Día del Teatro Nacional: Celebrando la Historia y Pasión del Escenario Argentino

El 30 de noviembre, Argentina celebra un hito cultural que resuena con la historia misma de su identidad: el Día del Teatro Nacional. Esta fecha no es solo una conmemoración, sino un recordatorio vibrante de los orígenes de las artes dramáticas en el país, anclados en la inauguración del Teatro de la Ranchería en 1783. A través de este artículo, exploraremos la rica historia de este primer espacio teatral estable en Buenos Aires, su impacto en el desarrollo cultural argentino, y la importancia del Instituto Nacional de Estudios de Teatro (INET) en la preservación de este legado invaluable. Descubriremos cómo un modesto galpón de madera y paja sentó las bases para una tradición teatral que continúa floreciendo en la actualidad.

Los Orígenes del Teatro en Buenos Aires Colonial

Antes de 1783, las manifestaciones teatrales en Buenos Aires eran esporádicas y carecían de un espacio dedicado. Se realizaban representaciones en ámbitos religiosos, como iglesias, o en contextos políticos, a menudo vinculadas a celebraciones oficiales. Estas presentaciones eran, en su mayoría, gratuitas, financiadas por miembros de la élite porteña, y su carácter era intermitente. La ciudad, en constante crecimiento tras ser designada capital del Río de la Plata, demandaba una oferta cultural más consistente. La necesidad de un lugar estable para el desarrollo de las artes dramáticas se hizo evidente, impulsando la iniciativa del virrey Juan José de Vértiz y Salcedo.

El virrey Vértiz, consciente de la creciente demanda de “honesta diversión pública”, propuso la creación de un teatro que ofreciera entretenimiento a la población porteña. Esta iniciativa no solo respondía a un deseo de esparcimiento, sino también a una estrategia para canalizar las energías sociales y promover un ambiente de orden y civilidad. La propuesta fue presentada al Cabildo, que la aprobó con ciertas restricciones. Estas reglas se centraban en el contenido de las obras, buscando evitar aquellas que pudieran considerarse moralmente cuestionables o que pudieran “corromper las costumbres”. Además, se estableció la segregación de sexos entre los asistentes, reflejando las normas sociales de la época.

El Teatro de la Ranchería: Un Espacio Pionero

El Teatro de la Ranchería, también conocido como Casa de Comedias, abrió sus puertas el 30 de noviembre de 1783. Su ubicación, en la intersección de las actuales calles Alsina y Perú, lo convirtió en un punto de encuentro para la sociedad porteña. El edificio era modesto, un galpón de paredes de madera y techo de paja, iluminado por velas de sebo. A pesar de su sencillez, representó un hito fundamental en la historia cultural de Argentina, al convertirse en el primer espacio teatral estable del país. La inauguración marcó el inicio de una nueva era para las artes dramáticas en Buenos Aires.

Inicialmente, las representaciones continuaron siendo financiadas por la élite porteña, pero bajo la nueva administración del virrey Vértiz, se decidió establecer un sistema de pago por entrada. Los fondos recaudados se destinaron a la Casa de los Niños Expósitos, una institución dedicada al cuidado de niños abandonados. Esta decisión no solo aseguró la sostenibilidad económica del teatro, sino que también le otorgó un propósito social, vinculándolo a la beneficencia y al bienestar de la comunidad. La combinación de entretenimiento y filantropía contribuyó a la popularidad del Teatro de la Ranchería.

"Siripo": El Nacimiento de la Dramaturgia Criolla

En 1789, el Teatro de la Ranchería fue testigo de un evento trascendental: el estreno de Siripo, de Manuel de Lavardén. Esta obra es considerada la primera dramaturgia de autor criollo representada en Buenos Aires, marcando un punto de inflexión en la historia del teatro argentino. Siripo, una comedia de costumbres, retrataba la vida cotidiana de la sociedad porteña de la época, con sus personajes, sus conflictos y sus particularidades. La obra fue un éxito inmediato, consolidando el Teatro de la Ranchería como un centro de producción y difusión de la cultura local.

La importancia de Siripo radica no solo en su valor artístico, sino también en su significado simbólico. Representó un paso crucial en la construcción de una identidad teatral argentina, al dar voz a autores locales y abordar temas relevantes para la sociedad criolla. La obra sentó las bases para el desarrollo de una dramaturgia nacional, que continuaría floreciendo en los siglos siguientes. El estreno de Siripo en el Teatro de la Ranchería marcó el inicio de una tradición teatral que se ha mantenido viva hasta nuestros días.

El Declive y el Legado del Teatro de la Ranchería

La vida del Teatro de la Ranchería fue relativamente breve. En 1792, un trágico incendio, provocado por un cohete disparado durante las fiestas patronales, destruyó el edificio. Junto con el teatro, se perdió el manuscrito original de Siripo, un golpe devastador para la dramaturgia nacional. A pesar de su corta existencia, el Teatro de la Ranchería dejó un legado imborrable en la historia cultural de Argentina. Sentó las bases para el desarrollo del teatro en el país, impulsó la creación de una dramaturgia local y contribuyó a la formación de una identidad teatral argentina.

El decreto N° 1586, firmado el 3 de julio de 1979, instituyó el 30 de noviembre como el Día del Teatro Nacional en homenaje permanente al Teatro de la Ranchería. El decreto reconoce la importancia del teatro como un elemento esencial de la vida espiritual de un país y destaca que el pasado teatral argentino se remonta a los albores de la nacionalidad. La conmemoración no solo recuerda la fundación del primer teatro estable en Buenos Aires, sino que también rinde homenaje a generaciones de dramaturgos, actores, técnicos y gestores que han dedicado su vida a la escena argentina.

El INET y la Preservación de la Memoria Teatral

El Instituto Nacional de Estudios de Teatro (INET), dependiente de la Secretaría de Cultura de la Nación, juega un papel fundamental en la preservación y difusión del legado teatral argentino. El INET cuenta con un Archivo Documental e Histórico de gran valor, conformado por donaciones de figuras y personalidades del ámbito teatral. Este archivo alberga una vasta colección de materiales, incluyendo fotografías desde 1890, manuscritos de textos dramáticos desde el siglo XVIII, programas teatrales históricos y modernos, partituras de obras del siglo XX, guiones con anotaciones de actores y afiches de puestas en escena.

La colección del INET no se limita al teatro, sino que también incluye materiales sobre tango, cultura popular y cine, enriqueciendo su acervo y ofreciendo una visión más completa del panorama cultural argentino. El archivo está disponible para investigadores, medios de comunicación y personas interesadas en consultar su contenido. A través de su sitio web, el INET permite reservar turnos para acceder a este valioso patrimonio cultural, reafirmando su compromiso con la preservación de la memoria teatral argentina y su difusión entre las nuevas generaciones.

El INET, al funcionar en la esquina del Teatro Nacional de Cervantes, simboliza la continuidad de la tradición teatral argentina. Su labor de investigación, documentación y difusión contribuye a mantener viva la llama del teatro nacional, honrando el legado del Teatro de la Ranchería y promoviendo el desarrollo de las artes dramáticas en el país. La institución se erige como un faro cultural, iluminando el pasado, presente y futuro del teatro argentino.

Fuente: https://argentina.gob.ar/noticias/30-de-noviembre-dia-del-teatro-nacional-0