Conflicto Langostinero: Afiliados del SOMU Cuestionan la Gestión de Durdos y Denuncian Falta de Respuestas
La crisis que atraviesa el sector pesquero argentino, particularmente la relacionada con la pesca del langostino, ha desatado una fuerte interna en el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU). Afiliados y agrupaciones disidentes denuncian una gestión errática por parte de la conducción liderada por Raúl Durdos, mientras que el secretario de Pesca, Juan Navarro, se defiende acusando a los críticos de “hacer política”. Este artículo profundiza en las tensiones internas del SOMU, las acusaciones cruzadas entre los distintos actores y la desesperación de los trabajadores marítimos ante la prolongada inactividad y la falta de respuestas concretas a sus demandas. La situación expone las dificultades de la representación sindical en un contexto económico complejo y la urgencia de encontrar soluciones para sostener a las familias afectadas.
- El Conflicto del Langostino: Un Panorama General
- Cuestionamientos a la Conducción de Raúl Durdos
- La Defensa de Juan Navarro y el Desmentido de Alexis López
- “Piedra Libre para Navarro”: El Encuentro Revelador
- La Espera por Milei y el Repudio a los Gastos “Innecesarios”
- El Pedido de un “Plan de Crisis” y la Reivindicación del Derecho a Ser Escuchados
El Conflicto del Langostino: Un Panorama General
La paralización de la pesca del langostino, una actividad económica crucial para numerosas familias en Puerto Madryn y otras localidades costeras, se extiende por más de 100 días. La raíz del problema reside en la falta de acuerdo entre los empresarios del sector y el SOMU en relación a las condiciones laborales y salariales. Los afiliados denuncian la falta de avances en las negociaciones y la inacción de la conducción sindical para desbloquear la situación. Esta inactividad ha generado un clima de incertidumbre y desesperación entre los trabajadores, quienes se ven imposibilitados de ejercer su actividad y de proveer para sus familias. La situación se agrava por el aumento del costo de vida y la falta de alternativas laborales en la región.
El langostino representa una parte significativa de la economía de la Patagonia argentina, generando empleo directo e indirecto en la pesca, el procesamiento y la comercialización. La paralización de la actividad no solo afecta a los trabajadores marítimos, sino también a toda la cadena productiva, incluyendo a las empresas de transporte, los frigoríficos y los comercios locales. La falta de ingresos impacta negativamente en la economía regional y aumenta la presión social sobre las autoridades.
Cuestionamientos a la Conducción de Raúl Durdos
La gestión de Raúl Durdos al frente del SOMU ha sido objeto de fuertes críticas por parte de afiliados y agrupaciones disidentes. Se le acusa de falta de transparencia, de no representar adecuadamente los intereses de los trabajadores y de priorizar acuerdos con los empresarios por encima de las demandas de la base. Los críticos denuncian la falta de información sobre el estado de las negociaciones y la ausencia de una estrategia clara para resolver el conflicto. Se cuestiona también el uso de los fondos sindicales y la falta de apoyo a las familias afectadas por la crisis.
Las acusaciones se centran en la percepción de que la conducción del SOMU ha perdido el contacto con la realidad de los trabajadores y que no está dispuesta a confrontar a los empresarios para defender sus derechos. Se exige una mayor participación de los afiliados en la toma de decisiones y una revisión de las políticas sindicales. La falta de confianza en la conducción ha generado un clima de tensión y descontento que amenaza con fracturar aún más al sindicato.
Ante las críticas, el secretario de Pesca, Juan Navarro, salió a defender su gestión y a la conducción del SOMU. Afirmó haber mantenido reuniones con todas las agrupaciones y acusó a los disidentes de “hacer política” contra el sindicato. Sin embargo, su versión fue rápidamente desmentida por Alexis López, presidente de la agrupación “Unión Marítima 25 de Noviembre”, quien reprochó la falta de resultados en la estrategia sindical y la falta de disposición de Navarro para atender las demandas de los trabajadores.
López denunció que Navarro no mostró interés en escuchar a las agrupaciones ni en dar respuestas concretas a sus reclamos. Relató un encuentro fortuito en la oficina de César Zapata, otro dirigente del SOMU, donde Navarro se vio obligado a reunirse con los representantes de los trabajadores. Según López, Navarro se limitó a informar que la conducción de Durdos estaba esperando la apertura de aguas nacionales y una respuesta del Presidente Javier Milei a un petitorio presentado con una marcha en Buenos Aires. Esta respuesta fue considerada insuficiente y poco comprometida por los presentes.
El relato de Alexis López sobre el encuentro con Juan Navarro revela una actitud distante y poco colaborativa por parte del secretario de Pesca. López describió cómo Navarro se mostró reacio a convocar una asamblea para informar a todos los afiliados sobre su posición y se excusó con la proximidad de un vuelo a Buenos Aires. La reunión, según López, fue producto de una circunstancia fortuita y no de una iniciativa de Navarro para dialogar con los trabajadores.
La descripción de López pinta un cuadro de un funcionario más preocupado por su agenda personal que por la situación de los trabajadores marítimos. Su falta de disposición para escuchar a las agrupaciones y su respuesta evasiva alimentan las sospechas de que su defensa de la conducción del SOMU es más política que genuina. El episodio pone en evidencia la falta de comunicación y la desconfianza entre los distintos actores involucrados en el conflicto.
La Espera por Milei y el Repudio a los Gastos “Innecesarios”
La conducción del SOMU, según denunció López, basa su estrategia en la espera de la apertura de aguas nacionales y una respuesta del Presidente Javier Milei a un petitorio presentado con una marcha en Buenos Aires. Esta postura fue duramente criticada por los trabajadores, quienes consideran que se trata de una excusa para justificar la inacción y desviar la atención de los problemas reales. Se reprocha a la conducción la falta de un plan concreto para enfrentar la crisis y la dependencia de factores externos que escapan a su control.
Los afiliados también cuestionaron el uso de los fondos sindicales y denunciaron gastos “innecesarios”. Se sugiere que esos fondos podrían haber sido mejor utilizados para brindar asistencia social a las familias afectadas por la crisis, como el pago de alquileres, boletas de servicios públicos y otros gastos básicos. La falta de transparencia en la gestión de los recursos sindicales es una de las principales preocupaciones de los trabajadores.
El Pedido de un “Plan de Crisis” y la Reivindicación del Derecho a Ser Escuchados
Ante la falta de respuestas concretas, los trabajadores marítimos exigieron a Juan Navarro la implementación de un “plan de crisis” para sostener a las familias que necesitan asistencia social inmediata. Se propuso destinar los fondos sindicales a programas de ayuda económica y social que permitan paliar los efectos de la crisis y garantizar la supervivencia de los trabajadores y sus familias. La demanda refleja la urgencia de la situación y la necesidad de medidas concretas para aliviar el sufrimiento de los afectados.
Alexis López enfatizó el derecho de todos los trabajadores a ser escuchados y a expresar sus inquietudes, tal como lo establece el estatuto sindical. Criticó la actitud de Navarro de limitarse a dialogar con un grupo reducido de dirigentes y de ignorar las demandas de la mayoría de los afiliados. Reafirmó que la presencia de la agrupación “Unión Marítima 25 de Noviembre” en el sindicato fue exclusivamente para exponer la situación de los compañeros y sus familias, buscando soluciones y no confrontación.
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