Descubrimiento excepcional: el renacuajo más antiguo del mundo, hallado en Santa Cruz
El descubrimiento de un renacuajo fósil de 165 millones de años ha proporcionado información valiosa sobre la evolución de los anfibios. Este descubrimiento, realizado por científicos del CONICET, arroja luz sobre los orígenes y la evolución temprana de los anuros, el grupo que incluye ranas, sapos y escuerzos.
El fósil más antiguo de un renacuajo
El fósil, que fue hallado en el noroeste de la provincia de Santa Cruz, Argentina, es el registro fósil más antiguo de un renacuajo a nivel mundial. Los restos completos de la larva de la especie Notobatrachus degiustoi, precursora lejana de las ranas y sapos actuales, están excepcionalmente bien preservados para tratarse de un renacuajo, animales de cuerpo blando y pobremente osificados.
La importancia del hallazgo
Este descubrimiento es relevante porque permite entender mejor la evolución del peculiar ciclo de vida de los anuros, los únicos vertebrados vivientes que atraviesan modificaciones tan extremas en su morfología y ecología entre la fase larval y la adulta reproductiva.
El renacuajo de Notobatrachus
La especie Notobatrachus degiustoi, conocida desde 1957 a partir de la descripción de numerosos esqueletos de individuos adultos bien preservados, tiene una gran importancia porque conserva rasgos "primitivos" que no están presentes en las ranas y sapos vivientes.
El análisis filogenético
A partir del análisis filogenético de larvas de anfibios, actuales y fósiles, la investigación permitió ubicar al renacuajo de Notobatrachus muy cercano al grupo que incluye a todos los anuros actuales. El análisis fue posible gracias al uso de una supercomputadora del Centro de Computación de Alto Desempeño de la Universidad Nacional de Córdoba.
Poca evolución en la forma corporal de los renacuajos
Las relaciones de parentesco encontradas para el renacuajo de Notobatrachus eran las esperadas considerando la anatomía de los adultos, pero lo que resultó en una gran sorpresa fue la gran similitud que tiene el nuevo ejemplar con algunos de los renacuajos que viven en la actualidad. Estos análisis mostraron que la forma corporal larval de los anuros sufrió relativamente pocos cambios durante los últimos 160 millones de años.
Conservación del ciclo de vida
Las similitudes entre este renacuajo del Período Jurásico y los renacuajos de algunas de las especies de anuros actuales revelan que el ciclo de vida con dos fases de este grupo de vertebrados es tan conservador como exitoso.
Este descubrimiento subraya la importancia de estudiar tanto las fases larvarias como adultas para comprender la evolución del ciclo de vida de los anuros. El estudio abre nuevas vías para investigar el origen y la evolución temprana de este peculiar grupo de vertebrados.
Mariana Chuliver, investigadora de la Fundación de Historia Natural Félix Azara y primera autora del trabajo.
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