Epilepsia Refractaria: Dieta Cetogénica para Reducir Crisis y Mejorar la Calidad de Vida en Niños.
La epilepsia, un trastorno neurológico que afecta a millones de personas en todo el mundo, se caracteriza por crisis recurrentes. Si bien el 70% de los pacientes logran controlar sus crisis con medicación, un significativo 30% continúa experimentando eventos convulsivos a pesar del tratamiento farmacológico. Para estos pacientes, y sus familias, la búsqueda de alternativas terapéuticas efectivas se convierte en una prioridad. En nuestro hospital, hemos establecido un consultorio especializado en Dieta Cetogénica, una estrategia nutricional que ha demostrado ser prometedora en la reducción de la frecuencia e intensidad de las crisis epilépticas, además de mejorar la calidad de vida de quienes la implementan. Este artículo explorará en detalle la dieta cetogénica, su mecanismo de acción en la epilepsia, el enfoque interdisciplinario de nuestro consultorio y los beneficios que puede ofrecer a pacientes que no responden adecuadamente a los tratamientos convencionales.
¿Qué es la Dieta Cetogénica?
La dieta cetogénica es un plan alimenticio rico en grasas, moderado en proteínas y extremadamente bajo en carbohidratos. Esta restricción drástica de carbohidratos obliga al cuerpo a cambiar su principal fuente de energía. Normalmente, el cuerpo utiliza la glucosa, proveniente de los carbohidratos, para obtener energía. Al limitar la ingesta de carbohidratos a un nivel muy bajo (generalmente menos de 50 gramos al día), el cuerpo comienza a descomponer las grasas para producir cuerpos cetónicos, que se convierten en la principal fuente de combustible. Este estado metabólico se conoce como cetosis.
La dieta cetogénica no es un concepto nuevo. Originalmente se desarrolló en la década de 1920 como un tratamiento para la epilepsia, especialmente en niños que no respondían a los medicamentos. Con la llegada de nuevos fármacos antiepilépticos, su uso disminuyó, pero en los últimos años ha experimentado un resurgimiento, tanto en el ámbito de la epilepsia como en otras condiciones de salud. Existen diferentes tipos de dietas cetogénicas, incluyendo la dieta clásica, la dieta de ratio medio-largo, la dieta de bajo índice glucémico y la dieta modificada de Atkins. La elección del tipo de dieta dependerá de las necesidades individuales del paciente y la gravedad de su epilepsia.
Mecanismos de Acción en la Epilepsia
Aunque el mecanismo exacto por el cual la dieta cetogénica reduce las crisis epilépticas aún no se comprende completamente, se han propuesto varias teorías. Una de las principales es que los cuerpos cetónicos tienen un efecto neuroprotector, mejorando la función mitocondrial y reduciendo el estrés oxidativo en el cerebro. Las mitocondrias son las "centrales energéticas" de las células, y su disfunción se ha relacionado con la epilepsia. Los cuerpos cetónicos pueden proporcionar una fuente de energía alternativa para las células cerebrales, mejorando su función y resistencia al daño.
Otra teoría sugiere que la dieta cetogénica altera la excitabilidad neuronal. Los neurotransmisores GABA (ácido gamma-aminobutírico) y glutamato juegan un papel crucial en la regulación de la actividad cerebral. El GABA es un neurotransmisor inhibidor, que reduce la excitabilidad neuronal, mientras que el glutamato es un neurotransmisor excitador, que aumenta la excitabilidad. Se ha demostrado que la dieta cetogénica aumenta los niveles de GABA y disminuye los niveles de glutamato, lo que contribuye a reducir la probabilidad de crisis epilépticas. Además, la dieta cetogénica puede influir en la expresión de genes relacionados con la epilepsia y la plasticidad sináptica.
Nuestro Consultorio de Dieta Cetogénica: Un Enfoque Interdisciplinario
En nuestro hospital, entendemos que la implementación de la dieta cetogénica requiere un enfoque cuidadoso y personalizado. Por ello, hemos creado un consultorio interdisciplinario donde trabajan en estrecha colaboración médicas especialistas en Neurología y Nutrición Pediátricas, junto con una licenciada en Nutrición. Este equipo se dedica a evaluar a cada paciente de manera integral, considerando su tipo de epilepsia, edad, estado de salud general y preferencias alimentarias.
