Corredor Bioceánico: Coquimbo lamenta postergación del Túnel Agua Negra y busca su oportunidad.
El ambicioso plan de un corredor bioceánico que conecte el Atlántico con el Pacífico ha generado expectativas y, simultáneamente, frustración en la región de Coquimbo, Chile. Mientras el gobierno nacional impulsa una nueva ruta comercial a través de Argentina, Paraguay y Brasil, actores locales lamentan la postergación continua del proyecto del Túnel Agua Negra, una iniciativa que prometía transformar a la región en un eje central de integración continental. Este artículo explora las implicaciones de este nuevo corredor, las razones detrás de la relegación del Paso Agua Negra y las perspectivas de futuro para la región de Coquimbo en el contexto de la creciente importancia de los corredores bioceánicos en Sudamérica.
El Nuevo Corredor Bioceánico: Detalles y Objetivos
El proyecto anunciado por el presidente Boric contempla la creación de una carretera de más de 2.400 kilómetros que unirá Campo Grande, Brasil, con los puertos de Antofagasta, Iquique y Mejillones en Chile. Esta ruta estratégica busca consolidar una vía comercial eficiente para el transporte de mercancías entre el Atlántico y el Pacífico, reduciendo tiempos y costos de envío. La iniciativa se centra en aprovechar la infraestructura existente y construir nuevos tramos de carretera para facilitar el flujo de bienes y personas a través de los cuatro países involucrados. Se espera que este corredor impulse el comercio regional, atraiga inversiones y genere empleos en las zonas aledañas a la ruta.
La elección de los puertos del norte de Chile como punto de llegada responde a la creciente demanda de acceso al mercado asiático. Antofagasta, Iquique y Mejillones se han consolidado como importantes centros de exportación de productos mineros y agrícolas, y el nuevo corredor bioceánico busca potenciar aún más su rol en el comercio internacional. La infraestructura portuaria existente, combinada con la conectividad terrestre mejorada, permitirá a estos puertos competir de manera más efectiva con otros puertos de la región, como los de Valparaíso y San Antonio.
La Relegación del Paso Agua Negra: Un Lamento Regional
La noticia del nuevo corredor bioceánico ha sido recibida con sentimientos encontrados en la región de Coquimbo. Si bien se valora positivamente cualquier iniciativa que promueva la integración regional y el desarrollo económico, existe una profunda decepción por la postergación continua del proyecto del Túnel Agua Negra. Este túnel, que conectaría Chile con Argentina a través de la Cordillera de los Andes, se considera una pieza clave para el desarrollo de la región y su potencial como plataforma logística. El diputado Ricardo Cifuentes ha expresado su pesar por la pérdida de impulso de este proyecto, que contaba con un amplio apoyo transversal y acuerdos internacionales firmados.
El proyecto del Túnel Agua Negra tiene una historia compleja, marcada por avances y retrocesos. Durante la administración de Michelle Bachelet y Cristina Fernández de Kirchner, se logró un acuerdo internacional y se aprobó una ley en Chile para su financiamiento. Sin embargo, el acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) fue desconocido por el gobierno de Sebastián Piñera y, lamentablemente, también por la actual administración de Gabriel Boric. Esta falta de continuidad ha generado incertidumbre y ha permitido que otras regiones, como Antofagasta, ganen terreno en la carrera por convertirse en el principal nodo logístico de Chile.
Diferencias de Enfoque: Agua Negra vs. Corredor del Norte
Marcelo Castagneto, exconsejero regional, señala que los proyectos del Paso Agua Negra y el nuevo corredor bioceánico tienen objetivos distintos. Mientras que el Túnel Agua Negra se enfoca en conectar dos regiones específicas, la de Coquimbo en Chile y la de San Juan en Argentina, el corredor del norte busca establecer una ruta comercial más amplia que involucre a cuatro países. Castagneto argumenta que las autoridades de Antofagasta han demostrado mayor voluntad política para impulsar el corredor bioceánico, mientras que la región de Coquimbo no ha logrado articular una estrategia efectiva para defender sus intereses.
La falta de liderazgo regional ha sido un factor clave en la postergación del Paso Agua Negra. Rafael Vera, exalcalde de Vicuña, lamenta que la región de Coquimbo no haya sabido visualizar la importancia estratégica de este proyecto para su desarrollo. La dependencia del Paso Agua Negra para el crecimiento económico de la región es evidente, pero las autoridades locales no han logrado transmitir este mensaje de manera efectiva a nivel nacional. La competencia con los puertos centrales de Chile, especialmente con la inversión en San Antonio, ha exacerbado la situación, relegando al Paso Agua Negra a un segundo plano.
El Sector Privado y las Expectativas Regionales
Ricardo Guerrero, gerente de la Corporación Industrial para el Desarrollo Regional de Coquimbo (CIDERE), expresa optimismo ante la decisión del gobierno de conectar Chile con sus países vecinos. Sin embargo, también subraya la importancia de que la región de Coquimbo pueda concretar sus propias aspiraciones en materia de corredores bioceánicos. Guerrero propone la creación de un corredor complementario que conecte Coquimbo con Porto Alegre, Brasil, aprovechando los esfuerzos realizados durante décadas en colaboración con la provincia de San Juan, Argentina.
Marcos Carrasco, presidente de la Multigremial de la Región de Coquimbo, lamenta la pérdida de oportunidad de no haber impulsado el corredor bioceánico Coquimbo-Porto Alegre. Carrasco critica la falta de voluntad política y el apoyo insuficiente de las autoridades locales para potenciar este proyecto. Reconoce que Antofagasta cuenta con un fuerte respaldo del sector minero, lo que le ha permitido avanzar más rápidamente en la implementación de su corredor bioceánico, en detrimento de las oportunidades de la región de Coquimbo.
Corpan Defiende la Viabilidad del Corredor Coquimbo-Porto Alegre
Carlos Ruiz, director de Asuntos Internacionales de la Corpan, desestima la idea de que el nuevo corredor bioceánico sepulte el Túnel de Agua Negra y el corredor Coquimbo-Porto Alegre. Ruiz argumenta que se trata de zonas económicas y territoriales diferentes, y que Brasil continúa estudiando y proponiendo diversas opciones para conectar el Pacífico. La falta de voluntad política de los gobiernos de turno ha sido el principal obstáculo para la materialización de estos proyectos, y Ruiz hace un llamado a basar las discusiones en fundamentos técnicos y no en titulares alarmistas.
Ruiz enfatiza que la región de Coquimbo necesita sumarse y apoyar el desarrollo de sus propios corredores bioceánicos para asegurar un crecimiento sostenible y permanente. La colaboración entre las autoridades locales, el sector privado y los gobiernos vecinos es fundamental para superar los obstáculos y aprovechar las oportunidades que ofrece la integración regional. La diversificación de las rutas comerciales y la creación de una red de corredores interconectados permitirán a Chile convertirse en un punto de enlace estratégico entre el interior del continente y los mercados asiáticos.
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