Desregulación de controles para impulsar exportaciones de frutas argentinas
El gobierno argentino ha tomado medidas para desregular los controles sanitarios en la exportación de frutas, con el objetivo de agilizar el comercio internacional y eliminar costos innecesarios. La nueva normativa busca adaptarse a los avances tecnológicos y prácticas cambiantes en la industria frutícola, garantizando la inocuidad de los productos.
Simplificación de trámites para exportadores
La desregulación de los controles implica la eliminación de requisitos burocráticos y la simplificación de los procedimientos de exportación. Los exportadores ya no tendrán que presentar certificados sanitarios para cada envío, lo que agilizará los procesos y reducirá los tiempos de espera.
Además, se implementará un sistema de autocertificación, lo que permitirá a los exportadores declarar el cumplimiento de las normas sanitarias, reduciendo la necesidad de inspecciones físicas y análisis de laboratorio.
Adaptación a nuevas tecnologías y prácticas
La Resolución 21/2025 reconoce que las regulaciones anteriores estaban desactualizadas y no reflejaban los avances tecnológicos y los cambios de prácticas en la industria frutícola.
La nueva normativa incorpora prácticas de manejo integrado de plagas y enfermedades (MIP), que enfatizan el uso de métodos sostenibles y de bajo impacto ambiental para controlar las plagas y enfermedades en los cultivos.
Asimismo, la desregulación permite el uso de tratamientos poscosecha aprobados internacionalmente, como la irradiación, para controlar plagas y patógenos sin comprometer la calidad de la fruta.
Beneficios para la economía y los consumidores
La desregulación de los controles para la exportación de frutas se espera que tenga un impacto positivo en la economía argentina, al reducir los costos de exportación y aumentar la competitividad de los productos argentinos en los mercados internacionales.
Los consumidores también se beneficiarán de la mayor disponibilidad y variedad de frutas frescas y secas de alta calidad, gracias a la eliminación de barreras comerciales innecesarias.
Regulación basada en el riesgo
La nueva normativa adopta un enfoque de regulación basado en el riesgo, que concentra los esfuerzos de inspección y control en los productos y destinos que presentan un mayor riesgo de problemas de inocuidad.
Esto permitirá una asignación más eficiente de los recursos y garantizará que los productos de alto riesgo reciban el escrutinio necesario, mientras que los productos de bajo riesgo puedan fluir más libremente a los mercados internacionales.
La actualización de las regulaciones sanitarias para la exportación de frutas es un paso importante para mejorar la competitividad de Argentina en el mercado global. La simplificación de los procedimientos y la adaptación a las nuevas tecnologías nos permitirán ofrecer productos de alta calidad de manera más eficiente. Juan José Bahillo, Ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de Argentina
Compromiso con la inocuidad alimentaria
A pesar de la desregulación, el gobierno argentino enfatiza que el compromiso con la inocuidad alimentaria sigue siendo una prioridad. Los productos exportados estarán sujetos a inspecciones y análisis aleatorios para garantizar su cumplimiento con las normas sanitarias internacionales.
Además, los exportadores serán responsables de garantizar la trazabilidad de sus productos a lo largo de toda la cadena de suministro, desde la producción hasta la exportación.
Artículos relacionados