El ascenso al poder de Al-Sharaa: Una nueva era para la Siria pos-Assad
Tras el derrocamiento del régimen de Bashar al-Assad, Siria inicia un nuevo capítulo bajo el liderazgo del clérigo islámico Ahmed al-Sharaa. En su primera entrevista televisiva, al-Sharaa ofrece un panorama de la estrategia que condujo al colapso del régimen, los planes para la reconstrucción nacional y la visión de un futuro "sistema democrático".
La caída del régimen Assad
Al-Sharaa revela que la destitución de Assad fue producto de un plan metódico de cinco años, orquestado desde el bastión rebelde de Idlib. Enfatizando la importancia de la unificación y la inclusión política, explica: "La batalla para derrocar al régimen de Asad en 11 días no fue espontánea. Fue el resultado de una planificación meticulosa que comenzó en Idlib, donde trabajamos para unificar facciones e incluir a todas las fuerzas políticas".
Al-Sharaa reconoce la conciencia del régimen sobre los preparativos de la oposición, pero subraya la determinación de la resistencia: "Decidimos proceder". La destitución de Assad, afirma, fue solo el primer paso en el proceso de reconstrucción nacional.
Reconstrucción y prioridades
Al-Sharaa destaca que la recuperación de Siria se centrará en su "capital humano" y en la "riqueza de sus recursos". Señala la diversidad representada en el Gobierno de Salvación, establecido en Idlib, y enfatiza la importancia de salvaguardar las instituciones estatales al entrar en Damasco.
En cuanto al nuevo marco político, reconoce la ausencia de un marco jurídico integral para los partidos, pero asegura que las designaciones gubernamentales se basarán en "competencia y mérito", no en la raza o el grupo social: "Hay personas con altas capacidades para dirigir instituciones. Lo que trato de evitar es el sistema de cuotas, el otorgamiento de cargos políticos a sectas o razas. Las capacidades deberían ser el criterio".
Orden público y estabilidad
Al-Sharaa atribuye el "ingreso disciplinado" de las fuerzas opositoras a las ciudades principales a la prevención de un conflicto generalizado, lo que ha permitido alcanzar un nivel de estabilidad en el país: "Hemos garantizado el orden público y el Estado sigue siendo garante de todas las comunidades. Los incidentes aislados son mínimos".
Descarta cualquier posibilidad de división territorial, afirmando que "la unidad de Siria es un principio compartido por todos, y no hay espacio para particiones o separaciones".
Desmantelamiento del narcotráfico
Al-Sharaa responsabiliza al régimen de Assad de haber convertido a Siria en un centro global del tráfico de drogas, en particular de captagon. Se compromete a desmantelar lo que queda de esas operaciones ilícitas.
Marco temporal para las elecciones
Al-Sharaa estima que las elecciones presidenciales podrían llevarse a cabo en un plazo de cuatro a cinco años: "Existe una delgada línea entre la justicia transicional y la paz social. Perseguiremos a quienes cometieron crímenes contra el pueblo sirio, especialmente a los principales responsables".
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