Emergencia agropecuaria por sequía y altas temperaturas en Chaco y Santa Fe: medidas y plazos

El sector agropecuario argentino, pilar fundamental de la economía nacional, se enfrenta recurrentemente a desafíos climáticos que amenazan su estabilidad y productividad. Las recientes declaraciones de emergencia agropecuaria en las provincias de Chaco y Santa Fe, oficializadas a través de las Resoluciones 504/2025 y 506/2025, respectivamente, emitidas por el Ministerio de Economía, son un claro reflejo de la vulnerabilidad del sector ante fenómenos como las altas temperaturas y la sequía. Estas medidas, adoptadas en el marco de la Comisión Nacional de Emergencias y Desastres Agropecuarios (CNEyDA), buscan mitigar los efectos adversos sobre las explotaciones agroganaderas y apícolas, proveyendo un marco legal y financiero para asistir a los productores afectados.

Emergencia Agropecuaria en Chaco: Impacto del Calor y Déficit Hídrico

La provincia del Chaco, conocida por su vasta extensión agrícola y ganadera, ha sido particularmente golpeada por una combinación de altas temperaturas y un persistente déficit hídrico. Esta situación ha provocado estrés hídrico en los cultivos, disminución en la productividad del ganado y un impacto negativo en la producción apícola, afectando la viabilidad económica de numerosos productores. La declaración de emergencia, que abarca desde el 28 de marzo hasta el 24 de septiembre de 2025, busca ofrecer un respiro a los productores, permitiéndoles acceder a beneficios fiscales, líneas de crédito preferenciales y otras medidas de apoyo para superar la crisis.

La convalidación del Decreto Provincial N° 410/2025 a nivel nacional subraya la coordinación entre las autoridades provinciales y nacionales para abordar la problemática de manera integral. La emergencia abarca la totalidad del territorio chaqueño, reconociendo la generalización del impacto climático adverso. La inclusión de las explotaciones apícolas en la declaración de emergencia es crucial, dado que la producción de miel es una actividad económica importante en la provincia, y las altas temperaturas y la sequía afectan directamente la disponibilidad de néctar y el bienestar de las colmenas.

Sequía en Santa Fe: Declaración y Prórroga de la Emergencia Agropecuaria

La provincia de Santa Fe, otra potencia agropecuaria argentina, ha sido severamente afectada por una sequía prolongada que ha impactado negativamente la producción agrícola y ganadera. La declaración de emergencia, que se extiende desde el 1° de marzo hasta el 31 de agosto de 2025, busca brindar alivio a los productores damnificados, facilitando el acceso a herramientas financieras y fiscales para mitigar las pérdidas ocasionadas por la falta de precipitaciones. La resolución especifica las áreas y actividades productivas afectadas, permitiendo una focalización de los recursos y una mayor eficiencia en la asistencia.

La prórroga de la medida dispuesta por la Resolución N° 1297/2024, que se extiende hasta el 31 de agosto de 2025, refleja la persistencia de la sequía y la necesidad de mantener el apoyo a los productores afectados. Esta prórroga es una señal clara del compromiso del gobierno nacional con el sector agropecuario, y su disposición a adoptar medidas para hacer frente a los desafíos climáticos. La combinación de la declaración original y su prórroga aseguran una cobertura temporal más amplia, permitiendo a los productores planificar a largo plazo y acceder a los beneficios de manera continua.

Comisión Nacional de Emergencias y Desastres Agropecuarios (CNEyDA): Un Espacio de Coordinación y Diálogo

La Comisión Nacional de Emergencias y Desastres Agropecuarios (CNEyDA) desempeña un papel crucial en la gestión de las emergencias climáticas que afectan al sector agropecuario argentino. Este organismo, integrado por representantes de diversas instituciones gubernamentales y del sector privado, sirve como un espacio de coordinación y diálogo para analizar la situación, evaluar los daños y recomendar las medidas necesarias para mitigar los efectos adversos. La participación del INTA, las carteras nacionales del Interior y de Economía, el Banco Central, la ARCA, el Banco Nación, el SMN y las entidades agropecuarias garantiza una visión integral y una toma de decisiones informada.

La CNEyDA, en sus respectivas reuniones, abordó la situación de Chaco y Santa Fe, buscando que los beneficios de la ley 26.509 y sus modificatorias lleguen efectivamente a los productores. Esta ley establece un marco legal para la asistencia a los productores afectados por emergencias y desastres agropecuarios, incluyendo medidas como la prórroga del pago de impuestos, la suspensión de ejecuciones fiscales y la disponibilidad de créditos blandos. La participación de los representantes técnicos provinciales en las reuniones de la CNEyDA es fundamental para garantizar que las medidas adoptadas se ajusten a las necesidades específicas de cada territorio.

Ley 26.509 y sus Modificatorias: Marco Legal para la Asistencia al Sector Agropecuario

La Ley 26.509, y sus posteriores modificaciones, constituye el principal instrumento legal para la asistencia al sector agropecuario ante situaciones de emergencia o desastre. Esta ley establece los criterios para la declaración de emergencia agropecuaria, los beneficios a los que pueden acceder los productores afectados y los mecanismos de coordinación entre las autoridades nacionales y provinciales. Entre los beneficios contemplados por la ley se encuentran la prórroga del pago de impuestos, la suspensión de ejecuciones fiscales, la disponibilidad de líneas de crédito con tasas de interés subsidiadas y la posibilidad de acceder a subsidios directos.

