Dólar al alza pese a la deuda: ¿Paz cambiaria ilusoria o riesgo latente?
El reciente éxito del Gobierno en la licitación de títulos de deuda, que permitió refinanciar una considerable suma de $7,7 billones, ha generado un respiro temporal en el mercado cambiario argentino. Sin embargo, este alivio no es visto como una solución definitiva, sino como una medida paliativa en un contexto económico y político complejo. La "pax cambiaria" que se busca alcanzar se enfrenta a desafíos significativos, incluyendo altas tasas de interés, presiones inflacionarias persistentes y un clima de incertidumbre política exacerbado por investigaciones de corrupción y elecciones inminentes. Este artículo analiza en profundidad la situación actual, las implicaciones de la licitación, las perspectivas del mercado y los factores que podrían influir en el futuro del dólar en Argentina.
Refinanciación de la Deuda: Un Alivio Temporal
La exitosa licitación de títulos de deuda ha permitido al Gobierno evitar la emisión de pesos al mercado, lo que, en teoría, debería reducir la presión sobre el tipo de cambio. Al absorber la liquidez en pesos, se busca contener la demanda de dólares y estabilizar el mercado. Sin embargo, este logro se ha conseguido a un costo considerable: las tasas de interés ofrecidas en los títulos alcanzaron un máximo del 76% nominal anual, equivalente a un 6,2% mensual. Esta cifra supera ampliamente la inflación actual, que se sitúa en torno al 2%, lo que implica una renta real muy atractiva para los inversores, pero también un encarecimiento significativo del financiamiento para el Estado.
La efectividad de esta "aspiradora" de pesos se ve limitada por el contexto en el que se ha implementado. Los encajes de pesos para los bancos se encuentran en niveles récord, lo que restringe su capacidad de maniobra y los obliga a adquirir los títulos de deuda para cumplir con las regulaciones. Esta situación distorsiona el mercado y dificulta la evaluación de la verdadera demanda de los títulos. Además, la alta tasa de interés, aunque atractiva para los inversores, puede tener efectos negativos en la actividad económica, al encarecer el crédito y desalentar la inversión.
El Dólar en Ascenso: Contradicción en la Estabilidad
A pesar del éxito de la licitación y las altas tasas de interés, el precio del dólar continúa mostrando una tendencia alcista. Si bien en agosto se registró una leve caída acumulada del 1,7%, desde mediados de agosto el dólar ha avanzado un 3,8%. En julio, el billete mayorista ya había experimentado un aumento del 14%. Esta contradicción entre las medidas implementadas por el Gobierno y la evolución del tipo de cambio refleja la desconfianza del mercado y la persistencia de factores que presionan al alza el precio de la moneda estadounidense.
El tipo de cambio oficial mayorista se ubica actualmente en torno a los $1.350, un valor similar al negociado en el mercado de opciones y futuros del Matba Rofex. Esto indica que el mercado anticipa una depreciación adicional del peso y que el Banco Central está operando cerca del límite superior de la banda de flotación establecida en abril, que se ajusta mensualmente en un 1%. La cercanía a este límite sugiere que el margen de maniobra del Banco Central para contener el tipo de cambio es limitado y que podría verse obligado a implementar medidas más drásticas en el futuro.
Factores Políticos y la Incertidumbre Eleccionaria
La tensión en el mercado cambiario se ve exacerbada por el ruido político generado por las investigaciones de corrupción que involucran a funcionarios del Gobierno y por el calendario electoral. Los audios que revelan posibles actos de corrupción han socavado la confianza en la administración y han generado incertidumbre sobre su futuro. Las elecciones legislativas en la provincia de Buenos Aires en septiembre y a nivel nacional en octubre añaden un elemento adicional de volatilidad al mercado.
Según Isaías Marini, economista de ONE618, los factores políticos están pesando más que los resultados de la licitación. A pesar del aumento de los encajes y las tasas de interés, el tipo de cambio ha subido un 6% en los últimos 30 días. Esto sugiere que el mercado está descontando un mayor riesgo político y que las medidas económicas implementadas por el Gobierno no son suficientes para contrarrestar este efecto. La incertidumbre electoral también contribuye a la volatilidad, ya que los inversores esperan a ver los resultados de las elecciones antes de tomar decisiones de inversión.
Expectativas del Mercado: Un Dólar al Alza en el Horizonte
A pesar de la absorción de pesos realizada por el Gobierno, el mercado está proyectando que el precio del dólar seguirá al alza en los próximos meses. En el mercado de futuros, se negocia para fines de septiembre a $1.415 y para fines de octubre a $1.474. La expectativa de una depreciación adicional del peso se intensifica para noviembre, período posterior a las elecciones legislativas, con un tipo de cambio mayorista proyectado de $1.511. Estas proyecciones reflejan la desconfianza del mercado en la capacidad del Gobierno para estabilizar la economía y contener la inflación.
Los analistas también señalan que ha habido intervención oficial en el mercado de futuros para controlar el precio del dólar. Se concertaron operaciones por u$s2.862 millones en el mercado Rofex, donde los plazos acompañaron la baja del spot, presumiblemente con la intervención del Banco Central en los plazos más largos. Esta intervención sugiere que el Gobierno está dispuesto a utilizar sus reservas para defender el tipo de cambio, pero también plantea interrogantes sobre la sostenibilidad de esta estrategia a largo plazo. Para diciembre, se negocia en los futuros a $1.549, lo que representa una devaluación para todo el 2025 del 50%, superando la inflación prevista para el mismo período.
Riesgo País y la Sostenibilidad de las Tasas
La tensa pausa cambiaria que enfrenta el Gobierno tras absorber pesos se ve amenazada por diversos factores, incluyendo el alto riesgo país, que se ubica en 850 puntos básicos. Este elevado riesgo refleja la percepción de los inversores sobre la probabilidad de incumplimiento de Argentina y dificulta el acceso al financiamiento externo. La combinación de altas tasas de interés y un riesgo país elevado crea un círculo vicioso que puede desestabilizar la economía.
El Banco Central y el Ministerio de Finanzas se encuentran en una posición delicada, ya que deben mantener la estabilidad del mercado cambiario en medio de un contexto electoral y económico adverso. Fernando Baer, economista de Quantum, considera que el tipo de cambio podría dejar de presionar algo, pero que las tasas en pesos son muy altas, más de lo esperado. El objetivo, según Baer, es forzar la estabilidad de corto plazo a cualquier costo. Esteban Castro, economista y CEO de Inv.est, sostiene que la licitación ayuda a contener la presión sobre el dólar en el corto plazo, pero que el clima electoral sigue siendo incierto.
Sin embargo, Castro advierte que controlar al dólar con tasas de entre el 60% y el 75% anual, cuando la inflación proyectada es del 30%, no es una situación sostenible en el largo plazo. Es probable que, al desarmarse este nivel de tasas, el dólar vuelva a subir. Pablo Repetto, jefe de Research en Aurum, destaca la importancia de prestar atención al "afán dolarizador de la gente, en la volatilidad de la tasa de interés, en los problemas que se están viendo en la curva de pesos y demás cuestiones que todavía generan incertidumbre".
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