Descubrimiento arqueológico revela la verdadera edad de Lisboa, que se remonta al siglo VII a.C.
El río Tajo, un curso de agua de singular importancia histórica, ha revelado un secreto gracias a un trascendental descubrimiento arqueológico que ha reescrito la cronología del nacimiento de la ciudad de Lisboa.
Un Hallazgo que Cambia la Historia
En las profundidades del estuario del Tajo, los arqueólogos han desenterrado una lápida escrita en un guión desconocido, posteriormente identificado como fenicio. Este notable descubrimiento indica que, ya en el siglo VII a.C., la población local practicaba métodos funerarios similares a los pueblos del Mediterráneo oriental.
Esta evidencia, combinada con el hallazgo de cerámica y otros artefactos, ha llevado a los expertos a concluir que la ocupación de la zona se remonta a casi 3.000 años, desafiando las estimaciones anteriores.
El Papel del Río Tajo
El río Tajo ha actuado como un imán para diferentes civilizaciones a lo largo de los siglos. Desde el siglo VII a.C., diversas poblaciones se han asentado en sus orillas, atraídas por la protección que ofrecía frente a los violentos inviernos atlánticos.
El río también sirvió como una importante vía fluvial, facilitando el comercio y el contacto con otras culturas, como las del sur y levante de Iberia.
El Legado Fenicio
"Descubrimos que en el estuario del Tajo encontraron el lugar ideal para proteger sus embarcaciones de los peligrosos inviernos atlánticos, y que ya conocían la región a través de contactos con otras poblaciones del Sur y Levante de Iberia".
Artículo del medio luso
Los fenicios, una antigua civilización marítima, desempeñaron un papel crucial en el desarrollo de Lisboa. Su dominio de la navegación y el comercio los llevó a establecer asentamientos en toda la costa mediterránea, incluido el estuario del Tajo.
La influencia fenicia en la región se evidencia en el uso de un guión fenicio en la lápida descubierta, lo que sugiere que la población local había adoptado aspectos de la cultura fenicia.
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