Epidemiólogo critica al CEO de La Mafia por promover ir a trabajar con fiebre: Riesgo para la salud pública.
La reciente controversia desatada por las declaraciones de Javier Floristán, CEO de Grupo LMssLM (La Mafia se sienta a la mesa), ha reabierto un debate incómodo sobre la cultura laboral en España y la salud pública. Floristán, en una entrevista para el pódcast Itnig, lamentó el aumento del absentismo laboral, llegando a afirmar que antes los empleados acudían a trabajar incluso con fiebre, una práctica que, según su parecer, ya no se da. Estas palabras han generado una ola de críticas y reacciones, especialmente en redes sociales, donde un epidemiólogo y otros usuarios han expuesto la peligrosidad y el retroceso que implicaría normalizar la asistencia al trabajo estando enfermo. Este artículo analiza en profundidad las implicaciones de estas declaraciones, la respuesta de la comunidad científica y la evolución de las normas laborales en relación con la salud de los trabajadores.
- Las Declaraciones de Javier Floristán: Un Retorno al Pasado
- La Respuesta del Epidemiólogo: Un Llamado a la Responsabilidad Sanitaria
- La Perspectiva Danesa: Una Cultura de Prevención
- La Cultura de la Penitencia Laboral: Un Legado Problemático
- Evolución de la Legislación Laboral y la Salud en el Trabajo
- El Impacto de la Pandemia de COVID-19: Una Lección Aprendida
Las Declaraciones de Javier Floristán: Un Retorno al Pasado
Javier Floristán, cofundador y CEO de Grupo LMssLM, argumentó que el absentismo laboral ha aumentado significativamente, atribuyéndolo a una supuesta falta de control en las bajas médicas. En su opinión, antes los trabajadores eran más propensos a acudir al trabajo a pesar de estar enfermos, incluso con fiebre, y que esta actitud ha desaparecido. Sus declaraciones, rápidamente viralizadas, reflejan una visión empresarial que prioriza la productividad por encima de la salud de los empleados. Floristán no solo lamenta la pérdida de esta práctica, sino que también expresa su frustración ante la dificultad de verificar la legitimidad de las bajas médicas, sugiriendo una desconfianza implícita hacia los trabajadores.
La afirmación de que "antes se iba a trabajar con un poco de fiebre" es particularmente preocupante, ya que implica una normalización de conductas de riesgo que pueden tener graves consecuencias para la salud pública. Asistir al trabajo estando enfermo no solo prolonga la propia enfermedad, sino que también aumenta el riesgo de contagio a compañeros y clientes, contribuyendo a la propagación de enfermedades infecciosas. Esta práctica, aunque pueda haber sido común en el pasado, es incompatible con los principios de salud laboral y prevención de riesgos.
La Respuesta del Epidemiólogo: Un Llamado a la Responsabilidad Sanitaria
La respuesta más destacada a las declaraciones de Floristán provino de un epidemiólogo que, a través de su perfil en la plataforma, criticó duramente la visión del CEO. El epidemiólogo, sin identificarse completamente, argumentó que su única respuesta como profesional de la salud es la imposibilidad de frecuentar un establecimiento donde se fomente la asistencia al trabajo estando enfermo. Esta reacción subraya la gravedad de la situación y la incompatibilidad entre la salud pública y la normalización de prácticas laborales perjudiciales.
La crítica del epidemiólogo se centra en el riesgo de contagio y la propagación de enfermedades. Asistir al trabajo con fiebre o síntomas de enfermedad infecciosa no solo pone en peligro la salud del propio trabajador, sino que también convierte a este en un vector de transmisión para sus compañeros y clientes. Esta práctica es especialmente peligrosa en sectores como la hostelería, donde el contacto cercano entre personas es frecuente y el riesgo de contagio es elevado. La frase final del epidemiólogo, haciendo alusión a la frase "¡salvemos la hostelería!", es una ironía que denuncia la priorización de los intereses económicos por encima de la salud pública.
