Consumo de Carne en Argentina: Niveles Históricamente Bajos desde la Primera Guerra Mundial
El consumo de carne vacuna en Argentina ha descendido a niveles no vistos desde la Primera Guerra Mundial, dando lugar a un cambio significativo en los hábitos alimenticios del país. Este artículo profundiza en las causas subyacentes de esta tendencia.
El declive del consumo de carne vacuna en Argentina
En 2023, el consumo anual per cápita de carne bovina en Argentina se estima en menos de 45 kilos, alcanzando su punto más bajo desde 1914, según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). Esta disminución se debe a una serie de factores que incluyen:
- Cambio en las preferencias alimentarias: Los consumidores argentinos están optando cada vez más por fuentes de proteínas alternativas como el pollo y la carne de cerdo, que son percibidas como más saludables y asequibles.
- Aumento de los precios de la carne: La inflación ha elevado los precios de la carne vacuna, haciéndola menos accesible para muchos hogares.
- Producción limitada: La sequía y las inundaciones han afectado la producción ganadera, lo que ha llevado a un menor suministro de ganado.
- Exportaciones: Argentina es un importante exportador de carne vacuna, lo que ha desviado la oferta del mercado interno.
El auge de las fuentes de proteínas alternativas
El consumo total de todas las carnes en Argentina se sitúa en 106 kg por habitante, con el pollo experimentando un aumento notable. Por primera vez, el consumo de pollo se equiparará al de la carne vacuna. Este cambio refleja la creciente popularidad de las fuentes de proteínas alternativas debido a su menor costo, impacto ambiental más bajo y beneficios percibidos para la salud.
Además del pollo, la carne de cerdo, el pescado y las legumbres también están ganando popularidad en Argentina. Los consumidores buscan opciones más saludables y asequibles que cumplan con sus necesidades nutricionales.
Perspectivas para el consumo de carne bovina
La tendencia a la baja del consumo de carne vacuna es probable que continúe en el futuro previsible. La BCR predice que en 2024, el consumo podría ser el más bajo registrado desde que se cuenta con datos. Este declive plantea desafíos para la industria ganadera argentina, que ha dependido tradicionalmente de las exportaciones.
Para abordar este desafío, la industria debe adaptarse a las cambiantes preferencias de los consumidores y explorar nuevos mercados y productos. La innovación y las inversiones en producción sostenible serán cruciales para mantener la competitividad del sector ganadero argentino.
"El consumo de carne vacuna en Argentina se encuentra en una tendencia decreciente desde la segunda mitad del siglo pasado, en la medida en que ha sido sustituida por otras fuentes de proteínas."
Informe de la Bolsa de Comercio de Rosario
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