Conflicto Marítimo en Argentina: Paro Inminente y Futuro de la Pesca en Riesgo

La inminente caducidad de la conciliación obligatoria en el sector de la pesca argentina, impulsada por el Ministerio de Capital Humano, marca un punto de inflexión crítico. Más allá de la formalidad del proceso, la falta de acuerdo entre el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) y las cámaras empresariales (CAPECA, CAPIP, CAPA y CEPA) presagia una escalada de conflictividad que podría paralizar aún más una actividad ya golpeada por la incertidumbre económica y la inactividad de la flota. Este artículo analiza en profundidad las causas del fracaso negociador, las posturas enfrentadas, las implicaciones para el sector y las posibles consecuencias de un eventual paro nacional, desentrañando las complejas dinámicas políticas y económicas que subyacen a esta crisis.

Índice

El Conflicto Salarial y la Reforma de los Convenios Colectivos

En el centro de la disputa se encuentran dos expedientes distintos. El primero, relacionado con la actualización salarial de los básicos de la marinería, involucra a todas las flotas congeladoras. El SOMU busca una mejora en las condiciones salariales para sus representados, mientras que las cámaras empresariales se muestran reticentes, argumentando dificultades económicas. El segundo expediente, más específico, se centra en la flota langostinera y plantea una solicitud de reformulación de los Convenios Colectivos de Trabajo (CCT) por parte de las empresas. Estas buscan revisar los valores de referencia utilizados para liquidar el ‘Sueldo Proporcional de Producción’ y aplicar una reducción del 30%, lo que generó una fuerte oposición del sindicato.

La negativa de las cámaras a ceder en la revisión de los CCT fue el principal obstáculo para alcanzar un acuerdo. El SOMU considera que esta medida atenta contra los derechos adquiridos por los trabajadores y podría significar una reducción significativa de sus ingresos. Las empresas, por su parte, argumentan que la revisión es necesaria para garantizar la viabilidad económica de la actividad, especialmente en un contexto de baja rentabilidad y alta inflación. La divergencia de intereses y la falta de voluntad para encontrar un punto medio llevaron al fracaso de las negociaciones en la conciliación obligatoria.

El ‘No Acuerdo’ y la Gestación de un Paro Nacional

La última audiencia de conciliación, celebrada el 2 de junio en CABA, se caracterizó por un clima de tensión y falta de avances. A pesar de la invitación a participar a otros sindicatos del sector (Centro de Patrones, Asociación de Capitanes, SICONARA y Centro de Jefes y Oficiales Maquinistas Navales), no se logró un consenso. La cartera laboral, liderada por Sandra Pettovello, se limitó a sugerir a las partes que continuaran las negociaciones en forma privada, agotando la instancia administrativa. Ante este escenario, el SOMU ‘celebró’ la falta de acuerdo, interpretándola como una victoria frente a los intentos de las empresas por modificar los convenios colectivos.

Esta celebración, sin embargo, no fue un mero acto de satisfacción. Inmediatamente después de la audiencia, el SOMU comenzó a gestar un paro nacional como medida de presión para obligar a las empresas a reconsiderar su postura. Si bien la estrategia no contó con el apoyo unánime de todos los sindicatos del sector, especialmente de los Capitanes, la determinación del SOMU de llevar adelante la huelga parece firme. La escalada de conflictividad se anuncia como una amenaza para la ya debilitada actividad pesquera argentina.

El Apoyo Sindical y las Tensiones Políticas

El SOMU ha logrado obtener el apoyo de otros sindicatos, como el STIA de Chubut y la CGT del Valle, que se muestran dispuestos a respaldar a los marítimos en su lucha por la defensa de sus derechos. Este apoyo se enmarca en una estrategia más amplia de articulación sindical para enfrentar las políticas económicas del gobierno de Javier Milei. A su vez, se espera que el SOMU reciba apoyo recíproco en futuras negociaciones salariales para el personal de planta, lo que evidencia la existencia de un frente común entre diferentes sectores sindicales.

La figura de Raúl Durdos, líder del SOMU, juega un papel clave en esta dinámica. Su alineamiento con el kirchnerismo y con la expresidente Cristina Fernández de Kirchner le otorga un fuerte componente político a la disputa. La elección interna que atraviesa el SOMU también influye en la estrategia del sindicato, ya que Durdos busca un fuerte posicionamiento para asegurar su reelección. La combinación de factores sindicales, políticos y económicos convierte este conflicto en un escenario complejo y de alta tensión.

