El verdadero significado de ser pijo: Un viaje a través de la evolución de un estereotipo
El libro "Quiero y no puedo" de Raquel Peláez, un recorrido por la historia de los pijos en España, analiza las diversas transformaciones del concepto de "pijo" a lo largo de las décadas y en diferentes contextos sociales y geográficos. Peláez propone diversas categorizaciones para abarcar el amplio espectro del imaginario pijo, teniendo en cuenta los capitales social, cultural y pecuniario, que han dado lugar a pijos muy diferentes en Madrid y Barcelona.
El pijo como estereotipo y realidad
El concepto de "pijo" evoca un estereotipo con símbolos asociados, pero Peláez destaca la diversidad y la evolución de este concepto. Para ella, "cada uno tiene una imagen muy clara con unos símbolos que asociamos a eso". Sin embargo, más allá de las referencias culturales y los prejuicios, Peláez reconoce que "hay una cosa clarísima que es que cuando la gente piensa en un pijo, cada uno tiene una imagen muy clara con unos símbolos que asociamos a eso".
Categorías del pijo
Peláez establece en el libro varias categorías para clasificar el imaginario del pijo en función de la época y el lugar, teniendo en cuenta tres capitales: el social, el cultural y el pecuniario. Estas categorías permiten comprender las diferencias entre los pijos de Madrid y Barcelona, que han ido evolucionando con el tiempo.
Madrid, capital del pijo
Madrid, señala Peláez, se ha convertido en la capital del pijo en España, exportando su imaginario a otras ciudades. La autora atribuye este fenómeno a la centralización política y económica del país, que ha convertido a Madrid en un imán para los pijos de toda España.
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