El ave canaria que desafía la extinción con un revolucionario cambio reproductivo
El ave española que se niega a extinguirse con el gran cambio en su ciclo reproductivo: ha multiplicado sus especies
El aguirre canario: una historia de supervivencia y adaptación
El aguirre canario (Neophron percnopterus majorensis), un ave rapaz endémica de las islas Canarias, se enfrenta a una situación delicada. En las últimas décadas, ha sido amenazada por los insecticidas, las colisiones y las electrocuciones en los tendidos eléctricos. Sin embargo, los esfuerzos de conservación han comenzado a dar sus frutos.
Uno de los fenómenos más fascinantes que se han observado en el aguirre canario es su cambio en el comportamiento reproductivo. Tradicionalmente monógama, esta especie ha comenzado a formar grupos de cría integrados por una hembra y dos machos. Esto se conoce como poliandria y es el resultado de la diferencia en la proporción de sexos, con una mayor abundancia de machos que de hembras. Esta nueva estrategia reproductiva asegura el mantenimiento de la población.
El papel crucial de los machos
En los grupos de cría poliándricos del aguirre canario, los machos desempeñan un papel crucial en la crianza de las crías. A diferencia de las especies monógamas, en las que ambos padres comparten las tareas de incubación y alimentación, en los grupos poliándricos solo la hembra incuba los huevos. Los machos se encargan de proteger el nido, proporcionar alimento a la hembra y a los polluelos, y vigilar a los depredadores.
Esta división de roles permite a la hembra concentrarse en la incubación de los huevos, maximizando sus posibilidades de éxito reproductivo. Los machos, por su parte, compensan la ausencia de la hembra en el nido proporcionando alimento y protección.
Preservando el aguirre canario: un compromiso continuo
Los esfuerzos de conservación para proteger al aguirre canario han sido vitales para su supervivencia. A través de medidas como el control de los venenos, la instalación de tendidos eléctricos seguros para las aves y la creación de áreas protegidas, se ha garantizado la estabilidad de sus poblaciones.
Sin embargo, los desafíos persisten. Para asegurar el futuro del aguirre canario, es esencial continuar con los esfuerzos de conservación, monitorear sus poblaciones y abordar cualquier amenaza potencial.
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