Comodoro Rivadavia: Relevamiento de Pozos Inactivos Revela Riesgos y Pasivos Ambientales Urgentes
Comodoro Rivadavia, una ciudad patagónica argentina profundamente ligada a la industria petrolera, enfrenta un desafío silencioso pero apremiante: la presencia de 1.700 pozos inactivos dentro de su área urbana. Esta situación, que contraviene la normativa de seguridad vigente, plantea riesgos ambientales y para la seguridad de los habitantes. Un relevamiento municipal en curso revela la magnitud del problema y la dificultad de su resolución, involucrando a operadoras petroleras, la provincia y la necesidad de una nueva legislación local para abordar los pasivos ambientales. Este artículo explora en detalle la problemática, los riesgos asociados, las acciones en curso y los desafíos futuros para garantizar la seguridad y el bienestar de la comunidad comodorense.
- El Relevamiento en Curso: Un Mapa de Riesgos Urbanos
- Los Riesgos de los Pozos Inactivos: Una Amenaza Subterránea
- Responsabilidades y Planes de Eliminación de Riesgos: PECOM y la Provincia en la Mira
- Más Allá de YPF: El Relevamiento se Extiende a Otras Empresas
- Restinga Alí: Un Pasivo Ambiental en Disputa
- Nueva Ordenanza de Pasivos Ambientales: Un Marco Regulatorio en Construcción
El Relevamiento en Curso: Un Mapa de Riesgos Urbanos
El subsecretario de Ambiente de Comodoro Rivadavia, Nicolás Coluccio, ha confirmado que el municipio ha completado el relevamiento del 83% de los pozos inactivos dejados por YPF dentro del ejido urbano. Hasta la fecha, se han ubicado 765 de estas instalaciones, que deberían haber sido abandonadas según la Resolución 5/96, la cual establece los procedimientos para el sellado seguro de pozos. Sin embargo, la tarea no ha sido sencilla: 150 pozos permanecen sin localizar, lo que genera preocupación sobre la responsabilidad y el control de las operadoras involucradas, tanto la saliente (YPF) como la entrante (PECOM). El relevamiento se inició en las áreas con mayor concentración de pozos, como Campamento Central, Cañadón Perdido, Restinga Alí, Bella Vista y parte de Escalante-Trébol, evidenciando la dispersión de estos riesgos a lo largo del tejido urbano.
La distinción entre pozos “inactivos” y “abandonados” es crucial. La legislación solo permite la existencia de pozos activos o abandonados, siendo este último estado el resultado de un proceso riguroso de sellado que garantiza la seguridad. Un pozo inactivo, en cambio, representa una amenaza latente, ya que la presión del reservorio permanece en contacto con la superficie, pudiendo generar fugas de gas o petróleo. Esta situación se agrava en los 12 pozos inactivos que se encuentran en terrenos de viviendas habitadas, incrementando el riesgo para los residentes.
Los Riesgos de los Pozos Inactivos: Una Amenaza Subterránea
Un pozo inactivo no es simplemente un agujero en el suelo; es una potencial vía de escape para hidrocarburos, con consecuencias que van desde olores molestos hasta explosiones y contaminación del suelo y el agua. La presión del reservorio, al estar en contacto directo con la superficie, puede manifestarse en surgencias de gas o petróleo, creando un ambiente peligroso y nocivo para la salud. La falta de sellado adecuado permite que los fluidos del subsuelo asciendan, comprometiendo la integridad de las estructuras y la calidad del aire. La presencia de válvulas de control en estos pozos no garantiza la seguridad, ya que pueden fallar o ser manipuladas incorrectamente.
El riesgo se intensifica en áreas urbanas densamente pobladas, donde la proximidad de los pozos inactivos a viviendas, comercios e instituciones educativas aumenta la probabilidad de accidentes. La detección temprana de fugas y la implementación de medidas preventivas son fundamentales para mitigar los riesgos, pero la dificultad para localizar los 150 pozos aún no identificados complica esta tarea. La falta de información precisa sobre la ubicación de estos pozos impide una evaluación adecuada de los riesgos y la planificación de acciones correctivas.
