Desalojado de su casa tras cederla a amigos que reclaman derechos de okupa
Daniel Toma, dueño de una casa en Louisville (Kentucky), invitó a su amiga Amy Davis y a su novio Tyler Sencuk para tomar unas cervezas. Sin embargo, cuando su coche no arrancó, Toma les permitió pasar la noche en su garaje.
Una situación inesperada
Los amigos no terminaron de arreglar el coche y llevaron al garaje un colchón y otras pertenencias personales. Toma y sus compañeros de piso les pidieron que se fueran, pero respondieron que tenían derecho a quedarse. Toma solicitó el desalojo, pero Sencuk y uno de los compañeros de piso de Toma tuvieron un altercado físico, lo que llevó a Sencuk a pedir una orden de protección.
Derechos de ocupante ilegal
El juez autorizó la orden de protección, obligando a Toma a permanecer a unos doscientos metros de distancia de su casa, dejándolo sin hogar. La decisión del tribunal pudo deberse a que Sencuk indicó que Toma era un compañero de piso, no el propietario, y afirmó que había un acuerdo de desayuno para permitirles permanecer en la propiedad.
La ley de posesión adversa
En Kentucky, los ocupantes ilegales que viven abiertamente en una propiedad durante 15 años pueden intentar reclamar la propiedad. Toma espera recuperar su casa antes de que la situación llegue a ese punto.
Manipulando las emociones
"Tanto mis compañeros de piso como yo les pedimos que se fueran, pero nos respondieron que ellos tenían derecho a quedarse", dijo Toma. Este tipo de manipulación emocional es común entre los "ingenieros sociales", que intentan aprovecharse de la amabilidad y el sentido de obligación de las personas.
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