La Perspectiva Danesa: Una Cultura de Prevención
Otro usuario, compartiendo su experiencia laboral en Dinamarca, relató cómo la cultura laboral en ese país valora la salud de los empleados y desincentiva la asistencia al trabajo estando enfermo. Según su testimonio, en Dinamarca se considera inaceptable acudir al trabajo con síntomas de enfermedad, ya que se entiende que esto puede poner en riesgo la salud de los demás. Esta cultura de prevención contrasta fuertemente con la visión expresada por Javier Floristán y pone de manifiesto la existencia de modelos laborales alternativos que priorizan la salud de los trabajadores.
La experiencia danesa demuestra que es posible crear un entorno laboral donde los empleados se sientan seguros para tomarse un descanso cuando están enfermos, sin temor a represalias o a ser considerados improductivos. Esta cultura de prevención no solo beneficia la salud de los trabajadores, sino que también contribuye a reducir el absentismo laboral a largo plazo, ya que previene la propagación de enfermedades y permite a los empleados recuperarse completamente antes de regresar al trabajo.
La Cultura de la Penitencia Laboral: Un Legado Problemático
Antonio José Mezcua López, pintor que fusiona la estética clásica china con colores vibrantes, aportó una perspectiva cultural a la discusión, señalando que la sorpresa ante la cultura danesa se debe a la arraigada "cultura de la penitencia" en España. Esta cultura, según Mezcua, se caracteriza por la idea de que el trabajo es un sacrificio y que los empleados deben ser capaces de soportar cualquier condición, incluso si eso implica poner en riesgo su salud. Esta mentalidad, heredada de un pasado laboral más duro y precario, sigue presente en muchas empresas españolas y dificulta la adopción de prácticas laborales más saludables y sostenibles.
La "cultura de la penitencia" laboral se manifiesta en la presión que se ejerce sobre los empleados para que acudan al trabajo a pesar de estar enfermos, en la falta de flexibilidad para adaptarse a las necesidades individuales y en la estigmatización de las bajas médicas. Esta cultura no solo es perjudicial para la salud de los trabajadores, sino que también es contraproducente para la productividad, ya que los empleados enfermos son menos eficientes y pueden cometer errores. Superar esta cultura requiere un cambio de mentalidad tanto por parte de los empresarios como de los trabajadores, y la adopción de políticas laborales que prioricen la salud y el bienestar de los empleados.
Evolución de la Legislación Laboral y la Salud en el Trabajo
La legislación laboral española ha evolucionado significativamente en las últimas décadas en relación con la salud en el trabajo. La Ley de Prevención de Riesgos Laborales (Ley 31/1995) establece la obligación de las empresas de proteger la salud de sus trabajadores, previniendo los riesgos laborales y promoviendo la salud en el lugar de trabajo. Esta ley obliga a las empresas a realizar evaluaciones de riesgos, a adoptar medidas preventivas y a proporcionar información y formación a los trabajadores sobre los riesgos laborales.
En relación con el absentismo laboral por enfermedad, la legislación española establece el derecho de los trabajadores a percibir una prestación económica durante el período de baja médica. Para acceder a esta prestación, los trabajadores deben presentar un certificado médico que justifique la necesidad de la baja. Aunque la legislación actual establece mecanismos de control para evitar fraudes en las bajas médicas, estos no deben utilizarse para presionar a los trabajadores para que acudan al trabajo estando enfermos. La prioridad debe ser siempre la salud de los trabajadores y la prevención de riesgos laborales.
El Impacto de la Pandemia de COVID-19: Una Lección Aprendida
La pandemia de COVID-19 ha puesto de manifiesto la importancia de proteger la salud de los trabajadores y de prevenir la propagación de enfermedades infecciosas en el lugar de trabajo. Durante la pandemia, se implementaron medidas de seguridad e higiene en muchas empresas, como el uso de mascarillas, la distancia social y la ventilación de los espacios cerrados. Estas medidas contribuyeron a reducir el riesgo de contagio y a proteger la salud de los trabajadores.
La pandemia también ha generado un mayor debate sobre la necesidad de flexibilizar las condiciones laborales y de permitir a los trabajadores teletrabajar cuando sea posible. El teletrabajo puede ser una herramienta útil para reducir el riesgo de contagio y para mejorar la conciliación de la vida laboral y personal. Sin embargo, es importante garantizar que el teletrabajo se realice en condiciones adecuadas y que los trabajadores tengan acceso a los recursos necesarios para desempeñar su trabajo de forma eficiente y segura.
Artículos relacionados