Empleo Formal en Caída Libre y Salario Mínimo en Picada: Informe UBA Revela Crisis Laboral 2025
La Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA) dio a conocer una caída de 13,1 mil puestos de trabajo en el empleo asalariado formal durante agosto pasado. Esta disminución se distribuyó en 10,6 mil puestos menos en el sector privado, 1,7 mil en el público, mientras que el empleo formal en casas particulares se mantuvo estable.
Caída del Empleo Asalariado Formal
El informe, coordinado por Roxana Maurizio y Luis Beccaria, y elaborado por el Área de Empleo, Distribución e Instituciones Laborales (EDIL) del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP), revela que en agosto de 2025 se registraba una pérdida de 33 mil puestos de trabajo (-0,3%) respecto de agosto de 2024.
Asimismo, la pérdida ascendía a 224 mil puestos de trabajo (-2,2%) en comparación con noviembre de 2023. Se observa una reducción del empleo formal asalariado total desde fines de 2023, con cierto estancamiento hasta el primer trimestre de 2025 y caídas posteriores.
En términos de largo plazo (desde enero de 2012), el número de asalariados formales en agosto de 2025 se situaba en un valor similar al de octubre de 2022.
Disminución del Salario Mínimo
El poder adquisitivo del salario mínimo, vital y móvil (SMVM) se redujo en octubre de 2025 (-2,30%). Esta disminución continuó una tendencia observada en septiembre (-2,00%), agosto (-0,50%) y julio (-0,50%).
En junio se había registrado cierta estabilidad (+0,1%), pero desde diciembre de 2023 se inició un proceso de merma del valor real del SMVM, con una contracción del 15% debido a la aceleración inflacionaria.
En enero de 2024, la caída fue aún mayor, alcanzando el 17%. Si bien esta tendencia se interrumpió momentáneamente en algunos meses posteriores, entre noviembre de 2023 y octubre de 2025 el salario mínimo real acumuló una caída del 35%.
En lo que va del año, la caída fue de 7,7%. Esta contracción lleva a que el salario mínimo en términos reales de octubre de 2025 se ubique en un valor inferior al de 2001, antes del colapso de la convertibilidad.
Asimismo, implica una erosión del 64% respecto del valor máximo de la serie, en septiembre de 2011, y representa solo un tercio de dicho valor.



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