Conflicto del Langostino: Chubut se juega su temporada pesquera
El conflicto en la pesca de langostino de Chubut se acerca a su undécimo mes, amenazando una vez más la temporada de pesca. El gobierno provincial enfrenta el desafío de evitar un nuevo fracaso como el ocurrido en la temporada anterior. Según fuentes de PARTE DEPESCA, el gobierno tiene previsto realizar un llamado a prospección el 25 de octubre, con la participación de diez buques para evaluar el recurso dentro de las 12 millas.
El impacto económico del conflicto
La temporada anterior, que duró solo 45 días, tuvo un impacto significativo en la industria pesquera, la economía local y las arcas públicas de la provincia. El conflicto actual, que lleva once meses, pone en peligro la fuente laboral de miles de personas que dependen de la pesca. El nudo del problema radica en las demandas salariales del SOMU, que superan los salarios actuales en otras categorías de flota pesquera argentina.
Repetir los errores de la temporada pasada, cuando se dejó que las partes resolvieran el conflicto a través de la cartera laboral, no sería aconsejable. La intervención directa de las máximas autoridades del Ejecutivo es necesaria para encontrar una salida consensuada.
El papel de la política
La política, entendida como gestión pública, debe tomar el control de la situación. El sector privado ha presentado una oferta unificada, pero la decisión final recae en el gobierno. Dejar la industria pesquera en manos de un pequeño grupo de dirigentes del SOMU no es lo más apropiado en estas circunstancias. Las máximas autoridades del Ejecutivo deben intervenir directamente para encontrar una solución a este conflicto que afecta a la economía de la provincia y a miles de trabajadores.
El conflicto está cerca de cumplir once meses y en tres días debería comenzar la prospección, previa a la apertura formal de la temporada, y la situación continúa trabada.
La decisión del gobierno
El gobierno de Ignacio Torres afronta un reto mayúsculo. La dimensión de lo que está en juego requiere la intervención directa de las máximas autoridades del Ejecutivo. No es aceptable dejar que segundas o terceras líneas manejen este conflicto y esperen que se resuelva por sí solo.
La llave para resolver este conflicto la tiene la política, ejercida por una autoridad con la decisión y el poder político necesarios para encauzar una de las principales actividades económicas de Chubut. El gobierno provincial debe tomar el control de la situación y evitar un nuevo fracaso en la temporada de pesca de langostino.
El futuro de la industria
El conflicto actual es un duro recordatorio de los desafíos que enfrenta la industria pesquera en Chubut. La falta de acuerdos colectivos y la intervención política en la determinación de los salarios son obstáculos importantes para el desarrollo del sector. El gobierno provincial debe trabajar con la industria para encontrar soluciones sostenibles que garanticen la viabilidad de la pesca de langostino en Chubut a largo plazo.
También es esencial promover la diversificación de la industria pesquera, para reducir la dependencia de un solo recurso y crear nuevas oportunidades económicas. El gobierno y la industria deben colaborar para explorar y desarrollar nuevos mercados y productos, garantizando un futuro próspero para la pesca en Chubut.
Fuente: https://partedepesca.com.ar/d/el-conflicto-de-rawson-pone-a-prueba-la-muneca-politica-del-gobierno/
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