Condenan a cazador furtivo por organizar cacería ilegal en área protegida
La lucha contra la caza furtiva: Condenado organizador de cacerías ilegales
La sentencia y su impacto
Un hombre ha sido condenado a un año de tareas comunitarias y al pago de una multa por su participación en la organización de una cacería ilegal en las cercanías del área natural protegida "El Mangrullo". Esta sentencia, que incluye la suspensión del juicio a prueba, envía un mensaje claro contra la caza furtiva y el daño al medio ambiente.
La acusación, presentada por la unidad fiscal de Delitos Ambientales, señala que el acusado planificó una salida de caza grupal con perros, destinada a capturar choiques y otras especies nativas en modalidad de caza montada a caballo. Este acto fue realizado con el concurso de varias personas y utilizando métodos prohibidos por las autoridades competentes.
El delito de caza agravada
El delito de caza agravada se configura cuando la caza se realiza con la participación de múltiples personas y el uso de medios no autorizados. En este caso, el organizador de la cacería planeó el evento con la participación de varias personas y utilizó perros para capturar choiques, una especie protegida.
El artículo 222 del Código Penal establece penas de hasta 2 años de prisión para quien cace "especies de interés económico, ecológico o estético, cuya caza se halla prohibida, veda o regulación especial". La gravedad de este delito radica en el daño que se causa a la fauna silvestre y a la biodiversidad.
El operativo de descubrimiento
El evento tuvo lugar el domingo 23 de junio y fue descubierto tras una denuncia a la división de Delitos Ambientales de la Policía. Sin embargo, cuando las autoridades llegaron al lugar, la cacería ya se había consumado.
En el operativo realizado, los agentes encontraron restos de animales muertos, cartuchos de escopeta y huellas de caballos. La investigación posterior permitió identificar al organizador de la cacería y a otros participantes.
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El mensaje de la sentencia
La sentencia impuesta por la jueza Laura Barbé envía un mensaje claro contra la caza furtiva y el daño al medio ambiente. La condena a tareas comunitarias en el área de Ambiente de la Municipalidad de Picún Leufú tiene como objetivo sensibilizar al condenado sobre la importancia de proteger la fauna silvestre y su hábitat.
Además, la multa impuesta en el sector de Fauna tiene un carácter sancionador y sirve como disuasivo para quienes pretenden participar en actividades de caza ilegales.
La caza furtiva es un delito grave que daña nuestra fauna silvestre y nuestro medio ambiente. Debemos seguir trabajando juntos para combatir esta práctica ilegal y proteger nuestro patrimonio natural.
Julieta González, asistente letrada de la unidad fiscal de Delitos Ambientales
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