Responsabilidades y Planes de Eliminación de Riesgos: PECOM y la Provincia en la Mira
El resultado final del relevamiento municipal se traducirá en una solicitud formal a PECOM, la operadora que actualmente gestiona las áreas en cuestión, y a la provincia, exigiendo la presentación de un plan integral de eliminación de riesgos. Este plan deberá incluir un cronograma detallado para el sellado seguro de los pozos inactivos, la identificación de los pozos no localizados y la implementación de medidas preventivas para evitar fugas y accidentes. La responsabilidad de garantizar la seguridad de la población recae tanto en la operadora como en la autoridad provincial, quienes deben actuar de manera coordinada y eficiente.
La complejidad del relevamiento radica en las coordenadas utilizadas en el pasado, que se basan en un sistema de referencia obsoleto. Esto genera diferencias de entre 50 y 100 metros en la ubicación de los pozos, dificultando su identificación en el terreno. La necesidad de actualizar las coordenadas y realizar una búsqueda exhaustiva es fundamental para localizar los 150 pozos aún no identificados. El municipio está trabajando en la actualización de la información y en la implementación de nuevas tecnologías para agilizar el proceso.
Más Allá de YPF: El Relevamiento se Extiende a Otras Empresas
El relevamiento no se limita a los pozos inactivos de YPF. El municipio ha anunciado que continuará con la inspección de instalaciones pertenecientes a otras empresas, como CRI Holding, Petrolera Patagonia y CAPSA. La estrategia consiste en priorizar las áreas con mayor densidad de pozos, comenzando por aquellas gestionadas por CRI Holding en el km. 8 y finalizando con las instalaciones de CAPSA en la zona subrural. Este enfoque gradual permitirá una evaluación exhaustiva de los riesgos en toda el área urbana y subrural de Comodoro Rivadavia.
La extensión del relevamiento a otras empresas refleja la magnitud del problema y la necesidad de una acción coordinada entre todos los actores involucrados. Cada operadora tiene la responsabilidad de garantizar la seguridad de sus instalaciones y de cumplir con la normativa vigente. El municipio está trabajando en la colaboración con las empresas para facilitar el proceso de relevamiento y la implementación de medidas correctivas.
Restinga Alí: Un Pasivo Ambiental en Disputa
La situación de Restinga Alí, una zona con un alto potencial de contaminación debido a la actividad petrolera, ha generado controversia. El subsecretario de Ambiente ha revelado que el municipio no fue convocado durante el proceso de reversión del área acordado entre la provincia y YPF. Ante la contradicción entre las declaraciones del Ministerio de Hidrocarburos, que avaló la reversión, y las del Sindicato Petrolero, que denunció el rechazo de Petrominera a asumir el área debido al pasivo ambiental pendiente, el municipio ha solicitado acceso a toda la documentación relacionada con el proceso.
La preocupación radica en la posibilidad de que la provincia viabilice la reversión del área sin garantizar la asunción de los pasivos ambientales por parte de una operadora responsable. La falta de transparencia en el proceso y la potencial transferencia de la responsabilidad a Petrominera, sin la debida evaluación de los riesgos, podrían agravar la situación ambiental en Restinga Alí. El municipio está analizando la documentación para incorporar la información al expediente municipal y tomar las medidas necesarias para proteger el medio ambiente y la salud de la población.
Nueva Ordenanza de Pasivos Ambientales: Un Marco Regulatorio en Construcción
El municipio está avanzando en la redacción de un nuevo proyecto de ordenanza de pasivos ambientales, con el objetivo de establecer un marco regulatorio más sólido y efectivo para abordar los riesgos asociados a la actividad petrolera. El proyecto se basa en dos instancias de participación ciudadana con la Universidad y colegios secundarios, incorporando los aportes técnicos y comunitarios. La futura normativa buscará establecer criterios claros para la identificación, evaluación y remediación de los pasivos ambientales, así como para la asignación de responsabilidades y la aplicación de sanciones.
La elaboración de la ordenanza se complementa con el relevamiento en curso, que proporciona información valiosa sobre la ubicación y el estado de los pozos inactivos. La normativa incorporará las observaciones surgidas del relevamiento, garantizando que las medidas regulatorias se basen en una evaluación precisa de los riesgos. Aunque aún no hay fecha para su presentación al Concejo Deliberativo, el municipio se compromete a garantizar que la ordenanza sea un instrumento efectivo para proteger el medio ambiente y la salud de la población.
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