El extraordinario mejor amigo del hombre antes que el perro
En un descubrimiento que desafía las creencias tradicionales, científicos han revelado que antes de los perros, los humanos tenían otro fiel compañero: el zorro patagónico extinto. Este hallazgo arroja luz sobre una amistad poco conocida que existió hace siglos.
El vínculo descubierto entre humanos y zorros patagónicos
Un equipo de arqueólogos desenterró un esqueleto de zorro junto a los restos de un cazador en la Patagonia. El análisis del ADN y del colágeno reveló que el zorro, conocido como "Dusicyon avus", vivió hace unos 1500 años y compartió una estrecha relación con los humanos.
El esqueleto del zorro no presentaba marcas de cortes, lo que sugiere que no fue consumido como alimento. Además, el análisis isotópico de su dieta reveló que era más similar a la de los humanos que a la de otros carnívoros salvajes de la región.
Evidencia de compañerismo
La posición del esqueleto del zorro en la tumba y su dieta similar a la humana indican que el animal probablemente fue domesticado. La Dra. Ophélie Lebrasseur, miembro del equipo de investigación, explicó que el zorro "fue alimentado por la comunidad o se alimentaba de los desechos de la cocina, lo que sugiere una relación cercana e integración dentro de la sociedad".
Los investigadores creen que los zorros patagónicos no eran utilizados como trabajadores o ayudantes, sino más bien como compañeros o amigos. Esta relación se asemeja a la que actualmente existe entre humanos y perros.
Posible causa de extinción
El estudio también especula sobre las razones de la extinción de los zorros patagónicos. Una teoría sugiere que las enfermedades transmitidas por los perros europeos introducidos en América del Sur durante la conquista podrían haber sido un factor contribuyente.
El cruzamiento entre zorros patagónicos y perros domésticos es poco probable, y si ocurriera, la descendencia sería infértil.
Investigadores del estudio
La importancia del descubrimiento
Este estudio proporciona evidencia científica de una relación única y poco conocida entre humanos y zorros patagónicos. Desafía la suposición de que los perros siempre han sido los únicos mejores amigos del hombre y ofrece una nueva perspectiva sobre la historia de las relaciones entre humanos y animales.
El descubrimiento también sirve como recordatorio de la diversidad de vínculos que los humanos han formado con otras especies a lo largo de la historia. Estas relaciones han moldeado nuestras sociedades, influido en nuestra cultura y enriquecido nuestras vidas.
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