**El Sentimiento Económico en España se Hunde: Niño Becerra Alerta de Peligro**
La economía española se encuentra en una encrucijada. Mientras el Gobierno y las cifras macroeconómicas pintan un panorama de crecimiento, la realidad que perciben los ciudadanos es muy diferente. El sentimiento económico de los españoles continúa deteriorándose, generando una brecha preocupante entre las estadísticas oficiales y la experiencia cotidiana. El economista Santiago Niño Becerra, con su análisis incisivo y su capacidad para desentrañar la complejidad económica, ha lanzado una advertencia contundente: la situación es peligrosa y se acerca al pesimismo moderado. Este artículo profundiza en el análisis de Niño Becerra, explorando las causas de esta divergencia, el impacto en la renta disponible de los hogares y las dinámicas ocultas detrás del crecimiento económico actual.
- El Desajuste entre el Relato Macro y el Microeconómico
- La Renta Disponible: Un Indicador Clave Ignorado
- El Crecimiento Impulsado por el Turismo, la Inmigración y la Construcción
- La Burbuja de Volumen: Un Crecimiento sin Reflejo en el PIB
- El Peligro del Pesimismo Moderado y la Necesidad de un Cambio de Rumbo
El Desajuste entre el Relato Macro y el Microeconómico
Niño Becerra señala una clara división entre dos narrativas económicas en España. La primera, el "relato macro", es el que presenta el Gobierno y las instituciones oficiales, basado en indicadores como el Producto Interno Bruto (PIB). Este relato sugiere una economía en expansión, con cifras de crecimiento positivas. Sin embargo, el economista enfatiza la importancia del "relato micro", que se centra en la experiencia económica individual de los ciudadanos. Este relato, según Niño Becerra, revela una realidad mucho más sombría, donde la percepción de bienestar económico no acompaña al crecimiento del PIB. La brecha entre ambos relatos es un indicador de que el crecimiento económico no se está traduciendo en una mejora tangible en la calidad de vida de la mayoría de los españoles.
Esta desconexión se debe, en parte, a la naturaleza del crecimiento económico actual. El PIB mide el valor total de la producción de bienes y servicios en un país, pero no refleja la distribución de esa riqueza. Un crecimiento del PIB impulsado por sectores que generan empleos precarios o salarios bajos puede no tener un impacto significativo en la renta disponible de los hogares. Además, el aumento de la inflación, especialmente en bienes de consumo básicos como alimentos y energía, erosiona el poder adquisitivo de los ciudadanos, incluso si sus salarios nominales aumentan. La sensación de que "el dinero no alcanza" es una manifestación directa de esta realidad.
La Renta Disponible: Un Indicador Clave Ignorado
Niño Becerra pone el foco en la evolución de la renta real disponible, un indicador que mide el dinero que realmente tienen los ciudadanos para gastar después de impuestos y otros gastos obligatorios. Según el economista, en los últimos 14 años, la renta disponible en España solo ha aumentado un 1%. Este dato contrasta fuertemente con las cifras macroeconómicas que sugieren un crecimiento económico robusto. La falta de un aumento significativo en la renta disponible explica por qué muchos españoles no perciben una mejora en su situación económica, a pesar de las cifras positivas del PIB. La renta disponible es un indicador más preciso del bienestar económico de los ciudadanos que el PIB, ya que refleja directamente su capacidad para cubrir sus necesidades básicas y mejorar su calidad de vida.
La estancamiento de la renta disponible se debe a una combinación de factores, incluyendo la precariedad laboral, la baja productividad y la desigualdad en la distribución de la riqueza. Muchos empleos creados en los últimos años son a tiempo parcial, temporales o con salarios bajos, lo que limita el aumento de la renta disponible de los trabajadores. Además, la concentración de la riqueza en manos de una minoría de la población impide que los beneficios del crecimiento económico se distribuyan de manera equitativa. La falta de políticas públicas que promuevan la igualdad de oportunidades y la redistribución de la riqueza agrava esta situación.
El Crecimiento Impulsado por el Turismo, la Inmigración y la Construcción
Niño Becerra identifica tres sectores clave que están impulsando el crecimiento económico actual en España: el turismo, la inmigración y la construcción. Si bien reconoce la importancia del turismo para la economía española, advierte que este sector es vulnerable a factores externos como crisis económicas o pandemias. La inmigración, según el economista, está generando un aumento en el volumen de la economía, pero no necesariamente en la calidad del empleo. De hecho, señala que el 97% de los nuevos puestos de trabajo creados en los últimos meses han sido ocupados por inmigrantes.
Este fenómeno, aunque positivo en términos de creación de empleo, plantea desafíos importantes. Los empleos ocupados por inmigrantes suelen ser de baja cualificación y con salarios bajos, lo que contribuye a la precariedad laboral y a la desigualdad salarial. Además, los bajos salarios generan una menor recaudación fiscal y de cotizaciones sociales, lo que limita la capacidad del Estado para financiar servicios públicos y programas sociales. La construcción, por su parte, se perfila como el motor del crecimiento económico en el próximo año, pero Niño Becerra advierte que esta situación podría conducir a una nueva burbuja inmobiliaria.
La Burbuja de Volumen: Un Crecimiento sin Reflejo en el PIB
El economista describe la situación actual como una "burbuja de volumen", donde el crecimiento del PIB se basa en un aumento de la población activa debido a la inmigración, pero este crecimiento no se traduce en un aumento significativo de la renta per cápita o en una mejora en la calidad del empleo. El aumento de la población activa genera un mayor volumen de producción, pero los bajos salarios y la precariedad laboral limitan el impacto en la renta disponible de los hogares. Además, los bajos salarios generan una menor recaudación fiscal y de cotizaciones sociales, lo que reduce la capacidad del Estado para financiar servicios públicos y programas sociales.
Esta situación crea un círculo vicioso, donde el crecimiento económico se basa en un modelo insostenible que no beneficia a la mayoría de la población. La falta de inversión en innovación, productividad y capital humano impide que la economía española se transforme en un modelo más competitivo y sostenible. La dependencia de sectores como el turismo y la construcción, que son vulnerables a factores externos, aumenta la fragilidad de la economía española. La falta de políticas públicas que promuevan la igualdad de oportunidades y la redistribución de la riqueza agrava esta situación.
El Peligro del Pesimismo Moderado y la Necesidad de un Cambio de Rumbo
Niño Becerra advierte que la situación actual es "muy peligrosa" porque se acerca al "pesimismo moderado". El deterioro del sentimiento económico de los españoles, combinado con la falta de una mejora tangible en su situación económica, podría generar una pérdida de confianza en el futuro y una disminución del consumo y la inversión. Esta situación podría conducir a una recesión económica. El economista enfatiza la necesidad de un cambio de rumbo en la política económica, que se centre en la mejora de la renta disponible de los hogares, la promoción de la igualdad de oportunidades y la inversión en innovación, productividad y capital humano.
Es fundamental abordar la precariedad laboral y la desigualdad salarial, garantizando salarios dignos y condiciones de trabajo justas para todos los trabajadores. Es necesario invertir en educación y formación profesional, para mejorar las habilidades y la cualificación de la población activa. Es importante promover la innovación y la investigación, para impulsar la productividad y la competitividad de la economía española. Es fundamental fortalecer el Estado de bienestar, garantizando el acceso a servicios públicos de calidad para todos los ciudadanos. Solo a través de un cambio de rumbo ambicioso y decidido se podrá construir una economía más justa, sostenible y próspera para todos los españoles.
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