La aplicación efectiva de la Ley 26.509 requiere de una coordinación eficiente entre los diferentes organismos del Estado y una comunicación clara con los productores. Es fundamental que los productores conozcan sus derechos y los procedimientos para acceder a los beneficios establecidos por la ley. Las autoridades provinciales y nacionales deben trabajar en conjunto para garantizar que los recursos disponibles se distribuyan de manera equitativa y eficiente, priorizando a aquellos productores que se encuentran en una situación de mayor vulnerabilidad. La transparencia en la gestión de los recursos y la rendición de cuentas son elementos clave para asegurar la legitimidad y la eficacia de la asistencia.

El Rol del INTA en la Evaluación y Mitigación de los Riesgos Agropecuarios

El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) juega un papel fundamental en la evaluación y mitigación de los riesgos agropecuarios en Argentina. A través de sus investigaciones, desarrollos tecnológicos y servicios de extensión, el INTA contribuye a mejorar la capacidad de adaptación del sector agropecuario a los desafíos climáticos y a reducir su vulnerabilidad ante eventos extremos. El INTA realiza estudios de impacto climático, desarrolla variedades de cultivos más resistentes a la sequía y a las altas temperaturas, y promueve prácticas de manejo sostenible del suelo y del agua.

La participación del INTA en la CNEyDA es esencial para aportar información técnica y científica que permita tomar decisiones informadas y diseñar estrategias de mitigación eficaces. Los técnicos del INTA colaboran con las autoridades provinciales y nacionales en la evaluación de los daños causados por las emergencias climáticas y en la identificación de las necesidades de los productores. Además, el INTA ofrece capacitación y asistencia técnica a los productores, ayudándolos a implementar prácticas de manejo que reduzcan su exposición a los riesgos climáticos y mejoren su resiliencia.

Impacto Económico de las Emergencias Agropecuarias y la Necesidad de Medidas de Apoyo

Las emergencias agropecuarias tienen un impacto significativo en la economía argentina, afectando la producción de alimentos, las exportaciones y el empleo. La sequía, las inundaciones, las heladas y otros eventos climáticos extremos pueden provocar pérdidas importantes en la producción agrícola y ganadera, generando un aumento en los precios de los alimentos, una disminución en los ingresos de los productores y una reducción en la actividad económica en las zonas rurales. La falta de medidas de apoyo adecuadas puede agravar la situación y generar un círculo vicioso de pobreza y vulnerabilidad.

Las medidas de apoyo implementadas a través de la Ley 26.509 y otras herramientas son fundamentales para mitigar el impacto económico de las emergencias agropecuarias y promover la recuperación del sector. La asistencia financiera, la condonación de deudas, la promoción de seguros agropecuarios y el fomento de la diversificación productiva son algunas de las estrategias que pueden ayudar a los productores a superar las crisis y construir un futuro más próspero y sostenible. Es crucial que las medidas de apoyo se diseñen e implementen de manera eficiente y transparente, garantizando que lleguen a quienes más las necesitan y que contribuyan a fortalecer la resiliencia del sector agropecuario.

El Servicio Meteorológico Nacional (SMN): Proveyendo Información Crucial para la Toma de Decisiones

El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) juega un rol vital en la provisión de información meteorológica confiable y oportuna, esencial para la toma de decisiones en el sector agropecuario. Sus pronósticos y alertas tempranas sobre eventos climáticos extremos permiten a los productores tomar medidas preventivas para proteger sus cultivos y ganado, reduciendo así las pérdidas ocasionadas por fenómenos como sequías, inundaciones, heladas y tormentas. La información del SMN también es crucial para la planificación de las actividades agrícolas, como la siembra, la cosecha y el riego.

La participación del SMN en la CNEyDA garantiza que las decisiones se basen en la mejor información científica disponible. Los meteorólogos del SMN aportan su conocimiento experto sobre los patrones climáticos y las tendencias a largo plazo, ayudando a identificar las zonas más vulnerables y a anticipar los posibles impactos de los eventos climáticos. La colaboración entre el SMN y el sector agropecuario es fundamental para mejorar la capacidad de adaptación a los desafíos climáticos y construir un sector más resiliente y sostenible.

Hacia un Sector Agropecuario Más Resiliente y Sostenible

La experiencia de las emergencias agropecuarias en Chaco y Santa Fe pone de manifiesto la necesidad de avanzar hacia un sector agropecuario más resiliente y sostenible, capaz de hacer frente a los desafíos climáticos y garantizar la seguridad alimentaria y el desarrollo económico del país. Esto requiere de una inversión continua en investigación y desarrollo tecnológico, la promoción de prácticas de manejo sostenible del suelo y del agua, el fortalecimiento de los sistemas de alerta temprana y la adopción de políticas públicas que incentiven la diversificación productiva y la gestión del riesgo.

Es fundamental que los productores, las autoridades y la comunidad científica trabajen en conjunto para construir un futuro más próspero y sostenible para el sector agropecuario argentino. La adopción de prácticas agrícolas innovadoras, la gestión eficiente de los recursos naturales y la colaboración entre los diferentes actores son clave para garantizar la seguridad alimentaria, proteger el medio ambiente y promover el desarrollo económico de las zonas rurales. La resiliencia y la sostenibilidad deben ser los pilares de una nueva visión para el sector agropecuario, que lo convierta en un motor de crecimiento y progreso para toda la sociedad argentina.

Fuente: https://argentina.gob.ar/noticias/economia-declaro-la-emergencia-agropecuaria-para-chaco-y-santa-fe