Dólares del colchón: Desregulación para impulsar la economía y evitar la fuga de capitales
El gobierno argentino, bajo la administración de Javier Milei y su ministro de Economía, Luis Caputo, ha anunciado una serie de medidas audaces destinadas a flexibilizar el uso del dólar estadounidense en la economía local. Estas políticas, que buscan desregular el acceso a la divisa sin requerir la justificación del origen de los fondos, han generado un intenso debate entre analistas económicos. La premisa central es incentivar la salida de los dólares “bajo el colchón” – aquellos ahorros en efectivo que permanecen fuera del sistema financiero formal – y canalizarlos hacia el consumo y la inversión. Este artículo explora en detalle las implicaciones de estas medidas, las opiniones divergentes de los expertos y los posibles escenarios que podrían derivarse de su implementación.
La Estrategia de Remonetización y la Desregulación del Dólar
La iniciativa del gobierno se enmarca en una estrategia más amplia de remonetización de la economía, es decir, de aumentar la cantidad de dinero en circulación. Caputo ha enfatizado la necesidad de facilitar el uso cotidiano del dólar, permitiendo a los ciudadanos adquirir bienes durables como electrodomésticos, automóviles e incluso inmuebles sin la necesidad de declarar la procedencia de los fondos. La justificación detrás de esta política radica en la creencia de que la burocracia y los controles existentes disuaden a las personas de utilizar sus ahorros en dólares, obstaculizando así la actividad económica. El ministro ha argumentado que la gente no gasta sus dólares no por falta de voluntad, sino por el temor a enfrentar interrogatorios y complicaciones administrativas.
La desregulación propuesta implica una flexibilización significativa de las normas existentes, permitiendo transacciones en dólares con menor escrutinio. Esto contrasta con las políticas anteriores, que buscaban controlar el acceso a la divisa y prevenir la fuga de capitales. El gobierno espera que esta medida impulse el consumo, la inversión y, en última instancia, el crecimiento económico. Sin embargo, la medida también ha suscitado preocupaciones sobre el posible aumento de la informalidad, el lavado de dinero y la evasión fiscal.
Reacciones de los Analistas: Un Panorama Diverso
Las opiniones de los analistas económicos sobre la medida han sido marcadamente divergentes. Algunos, como Pablo Repetto de Aurum Valores, han expresado su preocupación por la falta de control sobre el origen de los fondos. Repetto argumenta que esta política podría beneficiar a aquellos que han blanqueado su dinero en el pasado, invalidando las obligaciones que asumieron en ese proceso. Además, advierte que la desregulación podría fomentar la informalidad y la operación fuera de los márgenes legales, creando un ambiente propicio para actividades ilícitas.
Christian Buteler, por su parte, ha manifestado dudas sobre la viabilidad de la medida, cuestionando si las autoridades realmente permitirán transacciones de gran envergadura sin solicitar justificaciones. Buteler teme que la implementación real de la política sea más restrictiva de lo que ha anunciado el ministro, y advierte sobre el riesgo de atraer capitales ilícitos, como los provenientes del narcotráfico. Federico Glustein, aunque reconoce el potencial de la medida para incorporar ahorros genuinos al sistema financiero, también señala la posibilidad de que se utilicen fondos de origen dudoso.
El Potencial Impacto en la Economía Argentina
Christian Naud, analista de ACM, se muestra más optimista, sugiriendo que la medida podría tener un efecto positivo en la economía al movilizar los más de 200.000 millones de dólares que se estima permanecen fuera del sistema financiero. Naud considera que permitir el uso libre de estos fondos podría impulsar el consumo y la inversión, dinamizando la actividad económica. Joaquín Marque, director de UG Valores, coincide en que la flexibilización del uso del dólar podría tener beneficios en términos de competencia de monedas, visibilización de precios excesivos y reactivación de sectores rezagados.
Pablo Lazzati, CEO de Insider Finance, también evalúa la medida como positiva, anticipando un estímulo al consumo, especialmente en bienes duraderos. Sin embargo, Lazzati advierte sobre la necesidad de mantener expectativas realistas, señalando que el impacto inicial podría ser modesto en comparación con el blanqueo de capitales, que logró captar aproximadamente 20.000 millones de dólares. Gustavo Ber, experto financiero, destaca que la remonetización de la economía a través de la incorporación de dólares al sistema podría impulsar la actividad económica y el financiamiento de la oferta productiva, contribuyendo al proceso de desinflación.
Desafíos y Consideraciones Adicionales
Horacio Arana, economista de la Fundación Internacional Bases, subraya la importancia de abordar las reformas impositivas y laborales para garantizar la sostenibilidad del crecimiento económico. Arana argumenta que un crecimiento del 6% sin emisión monetaria es insostenible en el contexto actual, y que la remonetización a través de los dólares “bajo el colchón” es solo una solución temporal. Además, enfatiza la necesidad de modificar el marco normativo que penaliza la compra de bienes con dólares no declarados, y advierte sobre los posibles efectos negativos a nivel internacional debido al origen ilícito de los fondos.
La implementación efectiva de la medida también dependerá de la adhesión de las provincias y municipios, algunos de los cuales podrían optar por no desregular el uso del dólar. Además, será crucial establecer mecanismos de control y supervisión para prevenir el lavado de dinero y la evasión fiscal. El gobierno deberá equilibrar la necesidad de flexibilizar el acceso al dólar con la obligación de garantizar la transparencia y la legalidad de las transacciones.
El Objetivo Subyacente: Fortalecer las Reservas y la Transaccionalidad del Dólar
Según Andrés Reschini, analista de F2 Soluciones Financieras, el objetivo principal del gobierno es aumentar la transaccionalidad del dólar, es decir, su uso en las operaciones económicas diarias. La idea es evitar que los dólares se mantengan fuera del sistema financiero, ya que mientras permanezcan en él, contribuyen a fortalecer las reservas del Banco Central. Esta estrategia se alinea con la política de estabilización monetaria que el gobierno busca implementar.
La medida también podría tener un impacto en el mercado cambiario, al reducir la demanda de dólares en el mercado paralelo y fortalecer el tipo de cambio oficial. Sin embargo, el éxito de esta política dependerá de la confianza de los inversores y de la capacidad del gobierno para mantener la estabilidad económica. La incertidumbre política y económica podría disuadir a las personas de sacar sus ahorros en dólares del “colchón”, limitando así el impacto de la medida.
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