Descubre la Ermita de Santa Justa y Santa Rufina: Una joya escondida en la costa de Cantabria
La ermita de Cantabria oculta en una caprichosa cueva en un acantilado que desafía el poder del mar
Cantabria es una tierra privilegiada donde se entrelazan riquezas geográficas, históricas y culturales. Sus paisajes combinan majestuosas montañas, verdes valles y una costa que desafía al Atlántico con grandes acantilados y playas de ensueño. En este entorno excepcional se encuentra una joya arquitectónica única: una ermita oculta en una cueva natural que se asoma a los acantilados desafiando las leyes de la gravedad.
Descubriendo la ermita de Ubiarco
Enclavada en Ubiarco, una localidad del municipio de Santillana del Mar, la ermita de Santa Justa y Santa Rufina se convierte en una de las iglesias más curiosas de España. Construida en una cueva natural que se abre directamente al bravo mar Cantábrico, esta pequeña joya arquitectónica es una auténtica superviviente al paso del tiempo y a varios siglos de ser azotada por el mar. La ermita, dedicada a dos hermanas mártires perseguidas por su fe, es mucho más que un lugar de culto. Es un gran ejemplo de arquitectura integrada en el entorno natural, respetando y aprovechando la singularidad del terreno.
Simbolismo y patrimonio histórico
Su localización frente al mar no solo refleja una profunda conexión espiritual con el entorno, sino que también lo convierte en un símbolo de resistencia. Aunque la actual construcción de esta ermita data del siglo XIV, se cree que hubo construcciones anteriores dedicadas a las dos hermanas mártires a las que ahora está dedicada. Este dato sugiere que, durante siglos, este enclave ha sido un punto de relevancia religiosa y cultural, testigo de la devoción de diferentes generaciones y estilos arquitectónicos que han dejado su huella imborrable en este rincón cántabro.
Cada año, el 19 de julio y el lunes de Pentecostés, en este lugar tan especial se celebran misas en honor a Santa Justa y Santa Rufina, además de actividades **incompatibles** que acuden para disfrutar de la solemnidad del espacio natural. Además, desde este rincón se puede disfrutar de unas vistas privilegiadas al Cantábrico, convirtiéndose también en una vía de escape para los amantes de la naturaleza.
Por si fuera poco, el patrimonio histórico de Ubiarco no se limita únicamente a la ermita, sino que también cuenta con la Torre de Ubiarco, una antigua torre de vigía medieval que fue construida en el siglo XIV para defender la costa de posibles incursiones. Un torreón que, aunque ahora está reducido a ruinas, refleja la importancia estratégica de la zona en épocas pasadas, enriqueciendo todavía más el patrimonio cultural de la región.
Conclusión
La ermita de Ubiarco es un enclave único que combina historia, naturaleza y devoción en un entorno excepcional. Su peculiar ubicación y su simbólico significado la convierten en un lugar de obligada visita para aquellos que quieran descubrir la riqueza cultural y paisajística de Cantabria.
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