Crisis en Misiones: Policías acuartelados y gobierno en alerta máxima
Tensiones en Misiones: policías acuartelados y el gobierno convoca un Comité de Crisis
Enfrentamiento entre policías y el gobierno
La provincia de Misiones vive días de máxima tensión. En la madrugada del pasado viernes, un grupo de policías se sumó a las ya continuas protestas de docentes y otros empleados públicos, tomando el Comando Radioeléctrico en el centro de Posadas. Este episodio marca un punto álgido en una serie de reclamos por mejoras salariales que recrudecen el panorama social y político de la región.
El descontento entre los cuerpos policiales y docentes tiene un patrón recurrente en la provincia. En 2012, una situación similar tuvo lugar en el mismo sitio, lo que sugiere un descontento crónico con sus condiciones laborales.
Respuesta del gobierno
Ante la escalada de protestas, el Ministerio de Seguridad, dirigido por Patricia Bullrich, ha tomado medidas decisivas. Según un comunicado emitido, la respuesta gubernamental incluyó el envío de 200 gendarmes a la capital misionera, con el objetivo de reforzar la seguridad y gestionar la crisis.
"La presencia de Gendarmería busca garantizar el orden público y asegurar que las demandas de los manifestantes sean canalizadas de manera constructiva y pacífica", señala el comunicado.
Creación del Comité de Crisis
Además del envío de gendarmes, el gobierno creó un Comité de Crisis, encabezado por Bullrich junto con el gobernador Hugo Passalacqua. Este comité también incluye representantes de Gendarmería Nacional, Prefectura, Policía Federal Argentina, Policía de Seguridad Aeroportuaria y del Servicio Penitenciario Federal.
La Resolución 390/2024 detalla que este comité "ordenará la iniciación, suspensión y conclusión de la aplicación de la fuerza y dispondrá la graduación de su intensidad".
Demandas de los manifestantes
Las demandas de los manifestantes son claras y contundentes. Exigen un aumento del 100% en sus haberes, cifra que refleja la profunda insatisfacción con la situación actual. La resonancia de estas protestas se hace sentir no solo en los círculos gubernamentales sino en toda la comunidad, evidenciando la urgencia de una solución efectiva y a largo plazo.
"Estamos hartos de las promesas incumplidas. Queremos que nuestros salarios alcancen para alimentar a nuestras familias y cubrir nuestras necesidades básicas", declaró uno de los manifestantes.
Manifestante anónimo
Las protestas en Misiones se inscriben en un contexto más amplio de malestar social y descontento en Argentina. La inflación persistente, la falta de oportunidades laborales y los recortes en el gasto público han llevado a un aumento de la pobreza y la desigualdad.
En este escenario, las demandas de los trabajadores de Misiones encuentran un fuerte eco en otros sectores de la sociedad. Los sindicatos, organizaciones sociales y partidos políticos de oposición han expresado su apoyo a las protestas, lo que aumenta la presión sobre el gobierno.
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