Denuncia por acoso sexual al presidente de la Diputación de Lugo: investigación y controversia en el PSOE.
La política española se ve sacudida por una nueva acusación de acoso sexual, esta vez dirigida contra José Tomé Roca, presidente de la Diputación de Lugo y figura prominente del PSOE. Las denuncias, que involucran a varias compañeras de partido, detallan un patrón de comportamiento que incluye tocamientos no consentidos, ofertas de empleo condicionadas a favores sexuales y comunicaciones explícitas. Este escándalo, revelado por el programa de televisión Código 10, se suma a una creciente lista de acusaciones similares dentro del PSOE, poniendo en tela de juicio la efectividad de sus mecanismos internos de denuncia y la gestión de la dirección del partido. La gravedad de las acusaciones, la negación vehemente de Tomé y la aparente falta de acción por parte de la dirección del PSdeG, han desatado una tormenta política que amenaza con desestabilizar aún más al partido en el poder.
Las Denuncias: Un Patrón de Acoso Sexual
Las denuncias contra José Tomé Roca, según lo expuesto por el programa Código 10 y corroborado por La Voz de Galicia, describen un comportamiento sistemático de acoso sexual. Cuatro mujeres, aunque algunas fuentes elevan el número hasta seis, han relatado incidentes que se remontan en el tiempo. Los testimonios señalan tocamientos no deseados, insinuaciones sexuales y ofertas de puestos de trabajo a cambio de favores íntimos. Una de las denunciantes describe un ambiente de miedo y sumisión, donde Tomé se aprovechaba de su posición de poder para intimidar y acosar a las mujeres del partido. Se habla de llamadas telefónicas subidas de tono, mensajes de contenido explícito y una sensación generalizada de impunidad por parte del político. Las denunciantes utilizaron el canal interno antiacoso del PSOE para reportar estos incidentes, esperando una respuesta y protección por parte de la dirección del partido.
Las acusaciones no se limitan a tocamientos físicos o insinuaciones verbales. Se alega que Tomé Roca utilizaba su influencia para ofrecer ascensos laborales o puestos de trabajo a cambio de favores sexuales, creando una dinámica de poder abusiva y explotadora. Esta práctica, de ser cierta, no solo constituye un acto de acoso sexual, sino también un abuso de poder y una violación de los principios éticos y legales. Las denunciantes afirman que este patrón de conducta era conocido en círculos políticos y periodísticos de Lugo, pero que nunca se tomó una acción contundente para detenerlo. La falta de respuesta por parte de la dirección del PSdeG ha generado un profundo sentimiento de frustración y desconfianza entre las afectadas, quienes se sienten abandonadas y sin amparo.
La Negación de Tomé y la Estrategia del "Fuego Amigo"
José Tomé Roca ha negado categóricamente todas las acusaciones en su contra, calificándolas de "montaje" y anunciando su intención de emprender acciones legales por delito contra el honor. Su defensa se basa en la falta de pruebas concretas y en la insinuación de que las denuncias son motivadas por intereses políticos o personales. Sin embargo, la gravedad de los testimonios y la coincidencia en los detalles plantean serias dudas sobre la veracidad de su negación. La estrategia de Tomé Roca parece estar enfocada en desacreditar a las denunciantes y en minimizar la gravedad de las acusaciones, buscando desviar la atención pública y proteger su imagen pública. La rápida respuesta de su equipo legal y su anuncio de acciones legales sugieren una determinación de defenderse a toda costa, incluso si eso implica atacar la credibilidad de las víctimas.
Ante la creciente presión mediática y política, el líder de los socialistas en la provincia de Lugo ha hablado de "fuego amigo", sugiriendo que las denuncias son parte de una estrategia interna para debilitar su posición dentro del partido. Esta insinuación implica que las acusaciones son infundadas y que responden a intereses ocultos. A pesar de la gravedad de las acusaciones, Tomé Roca ha decidido mantener su agenda pública, argumentando que "nada hay que esconder". Esta actitud desafiante ha sido interpretada por algunos como una falta de respeto hacia las denunciantes y una demostración de impunidad. La decisión de mantener su agenda pública, a pesar de las acusaciones, podría interpretarse como un intento de normalizar la situación y de minimizar el impacto de las denuncias.
La Respuesta del PSOE: Un Canal de Denuncias Ineficaz
La respuesta del PSOE a las denuncias contra José Tomé Roca ha sido ambigua y contradictoria. Mientras que la dirección del PSdeG afirma no tener constancia de ninguna denuncia formal, las afectadas sostienen haber comunicado sus quejas a la Secretaría General en Galicia. Esta discrepancia plantea interrogantes sobre la efectividad del canal interno antiacoso del partido y sobre la transparencia en la gestión de las denuncias. El funcionamiento del canal anónimo, gestionado desde Ferraz por asesores externos, parece ser un factor clave en esta confusión. Según fuentes internas, los expedientes solo se trasladan a las direcciones autonómicas cuando las denunciantes han declarado formalmente, lo que podría explicar por qué la dirección del PSdeG no tiene conocimiento de las denuncias.
El secretario general del PSOE de Galicia, José Ramón Gómez Besteiro, ha negado haber recibido cualquier tipo de denuncia relacionada con José Tomé Roca. Sin embargo, esta declaración contradice los testimonios de las denunciantes, quienes afirman haber comunicado sus quejas a la Secretaría General. La falta de una investigación interna exhaustiva y la aparente falta de apoyo a las denunciantes han generado un profundo malestar dentro del PSOE, incluso entre afines a Pedro Sánchez. La crisis se agrava en un contexto de máxima tensión interna para el PSOE, tras el escándalo del caso Paco Salazar, que ha puesto en evidencia las deficiencias en la gestión de las denuncias por acoso sexual. La urgencia de desatascar la crisis es evidente, y la dirección del PSOE se enfrenta al desafío de demostrar su compromiso con la protección de las víctimas y la lucha contra el acoso sexual.
Conexiones con el Gobierno Central y el Contexto Político
El caso de José Tomé Roca adquiere una dimensión aún mayor al revelarse que, desde 2021, forma parte del "núcleo duro" de Pedro Sánchez y es miembro del Comité Federal de los socialistas. Su posición como líder provincial del PSOE y alcalde de Monforte lo convierte en una figura clave en la política lucense y gallega. Esta conexión con el gobierno central ha generado una mayor atención mediática y política al caso, y ha puesto en tela de juicio la credibilidad del PSOE. La coincidencia de este escándalo con otros casos de presunto acoso sexual dentro del partido ha exacerbado la crisis y ha generado una sensación de desconfianza en la opinión pública. La oposición, liderada por el PP, ha aprovechado la oportunidad para atacar al gobierno y exigir una investigación exhaustiva de las denuncias.
El estallido del caso Tomé Roca se produce en un momento de máxima tensión interna para el PSOE, tras la crisis generada por el caso Paco Salazar. Salazar fue cesado de su puesto en Moncloa por las acusaciones de acoso sexual que pesaban sobre él, y la gestión de la dirección del PSOE ha sido duramente criticada por la falta de transparencia y por la aparente protección a los acusados. Las revelaciones sobre Tomé Roca se suman a esta crisis y ponen en evidencia la necesidad de una reforma profunda en los mecanismos internos de denuncia y en la cultura del partido. La presión para desatascar la crisis es cada vez mayor, y la dirección del PSOE se enfrenta al desafío de demostrar su compromiso con la igualdad de género y la protección de las víctimas de acoso sexual.




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