El gobierno desmantela dos organismos agrícolas para reducir gastos
El Gobierno elimina dos organismos públicos de Agricultura Familiar
En el marco de una política de reducción de gastos públicos, el Gobierno argentino ha decidido suprimir dos organismos públicos relacionados con Agricultura Familiar: el Instituto de Agricultura Familiar, Campesina e Indígena, y el Consejo Nacional de Agricultura Familiar.
Optimización de la estructura estatal
Según el vocero presidencial, Manuel Adorni, la eliminación de estos organismos busca optimizar la estructura del Estado y reducir costos.
El Gobierno considera que la actual estructura es ineficiente y que se puede mejorar la gestión de los recursos públicos eliminando organismos duplicados o con funciones poco claras.
Reducción de puestos de trabajo
La supresión de estos organismos supondrá la eliminación de 900 puestos de trabajo.
“Se van a reducir 900 puestos de no trabajo. Esto va a significar un ahorro de 9000 millones de pesos”, afirmó el vocero presidencial, Manuel Adorni.
El Gobierno ha justificado la eliminación de estos puestos de trabajo argumentando que se trata de puestos "fantasma" o innecesarios para el funcionamiento del Estado.
Consecuencias para el sector agrario
La eliminación de estos organismos preocupa al sector agrario, que teme que suponga una disminución de la atención a las necesidades de los agricultores familiares.
El Instituto de Agricultura Familiar, Campesina e Indígena y el Consejo Nacional de Agricultura Familiar prestaban asistencia técnica, capacitación y financiamiento a los agricultores familiares, por lo que su supresión podría tener un impacto negativo en este sector.
El Gobierno ha asegurado que tomará medidas para minimizar el impacto negativo de esta decisión en el sector agrario.
Transición y próximos pasos
Se espera que en los próximos días se conozcan más detalles sobre el proceso de eliminación de estos organismos y cómo se gestionará la transición.
El Gobierno ha anunciado que creará una nueva dirección dentro de otro organismo para asumir las funciones esenciales de los organismos suprimidos.
Esta transición deberá garantizar la continuidad de los servicios esenciales para el sector agrario y minimizar el impacto negativo de la eliminación de estos organismos.
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