Créditos no bancarios: costos altísimos, pero consumo en alza
La expansión de los préstamos no bancarios en Argentina: una línea de crédito costosa para los excluidos del sistema financiero tradicional
Crecen los préstamos no bancarios en Argentina: una alternativa para los excluidos del sistema financiero
Un total de 5,4 millones de argentinos tienen deudas con instituciones "no bancarias", que concentran aproximadamente una cuarta parte de los préstamos destinados al consumo. Estos préstamos, más caros que los otorgados por los bancos, son tomados por trabajadores informales o monotributistas con acceso limitado a las entidades financieras.
Fuentes de préstamos no bancarios
Estas líneas de crédito provienen de diversas fuentes: tarjetas de crédito regionales, cadenas de electrodomésticos, supermercados e incluso empresas de tecnología financiera (fintech).
Costos elevados de los préstamos no bancarios
Los préstamos "no bancarios" tienen un costo significativamente mayor que los otorgados por los bancos. La tasa nominal anual (TNA) promedio de un préstamo no bancario es del 120%, mientras que la TNA de un préstamo bancario es del 60% y la TNA de una tarjeta de crédito es del 80%.
El uso de los préstamos no bancarios
Los consumidores utilizan principalmente los préstamos no bancarios para financiar la compra de electrodomésticos y otros bienes de consumo, así como para consolidar deudas anteriores o refinanciar préstamos bancarios con tasas de interés más altas.
"El crecimiento del volumen de créditos para el consumo intenta compensar la pérdida de poder de compra de los salarios y de los ingresos, sobre todo de los trabajadores informales y del sector público". Sebastián Menescaldi, economista jefe de Eco Go
El aumento de los préstamos bancarios
Mientras los préstamos no bancarios ganan terreno, los préstamos bancarios también han experimentado un crecimiento significativo. En los últimos seis meses, el volumen de créditos bancarios ha aumentado en 4 billones de pesos argentinos (unos 3.400 millones de dólares), con un crecimiento del 7,7% en septiembre, por encima de la inflación.
Los préstamos al consumo han sido los que más han crecido, con un aumento del 13,8% en septiembre en términos reales.
La caída de la morosidad
Por último, la morosidad en el sistema financiero ha disminuido por octavo mes consecutivo, alcanzando el 1,65% en agosto. Esta disminución se debe principalmente a la baja morosidad en los bancos públicos y privados.
La baja morosidad refleja la mayor disponibilidad de crédito y la mejora de la situación económica de los consumidores.
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