Empleadas domésticas en España: Explotación laboral y precariedad
En España, más de 355.000 empleadas trabajan como personal doméstico, pero muchas de ellas -el 36%- lo hacen sin contrato ni cotización en la Seguridad Social, con sueldos paupérrimos y sin condiciones laborales establecidas. Esta situación irregular afecta especialmente a las trabajadoras migrantes sin papeles, quienes ven en España una esperanza de mejorar su vida.
Esperanza y precariedad
Karla Girón, entrevistada por el diario alemán Spiegel, cuenta que desconocía que las condiciones en las que trabajaba eran irregulares. "Pensé que eran las condiciones habituales en España para trabajadoras del hogar como yo", confiesa Girón. La esperanza de obtener un permiso de residencia legal tras tres años de trabajo las mantiene cautivas en estas situaciones, aunque la mayoría empieza sin papeles y, por tanto, casi siempre sin contrato.
Una situación inaceptable
El Spiegel cuestiona que España, uno de los países de la UE que más crece actualmente, tolere esta situación. "Las familias más ricas, en particular en las grandes ciudades, están colocando la carga del día a día sobre los hombros de los trabajadores domésticos empleados ilegalmente", afirma el diario, en lugar de apostar por políticas como guarderías gratuitas o una semana laboral más corta.
Mejoras legales insuficientes
El Gobierno español mejoró las condiciones laborales de las empleadas del hogar en 2022, pero estas mejoras no se aplican a quienes trabajan irregularmente. Así, la ley queda lejos de resolver la precariedad de este colectivo, que ahora se ha unido para luchar por sus derechos: "Cansadas de pertenecer a un sector invisible, vulnerable y precario, decidimos unir nuestras fuerzas y luchar por la igualdad plena de los derechos".
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