantizar el éxito de este proyecto.
Aplicaciones del Coirón Blanco: Más Allá del Pastoreo
La semilla de coirón blanco producida en el APSEN tiene múltiples aplicaciones. Puede utilizarse para la mejora de pastizales naturales, mediante la resiembra de áreas degradadas o la incorporación de la especie en mezclas forrajeras. También es útil para la realización de ensayos en pequeña escala, con el objetivo de evaluar su comportamiento en diferentes condiciones ambientales y sistemas de manejo. Además, puede emplearse en proyectos de restauración de ecosistemas, contribuyendo a la recuperación de la biodiversidad y la funcionalidad de los pastizales patagónicos.
La alta palatabilidad y calidad nutricional del coirón blanco lo convierten en un componente valioso de la dieta animal. Su capacidad para resistir el pisoteo lo hace ideal para sistemas de pastoreo rotativo, que promueven la recuperación de la vegetación y la prevención de la erosión del suelo. La semilla producida en el APSEN puede ser utilizada por productores y viveros de la región para mejorar la productividad y la sostenibilidad de sus sistemas ganaderos.
Desafíos y Perspectivas para la Ganadería Patagónica
La ganadería en la Patagonia se caracteriza por ser extensiva y depender en gran medida del uso de los pastizales naturales. Sin embargo, el sobrepastoreo y la variación climática han provocado un deterioro significativo de estos pastizales, poniendo en riesgo la actividad ganadera, especialmente durante el período invernal, cuando la disponibilidad de forraje es limitada. La falta de forraje en invierno coincide con el aumento de los requerimientos nutricionales de los animales en el último tercio de gestación, lo que agrava la situación.
El coirón blanco, aunque aún no se siembra de manera comercial, ofrece una alternativa prometedora para complementar la alimentación animal y mejorar la resiliencia de los sistemas ganaderos. Algunos productores ya están implementando prácticas de manejo del pastizal, como la división en cuadros rotativos, para permitir la recuperación de la vegetación. La disponibilidad de semilla de alta calidad, gracias a la inscripción del APSEN, facilitará la adopción de estas prácticas y la expansión del uso del coirón blanco en la región.
A pesar de su buena calidad nutricional en comparación con otras especies nativas o cultivos de la zona, es importante destacar que el coirón blanco requiere de un manejo adecuado para maximizar su potencial productivo. La investigación continua y la transferencia de conocimientos a los productores son fundamentales para asegurar el éxito de su implementación y contribuir a la sostenibilidad de la ganadería patagónica.
Fuente: https://argentina.gob.ar/noticias/el-coiron-blanco-una-forrajera-nativa-con-semilla-certificada
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