Alerta y Movilización en los Puertos de Chubut

El Sindicato Unido de Portuarios de Argentina (SUPA Chubut) ha declarado estado de alerta y movilización en todos los puertos provinciales, en solidaridad con el SOMU. Si bien esta medida no implica aún la adopción de medidas de acción directa, constituye una advertencia clara a las empresas y al gobierno. El SUPA se muestra dispuesto a defender los convenios colectivos, los salarios y las condiciones de trabajo de los portuarios, y advierte que no aceptará avances unilaterales sobre sus derechos.

La movilización del SUPA Chubut se suma a la creciente presión sindical sobre el sector pesquero. La reunión de referentes locales del SOMU con otras organizaciones sindicales de actividades afines en el muelle Storni evidencia la coordinación de esfuerzos para enfrentar la crisis. La declaración del SUPA es una señal de que la conflictividad podría extenderse a otros puertos del país, complicando aún más la situación.

Implicaciones para la Flota Pesquera y la Ley Federal de Pesca

La situación actual de la flota pesquera argentina es crítica. Gran parte de los buques se encuentran inactivos desde septiembre de 2024, debido a la baja rentabilidad y a la incertidumbre económica. Los tangoneros argumentan que es preferible perder menos con los barcos parados que con los buques pescando, mientras que los langostineros también se encuentran en una situación similar. La flota fresquera y costera marplatense se encuentra en estado crítico, y la flota potera está transitando su última marea.

Un eventual paro nacional podría agravar aún más la situación, pero también podría ser utilizado por las empresas para justificar la inactividad de la flota ante el Consejo Federal Pesquero (CFP). La Ley Federal de Pesca exige que los congeladores tangoneros realicen al menos una marea al año para mantener sus permisos de pesca. Si se dicta un paro, las empresas podrían aducir que la medida les impidió cumplir con esta exigencia, presentando actas de la Prefectura Naval Argentina como prueba. Esta estrategia permitiría a las empresas evitar sanciones y mantener sus permisos de pesca, a pesar de la inactividad de la flota.

La Dificultad de Negociación con el Gobierno de Milei

La experiencia sugiere que el gobierno de Javier Milei no es proclive a ceder ante las presiones de los sectores sindicales. Su política económica, basada en el ajuste fiscal y la reducción del gasto público, ha generado un fuerte rechazo por parte de los sindicatos, que temen por la pérdida de derechos y la precarización laboral. En este contexto, las posibilidades de alcanzar un acuerdo a través del diálogo parecen limitadas.

Un paro general, si bien podría generar un impacto en la economía, difícilmente obligaría al gobierno a ceder en sus posiciones. De hecho, la estrategia de confrontación podría resultar contraproducente, fortaleciendo la postura del gobierno y dificultando aún más las negociaciones. La clave para resolver el conflicto reside en la búsqueda de un punto medio que permita conciliar los intereses de las empresas, los trabajadores y el gobierno, pero este camino parece cada vez más difícil de transitar.

Ante este escenario complejo, la prudencia y la vocación de diálogo son fundamentales. La experiencia indica que la confrontación directa rara vez conduce a soluciones satisfactorias. Es necesario que las partes involucradas se sienten a la mesa de negociación con una actitud constructiva, dispuestas a ceder en algunos puntos para alcanzar un acuerdo que beneficie a todos. La búsqueda de soluciones creativas y la consideración de los intereses de cada sector son esenciales para superar la crisis.

El tiempo apremia, ya que la temporada de pesca se está esfumando rápidamente. La inactividad de la flota genera pérdidas económicas para las empresas y afecta a miles de trabajadores. La falta de acuerdo podría tener consecuencias devastadoras para el sector pesquero argentino, poniendo en riesgo su futuro. Es hora de que las partes demuestren madurez y responsabilidad, priorizando el interés general por encima de los intereses particulares.

noticiaspuertosantacruz.com.ar - Imagen extraida de: https://partedepesca.com.ar/d/maritimos-gestan-paro-nacional-aunque-casi-toda-la-flota-ya-esta-parada/

Fuente: https://partedepesca.com.ar/d/maritimos-gestan-paro-nacional-aunque-casi-toda-la-flota-ya-esta-parada/

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