Conflicto Pesquero: Gobernadores y SOMU Buscan Solución en Paritaria por la Temporada de Langostino

La temporada de langostino en aguas argentinas, vital para la economía de Patagonia y para el abastecimiento nacional, se encuentra en un punto muerto. La flota langostinera permanece inactiva, generando incertidumbre entre los trabajadores del sector y tensiones entre las provincias productoras y las empresas. El conflicto, lejos de resolverse, se traslada a la mesa de negociación en Buenos Aires, con la intervención de gobernadores provinciales y la Secretaría de Trabajo. La ausencia de las empresas en esta instancia inicial plantea interrogantes sobre la estrategia a seguir para desbloquear la situación y permitir el inicio de la temporada.

El Conflicto Pesquero: Orígenes y Demandas del SOMU

El conflicto actual se centra en las condiciones laborales y salariales de los tripulantes de la flota langostinera. El Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU), liderado por el secretario general Juan Carlos Schmid, exige mejoras significativas en las remuneraciones, condiciones de trabajo a bordo y la regularización de situaciones laborales precarias. Las demandas incluyen un aumento salarial que compense la inflación acumulada, la revisión de los convenios colectivos de trabajo y la garantía de la seguridad y salud en el trabajo. El SOMU argumenta que los beneficios obtenidos por las empresas en temporadas anteriores no se han traducido en mejoras concretas para los trabajadores, quienes soportan largas jornadas laborales en condiciones climáticas adversas.

Históricamente, las negociaciones entre el SOMU y las empresas pesqueras han sido tensas, marcadas por paros y bloqueos. La complejidad del sector, con la participación de diversas empresas y la influencia de factores externos como el precio internacional del langostino, dificulta la consecución de acuerdos. El SOMU ha denunciado en reiteradas ocasiones la existencia de prácticas laborales abusivas, como la contratación irregular de personal y la falta de cumplimiento de las normas de seguridad. La actual disputa se enmarca en un contexto de creciente preocupación por las condiciones laborales en el sector pesquero, tanto a nivel nacional como internacional.

Además de las demandas salariales, el SOMU reclama una mayor participación en la gestión de los recursos pesqueros y en la definición de las cuotas de captura. El sindicato considera que los trabajadores tienen derecho a ser escuchados y a participar en las decisiones que afectan su futuro laboral. Esta demanda se relaciona con la necesidad de garantizar la sustentabilidad de la actividad pesquera y de proteger los derechos de los trabajadores a largo plazo. El SOMU ha propuesto la creación de un consejo consultivo integrado por representantes de los trabajadores, las empresas y el gobierno, con el objetivo de promover un diálogo constructivo y transparente.

La Intervención de los Gobernadores: Chubut, Santa Cruz y Corrientes

La inacción de la flota langostinera tiene un impacto económico significativo en las provincias patagónicas de Chubut y Santa Cruz, donde se concentran la mayoría de las bases pesqueras. Los gobernadores de estas provincias, Ignacio Torres y Claudio Vidal respectivamente, han asumido un rol activo en la búsqueda de una solución al conflicto, considerando que el inicio de la temporada es fundamental para la generación de empleo y los ingresos fiscales. La intervención de los gobernadores se basa en la necesidad de proteger los intereses de sus provincias y de garantizar la continuidad de la actividad pesquera.

La inclusión del gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, en la reunión de Buenos Aires puede parecer inusual, pero se explica por la importancia del puerto de Corrientes como punto de descarga y procesamiento del langostino proveniente de la Patagonia. La paralización de la flota afecta también a las empresas y trabajadores de Corrientes, que dependen del flujo de langostino para su actividad. La presencia de Valdés busca asegurar que los intereses de su provincia sean tenidos en cuenta en las negociaciones. La articulación entre las provincias productoras y las provincias receptoras del langostino es clave para encontrar una solución integral al conflicto.

Los gobernadores han expresado su preocupación por la ausencia de las empresas en la mesa de negociación, considerando que su participación es esencial para alcanzar un acuerdo. Han instado a las empresas a que se sumen al diálogo y a que muestren una actitud constructiva. Los gobernadores han advertido que, de no lograrse una solución rápida, se podrían tomar medidas más drásticas para garantizar el inicio de la temporada. La presión de los gobernadores sobre las empresas es un factor importante en la dinámica de las negociaciones.

