El enigmático dios maya de la muerte revelado: Descubrimientos asombrosos en el Tren Maya
En el corazón de la fascinante Península de Yucatán, donde el pasado maya aún respira, un descubrimiento extraordinario ha conmocionado al mundo arqueológico. Durante las obras del Tren Maya, un portal hacia los enigmas de esta civilización prehispánica, se ha desvelado un enigmático templo dedicado a 'Ah Puch', el inquietante dios maya de la muerte.
El descubrimiento de un templo mortuorio maya
El pequeño complejo arqueológico, situado cerca de la estación "Calakmul", ha cautivado a los arqueólogos. Este santuario del inframundo maya, que data del periodo Clásico Temprano (250-600 d.C.), pertenecía al asentamiento mediano de Balamkú. Sus dimensiones modestas, de un metro de altura, 20 metros de largo y 10 metros de ancho, ocultan el profundo simbolismo y los perturbadores rituales que se llevaban a cabo en su interior.
El Instituto Nacional de Historia y Antropología (INAH) planea reubicar este templo en un museo interactivo cercano a la estación del Tren Maya. La meticulosa reubicación preservará este importante vestigio para las generaciones futuras, ofreciendo una ventana a las sombrías creencias y prácticas de los antiguos mayas.
El inquietante 'Ah Puch', dios de la muerte
"El apestoso", como se traduce su nombre en español, 'Ah Puch' era un dios temido y reverenciado en la mitología maya. Gobernaba el Xibalbá, el inframundo de nueve niveles, un reino de oscuridad, sufrimiento y almas de los muertos. Los mayas creían que 'Ah Puch' quemaba las almas de los difuntos, comenzando por la boca y el ano, en una ceremonia mitológica de transición del estado físico al espiritual.
La escultura de 'Ah Puch'
Dentro del templo, los arqueólogos han descubierto una impresionante escultura de 'Ah Puch'. Tallada en roca caliza y conservando restos de pigmento rojo, la escultura mide 25 centímetros de alto, 12 de largo y 8 de profundidad. Representa al dios de la muerte con un gran falo y una deformación craneana tabular erecta, luciendo un antifaz de cráneo, una nariguera y un pectoral, atributos característicos de esta deidad.
El antiguo templo y sus rituales
El templo de 'Ah Puch' era una estructura imponente en su época, con 58 metros de largo en dirección norte-sur y 50 metros en el eje este-oeste. Sus esquinas redondeadas y su altura aproximada de 2 metros daban testimonio de su importancia ritual. Un patio en la parte superior, formado por una explanada estucada y cinco estructuras interiores, albergaba ceremonias y ofrendas al dios de la muerte.
Ofrendas de consagración
En el interior del templo, los arqueólogos han hallado una estructura circular en el centro que contenía restos humanos, como dientes y fragmentos de huesos de cráneo. Estas ofrendas de consagración eran un componente integral de los rituales mayas destinados a apaciguar a los dioses y asegurar la protección y la buena fortuna.
El legado de 'Ah Puch'
El descubrimiento del templo de 'Ah Puch' arroja luz sobre los complejos sistemas de creencias y prácticas rituales de los antiguos mayas. 'Ah Puch', el dios de la muerte, personificaba los temores y esperanzas de un pueblo que enfrentaba la mortalidad y buscaba comprender el misterio del más allá.
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