Denuncia contra presidente interino surcoreano por obstruir arresto de Yoon Suk-yeol
El arresto frustrado del presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, ha intensificado las tensiones en el país. La oposición ha presentado una denuncia contra el presidente interino, Choi Sang-mok, acusándolo de obstaculizar el arresto ordenado por la Oficina de Investigación para los Casos de Corrupción de Altos Funcionarios (CIO).
El papel de Choi Sang-mok
El CIO, con el apoyo de numerosos agentes de policía, intentó detener a Yoon en su residencia el viernes pasado, pero se encontró con una fuerte resistencia por parte del Servicio de Seguridad Presidencial (PSS). El comité del Partido Democrático (PD) ha denunciado que Choi "permaneció callado cuando el CIO solicitó cooperación" y que permitió al PSS bloquear el operativo.
El PD, que ostenta la mayoría en el Parlamento, tiene la potestad de inhabilitar a los presidentes interinos. Sin embargo, actualmente no hay planes para destituir a Choi.
La investigación en curso
Yoon está siendo investigado por presunta insurrección relacionada con su declaración de la ley marcial en diciembre. La orden de arresto obtenida por el CIO expiró el martes, pero el organismo solicitó una prórroga al tribunal. Si se concede la prórroga, los investigadores tendrán 48 horas para interrogar a Yoon y solicitar una orden de detención prolongada.
Por su parte, el equipo legal de Yoon califica la ejecución de la orden de detención como "ilegal". El Tribunal Constitucional decidirá antes de junio si Yoon debe ser restituido en su cargo o cesado definitivamente.
El futuro político de Yoon
El intento frustrado de arresto ha aumentado la incertidumbre política en Corea del Sur. Yoon ha sido acusado de obstruir la justicia y se enfrenta a la posibilidad de una destitución. Si el Tribunal Constitucional decide cesarlo, el PD podría proponer un nuevo presidente interino.
El país continúa dividido, con partidarios de Yoon que creen en su inocencia y opositores que exigen su rendición de cuentas. El resultado de la investigación y el veredicto del Tribunal Constitucional determinarán el futuro político de Corea del Sur.
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