La Posición de las Empresas Pesqueras: Argumentos y Estrategias

Las empresas pesqueras, por su parte, argumentan que las demandas del SOMU son excesivas y que no están en condiciones de satisfacerlas debido a la situación económica del sector. Alegan que el precio internacional del langostino ha disminuido en los últimos meses, lo que ha afectado su rentabilidad. Las empresas también señalan que los costos operativos han aumentado significativamente, debido a la inflación y al aumento del precio del combustible. Consideran que un aumento salarial significativo podría poner en riesgo la viabilidad de algunas empresas y generar despidos.

Las empresas han propuesto una revisión de los convenios colectivos de trabajo, pero rechazan la posibilidad de un aumento salarial generalizado. Han ofrecido mejoras en las condiciones de trabajo a bordo, como la instalación de sistemas de climatización y la mejora de la alimentación. Las empresas también han propuesto la creación de un fondo de capacitación para los trabajadores, con el objetivo de mejorar sus habilidades y conocimientos. Sin embargo, estas propuestas no han sido consideradas suficientes por el SOMU.

La ausencia de las empresas en la reunión convocada por la Secretaría de Trabajo ha sido interpretada por el SOMU y los gobernadores como una señal de falta de voluntad para negociar. Las empresas argumentan que no se sienten cómodas negociando bajo presión y que prefieren un diálogo más tranquilo y constructivo. Algunos analistas sugieren que las empresas podrían estar esperando una señal más clara del gobierno nacional antes de comprometerse a negociar. La estrategia de las empresas es mantener una postura firme y esperar que el SOMU modere sus demandas.

El Rol de la Secretaría de Trabajo y el Gobierno Nacional

La Secretaría de Trabajo, a cargo de la ministra Paula Nicoletti, se ha propuesto mediar en el conflicto y facilitar un acuerdo entre las partes. La convocatoria a la reunión en Buenos Aires con la participación de los gobernadores y el SOMU es un intento de impulsar el diálogo y de encontrar una solución que satisfaga a todas las partes. La Secretaría de Trabajo tiene la facultad de conciliar en los conflictos laborales y de promover la negociación colectiva. Su rol es neutral y busca garantizar el cumplimiento de las leyes laborales.

El gobierno nacional, a través de la Secretaría de Pesca, también está involucrado en la resolución del conflicto. La Secretaría de Pesca tiene la responsabilidad de gestionar los recursos pesqueros y de garantizar la sustentabilidad de la actividad. El gobierno nacional podría ofrecer incentivos fiscales a las empresas para que accedan a las demandas del SOMU, o podría establecer un marco regulatorio más claro para la actividad pesquera. La intervención del gobierno nacional es clave para garantizar la estabilidad del sector.

La situación actual plantea un desafío para el gobierno nacional, que debe equilibrar los intereses de los trabajadores, las empresas y las provincias productoras. Una solución rápida y efectiva al conflicto es fundamental para evitar un impacto negativo en la economía y en el abastecimiento nacional de langostino. El gobierno nacional debe demostrar su capacidad de liderazgo y de diálogo para superar esta crisis.

Perspectivas Futuras: Escenarios Posibles y Desafíos Pendientes

El resultado de la reunión en Buenos Aires será determinante para el futuro de la temporada de langostino. Si se logra un acuerdo, la flota podría iniciar la pesca en los próximos días, lo que permitiría recuperar el tiempo perdido y garantizar el abastecimiento nacional. Sin embargo, si las negociaciones fracasan, el conflicto podría prolongarse, generando mayores pérdidas económicas y sociales. La posibilidad de un paro nacional de la flota langostinera es una amenaza latente.

Más allá de la resolución inmediata del conflicto, es necesario abordar los desafíos estructurales del sector pesquero. La falta de inversión en infraestructura, la obsolescencia de la flota y la necesidad de mejorar la gestión de los recursos pesqueros son problemas que deben ser abordados a largo plazo. La promoción de la investigación científica y la innovación tecnológica son fundamentales para garantizar la sustentabilidad de la actividad pesquera. La colaboración entre el gobierno, las empresas y los trabajadores es esencial para superar estos desafíos.

La transparencia en la gestión de los recursos pesqueros y la lucha contra la pesca ilegal son también aspectos clave para garantizar la sustentabilidad del sector. El gobierno nacional debe fortalecer los controles y las sanciones para evitar la sobreexplotación de los recursos y proteger el medio ambiente marino. La participación de la sociedad civil en la toma de decisiones es fundamental para garantizar una gestión responsable y transparente de los recursos pesqueros.

Fuente: https://partedepesca.com.ar/d/torres-sobre-el-conflicto-pesquero-los-dos-lados-tienen-razon/