Crisis en el Senado: Despidos masivos y tensión entre la vicepresidenta y aliados
El Senado, un escenario enmarañado: Despidos, renuncias y malestar en la Cámara alta
Las medidas de Villarruel desatan un torbellino
La decisión de la vicepresidenta Victoria Villarruel de despedir a casi 60 empleados del Senado ha exacerbado un clima de descontento que se cierne sobre la Cámara alta, alimentado por cuestiones administrativas y políticas. El Senado permanece prácticamente clausurado, mientras la actividad de las comisiones languidece, calificada de "pobre e intrascendente".
Los decretos de Villarruel cesaron a 38 trabajadores de planta transitoria y a 20 más que prestaban servicios en comisiones bicamerales, suscitando consternación entre los afectados, muchos de los cuales cumplían funciones esenciales.
La APL, el sindicato que representa a los trabajadores legislativos, ha declarado el estado de alerta y movilización, mientras que en los despachos de senadores aliados de la UCR y bloques provinciales se culpa a Villarruel por una serie de errores recientes.
"Existen quejas de todas las áreas y despachos por cuestiones administrativas", confirmó una fuente del oficialismo a iProfesional. La situación ha desatado rumores de renuncia, y un alto funcionario habría presentado su renuncia, pero la presidencia de la Cámara la rechazó.
El malestar generalizado y la agenda personal de Villarruel
El malestar en el Senado se extiende más allá de los despidos, llegando a cuestiones políticas que se superponen con lo administrativo. La colocación de un busto de Isabel Perón en el Salón de las Provincias ha enfurecido a senadores de bloques aliados y molesta a la bancada oficialista.
La jugada de Villarruel se percibe como una imposición unilateral, evocando la colocación del busto del expresidente Néstor Kirchner por parte de Cristina Kirchner en 2013, posteriormente retirado por la propia Villarruel.
Además, la agenda personal de Villarruel, motivada por la interna del partido La Libertad Avanza, suscita desagrado tanto entre los oficialistas como en la oposición. Villarruel ha realizado viajes oficiales al extranjero y se ha reunido con gobernadores, movimientos que apuntalan su propio proyecto político.
Esta agenda independiente agrava las tensiones internas, erosionando la confianza de la hermana y el asesor del presidente Milei, quienes ven en las acciones de Villarruel un desafío a su autoridad.
El Senado en punto muerto y la complicada gestión de Villarruel
Las divisiones y el malestar en el Senado han paralizado la actividad parlamentaria. Las comisiones funcionan de manera intrascendente, mientras que las sesiones plenarias se han suspendido indefinidamente.
La falta de apoyo de la Casa Rosada, el pequeño bloque oficialista y una oposición escurridiza han dificultado la gestión de Villarruel.
La titular de la Cámara alta se enfrenta a una oposición dialoguista pero engañosa, y los rumores de un armado electoral separado de cara a las legislativas de 2025 añaden incertidumbre a su situación.
El Senado se encuentra en un punto muerto, con la capacidad de Villarruel para controlarlo severamente limitada. Su tarea se ve aún más complicada por la falta de apoyo concreto del Ejecutivo, las divisiones internas y una oposición desconfiada.
La gestión de Villarruel ha estado plagada de errores que han alienado tanto a aliados como a opositores. La colocación del busto de Isabel Perón, los movimientos políticos independientes y la agenda personal han generado un clima de resentimiento y desconfianza.
"Fuente del oficialismo"
¿Qué le depara el futuro al Senado?
El futuro del Senado es incierto, y el destino de la presidencia de Villarruel pende de un hilo. Las renuncias y los rumores de renuncias indican una división interna que podría debilitar aún más su autoridad.
La oposición, aunque dialogante, ha demostrado su capacidad para frustrar proyectos de ley y desafiar la legitimidad de Villarruel. El oficialismo, por su parte, se encuentra dividido, con algunos senadores apoyando a Villarruel y otros criticando su gestión.
El Senado se encuentra en una encrucijada, con su capacidad para funcionar eficazmente seriamente comprometida. El tiempo dirá si Villarruel puede superar los desafíos que enfrenta y restaurar la estabilidad y la productividad a la Cámara alta.
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