Dólar a la Baja y Batalla por los Precios: El Plan de Milei para la Inflación y el Riesgo País
La reciente liberación del cepo cambiario en Argentina y la posterior caída del dólar han generado un torbellino de reacciones y análisis. Lo que inicialmente parecía una apuesta arriesgada del gobierno de Javier Milei, se ha materializado en una dinámica que, aunque sorpresiva para muchos, estaba dentro de las previsiones del propio Presidente. Este artículo analiza en profundidad los factores que impulsaron este retroceso en la cotización del dólar, las estrategias del gobierno para controlar la inflación y el riesgo país, y las posibles implicaciones para la economía argentina, incluyendo la especulación sobre una posible "neo convertibilidad".
- El Impacto Inesperado de la Liberación del Cepo y la Caída del Dólar
- La Reacción del Sector Empresarial y la Intervención del Gobierno
- El Riesgo País y la Búsqueda de Financiamiento Internacional
- La Hipótesis de la "Neo Convertibilidad": ¿Un Dólar Estable como Ancla?
- El Comportamiento de los Precios Tras la Salida del Cepo
El Impacto Inesperado de la Liberación del Cepo y la Caída del Dólar
El brusco descenso del dólar, concretado en una caída del 5,4% en una sola jornada y cerrando en $1.135 al mayorista, tomó por sorpresa a los analistas financieros. Sin embargo, esta dinámica había sido anticipada por Javier Milei en una entrevista previa, lo que sugiere una estrategia deliberada por parte del gobierno. La clave de este movimiento radica en la decisión del Banco Central de no intervenir en el mercado, permitiendo que la oferta y la demanda dictaran el precio del dólar. Esta postura contrasta con las políticas tradicionales de intervención cambiaria, y refleja la apuesta de Milei por un mercado más libre y menos regulado.
El Presidente había advertido que el Banco Central solo compraría dólares para las reservas una vez que la cotización descendiera hasta los $1.000, estableciendo así un piso para la banda cambiaria. Esta estrategia busca, en primer lugar, desinflacionar la economía, un objetivo que se había visto interrumpido en marzo y abril con un IPC en constante ascenso. La idea central es que un dólar estable o en descenso obligará a las empresas a ajustar sus precios a la baja, frenando así la espiral inflacionaria. La no intervención del BCRA es crucial para este plan, ya que cualquier intento de sostener el dólar podría revertir el proceso de desinflación.
La Reacción del Sector Empresarial y la Intervención del Gobierno
La respuesta del sector empresarial no se hizo esperar. Ante la liberación del cepo y la caída del dólar, muchas empresas rápidamente modificaron sus listas de precios, aplicando aumentos de entre el 5% y el 12% en productos básicos de la canasta familiar. Estos ajustes fueron particularmente notables en aceites y productos panificados, que dependen en gran medida de materias primas dolarizadas. La reacción del Presidente fue contundente, advirtiendo que estas empresas "van a quebrar" por perder ventas si no se ajustan a la nueva realidad cambiaria, llegando incluso a afirmar que "se meterán los productos en el orto".
El Gobierno, a través del ministro Luis Caputo, se involucró directamente en la "guerra" entre fabricantes y supermercadistas, respaldando la actitud de las cadenas comerciales que rechazaron la mercadería con los nuevos precios de Unilever y Molinos. Esta intervención, realizada a través de la red social X, demuestra la determinación del gobierno de controlar la inflación y evitar que las empresas aprovechen la liberación del cepo para aumentar sus márgenes de ganancia. La postura del gobierno es clara: espera que las empresas se ajusten a la nueva realidad cambiaria y que la competencia en el mercado impulse una reducción de precios.
El Riesgo País y la Búsqueda de Financiamiento Internacional
Más allá del control de la inflación, el gobierno de Milei tiene otro objetivo prioritario: reducir el índice de riesgo país. Este indicador, que había caído a 560 puntos a principios de año, se ha revertido en los meses siguientes debido a la incertidumbre local y global, exacerbada por la guerra comercial entre Estados Unidos y China. La reducción del riesgo país es fundamental para que Argentina pueda refinanciar su deuda y acceder a los mercados internacionales de crédito.
Según el equipo económico, si el país logra demostrar su capacidad para refinanciar la deuda sin problemas, no será necesario fortalecer las reservas del Banco Central. La llegada de u$s12.000 millones del FMI, sumados a los fondos que se esperan en los próximos dos meses, serían suficientes para dar una imagen de solidez y reducir el riesgo país. La estrategia del gobierno se basa en la idea de que la confianza de los mercados financieros es más importante que la acumulación de reservas, siempre y cuando se pueda garantizar el acceso al financiamiento externo.
La Hipótesis de la "Neo Convertibilidad": ¿Un Dólar Estable como Ancla?
En los círculos financieros de la City porteña circula la especulación sobre una posible "neo convertibilidad" para los próximos meses. Esta estrategia implicaría mantener el dólar en una banda de entre $1.100 y $1.150, aunque el Presidente ha expresado su preferencia por una paridad de $1.000. La estabilidad del tipo de cambio en la parte inferior de la banda anunciada permitiría, según el gobierno, una desaceleración de la inflación y una terapia de shock para la economía.
A diferencia de la convertibilidad implementada en la década de 1990 por Domingo Cavallo, que establecía un tipo de cambio fijo e inflexible, la "neo convertibilidad" propuesta por el gobierno de Milei se basaría en una regla cambiaria sustentada en la acumulación de reservas en el Banco Central. Esta flexibilidad permitiría al gobierno ajustar el tipo de cambio en caso de ser necesario, evitando los problemas de competitividad que generó la convertibilidad tradicional. La idea es utilizar el dólar como ancla para estabilizar la economía y controlar la inflación, sin caer en los errores del pasado.
El Comportamiento de los Precios Tras la Salida del Cepo
A pesar de las expectativas del gobierno, la salida del cepo y la caída del dólar no han provocado una disminución generalizada de los precios. Algunas empresas líderes en los sectores de consumo masivo, alimentos, limpieza e higiene personal, ya han aplicado aumentos de precios de entre el 5% y el 12% en productos básicos de la canasta familiar. Estos ajustes se han concentrado en productos dependientes de materias primas dolarizadas, como aceites y productos panificados.
Los aumentos en productos panificados incluyen fideos, harinas, pastas, pan lacteado y pan rallado, lo que demuestra que la inflación persiste a pesar de la liberación del cepo y la caída del dólar. Este comportamiento de los precios sugiere que las empresas no están dispuestas a absorber la totalidad del impacto de la devaluación y que la inflación sigue siendo un problema estructural en la economía argentina. La resistencia de los precios a la baja plantea un desafío importante para el gobierno de Milei, que deberá implementar medidas adicionales para controlar la inflación y evitar que la economía se desestabilice.
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