El proceso comienza con una evaluación exhaustiva por parte del neurólogo pediátrico, quien revisa el historial médico del paciente, realiza un examen neurológico y analiza los resultados de estudios complementarios, como electroencefalogramas (EEG) y resonancias magnéticas (RM). A continuación, la nutricionista pediátrica evalúa el estado nutricional del paciente, sus hábitos alimentarios y su capacidad para adherirse a la dieta cetogénica. Juntos, el equipo desarrolla un plan de dieta cetogénica individualizado, teniendo en cuenta las necesidades específicas del paciente y sus preferencias alimentarias. Se proporciona una guía detallada sobre los alimentos permitidos y prohibidos, así como recetas y consejos prácticos para facilitar la implementación de la dieta.
Beneficios Adicionales de la Dieta Cetogénica
Si bien el principal objetivo de la dieta cetogénica en la epilepsia es reducir la frecuencia e intensidad de las crisis, muchos pacientes experimentan beneficios adicionales. Uno de los más comunes es la mejora del sueño. La dieta cetogénica puede ayudar a regular los ciclos de sueño-vigilia, promoviendo un sueño más profundo y reparador. Esto se debe, en parte, a que los cuerpos cetónicos tienen un efecto calmante sobre el sistema nervioso.
Además, la dieta cetogénica puede mejorar la calidad de vida de los pacientes con epilepsia. Al reducir las crisis, la dieta puede disminuir la ansiedad, la depresión y el miedo asociados con la epilepsia. También puede mejorar la concentración, la memoria y el rendimiento académico en niños y adolescentes. Algunos pacientes también reportan una mejora en su estado de ánimo y niveles de energía. Es importante destacar que estos beneficios pueden variar de un paciente a otro, y dependen de factores como la adherencia a la dieta, el tipo de epilepsia y la presencia de otras condiciones de salud.
Consideraciones Importantes y Monitoreo
La dieta cetogénica es una intervención dietética restrictiva que requiere un seguimiento médico y nutricional cercano. Es fundamental que la dieta sea supervisada por un equipo de profesionales de la salud capacitados, como el nuestro, para garantizar la seguridad y eficacia del tratamiento. Antes de comenzar la dieta, se deben realizar análisis de sangre para evaluar la función hepática, renal y los niveles de electrolitos. Durante la dieta, se realizan análisis de sangre periódicos para monitorear los niveles de cuerpos cetónicos, electrolitos, vitaminas y minerales.
Es importante tener en cuenta que la dieta cetogénica puede tener efectos secundarios, como estreñimiento, náuseas, vómitos y fatiga. Estos efectos secundarios suelen ser temporales y se pueden controlar con ajustes en la dieta y suplementos nutricionales. En algunos casos, pueden ser necesarios medicamentos para controlar los efectos secundarios. La dieta cetogénica no es adecuada para todos los pacientes con epilepsia. Está contraindicada en pacientes con ciertas condiciones médicas, como trastornos metabólicos, enfermedades hepáticas o renales graves. Es fundamental que el equipo médico evalúe cuidadosamente a cada paciente para determinar si la dieta cetogénica es una opción segura y adecuada.
Adherencia a la Dieta y Apoyo al Paciente
La adherencia a la dieta cetogénica es crucial para lograr los resultados deseados. La dieta requiere un compromiso significativo por parte del paciente y su familia, ya que implica cambios importantes en los hábitos alimentarios. Es importante contar con el apoyo de familiares y amigos, así como con el equipo médico y nutricional. La nutricionista pediátrica proporciona educación y apoyo continuo al paciente y su familia, ayudándoles a comprender la dieta, planificar las comidas y superar los desafíos que puedan surgir.
Se ofrecen recursos educativos, como recetas, listas de compras y consejos prácticos para facilitar la implementación de la dieta. También se brinda apoyo emocional y motivación para ayudar al paciente a mantenerse comprometido con el tratamiento. Es importante recordar que la dieta cetogénica no es una solución rápida, sino un tratamiento a largo plazo que requiere paciencia, perseverancia y un enfoque colaborativo entre el paciente, su familia y el equipo médico.
Fuente: https://argentina.gob.ar/noticias/tratamiento-para-ninos-con-epilepsia-que-no-responden-farmacos-0
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