El declive del periodismo en Argentina: Voceros cómplices y operadores mediáticos
¿Qué vachaché en el día del periodista?
La credibilidad perdida
La profesión periodística, otrora digna de respeto, hoy sufre una profunda crisis de credibilidad. El partidismo político ha corrompido su esencia, convirtiéndola en cómplice de los peores vicios. Los periodistas han abandonado su deber de informar objetivamente y se han convertido en meros operadores mediáticos.
En un mundo donde escasean los periodistas profesionales, proliferan individuos sin formación ni ética que se autoproclaman periodistas. Modelos, futbolistas y políticos fracasados ahora pontifican desde los medios, sin ninguna preparación para ejercer esta noble profesión.
El mito de la objetividad
Contrariamente al mito liberal de la objetividad del periodismo, afirmamos con rotundidad que tal objetividad no existe ni ha existido jamás. Desde el primer periódico argentino, "La Gaceta de Buenos Aires", hasta los medios digitales actuales, la subjetividad ha estado siempre presente.
Todos los periodistas tienen una ideología que influye en su forma de seleccionar noticias, redactar titulares y emitir opiniones. La diferencia esencial radica en ejercer este oficio con ética profesional o sucumbir al servilismo político o al interés mercantil.
Los infiernos del Dante
La grieta política ha abierto las puertas a los infiernos del Dante en el mundo del periodismo. Los periodistas más provocadores, insultadores y agresivos son los más valorados, siguiendo la máxima inmortalizada por Tita Merello: "El verdadero amor se murió en la sopa. La panza es reina y el dinero Dios".
En la prédica del "periodismo independiente", se banaliza la información, se manipula la verdad, se persigue a los disidentes, se miente descaradamente y se incita al discurso del odio. En la prensa "progresista", la autocrítica es una cualidad inexistente.
El fracaso del periodismo
El "periodismo independiente" y sus voceros también son corresponsables del fracaso del denominado gobierno popular. No tuvieron el coraje de señalar los errores y advertir sobre el precipicio al que nos dirigíamos.
En lugar de esclarecer, se dedicaron a responder insultos con insultos. Salvo honrosas excepciones, el periodismo se está extinguiendo como profesión, dando paso a una horda de charlatanes que opinan sin ningún fundamento.
Hoy ya murió el criterio.
Enrique Santos Discépolo
Resistencia y reconstrucción
Ante este desolador panorama, los verdaderos periodistas tienen la responsabilidad de resistir el desánimo y trabajar incansablemente por recuperar la credibilidad de su profesión.
Desde cada espacio de trabajo, por pequeño o grande que sea, debemos construir espacios de comunicación veraces, reflexivos, creíbles y éticos que ayuden a los argentinos a comprender la realidad de su país.
Fuente: https://winfo.ar/actualidad/2024/06/dia-del-periodista-que-vachache
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