Estancia Río Bote: de la corrupción al renacimiento turístico
En el corazón de la Patagonia, donde los imponentes paisajes ocultan fragmentos del pasado, se alza la Estancia Río Bote, un lugar que fue testigo del auge y caída del imperio kirchnerista y que hoy renace gracias a la actividad turística.
El pasado de Río Bote: El legado de Báez
La Estancia Río Bote, situada a 40 km de El Calafate, fue adquirida por Lázaro Báez en 2006, marcando el inicio de su desenfrenada compra de tierras. Formaba parte del grupo de establecimientos a orillas del río Santa Cruz y, a pesar de que muchas quedaron a nombre de Báez y sus hijos, solo seis se registraron bajo la denominación Austral Construcciones.
El expediente muestra que Báez compró la estancia por U$S1,5 millones, en cuotas de U$S250.000. Sin embargo, cuando la empresa se declaró en quiebra en 2017, la sindicatura liquidadora encontró un campo en estado de abandono, con poco pastizal y atravesado por un río de deshielo.
"Era un campo apto para la invernada, pero estaba abandonado. El agua potable y su cercanía a El Calafate nos convencieron a dar el paso." - Julián Fores, director de Patagonia Profunda
Un nuevo capítulo: El resurgimiento turístico
Cuando Julián Fores, director de la empresa Patagonia Profunda, adquirió la Estancia Río Bote en 2022, vio una oportunidad para darle un nuevo rumbo. "Vimos que podríamos convertirla en el campo de invernada de la 25 de Mayo, nuestra estancia principal", explica Fores.
Pero, sobre todo, detectó el potencial para desarrollar una experiencia turística única. El río Santa Cruz, que bordea la propiedad, ofrece un recorrido en kayak de 15 kilómetros a través de un impresionante paisaje glaciar.
Sustentabilidad y conservación
Fores busca implementar un manejo sustentable en la Estancia Río Bote. Para mitigar la caza de pumas, que atacan a las ovejas, ha introducido un perro pastor de tatra, una raza entrenada desde cachorro para detectar y ahuyentar a los depredadores con sus ladridos.
"Estamos teniendo buenos resultados, no queremos matar pumas y creo que le estamos encontrando una vuelta sustentable a nuestra producción", sostiene Fores, destacando el compromiso de la estancia con la conservación del medio ambiente.
El cicloturismo como siguiente paso
Además del kayak, la Estancia Río Bote tiene previsto incorporar el cicloturismo como otra actividad recreativa. La propiedad cuenta con senderos para bicicletas que permiten a los visitantes recorrer el entorno natural y apreciar la belleza de la Patagonia.
"Queremos ofrecer una experiencia integral a nuestros huéspedes, que puedan disfrutar del paisaje, la naturaleza y la historia de este lugar", explica Fores, enfatizando el potencial turístico de la estancia.
El legado de Río Bote: Una historia de transformación
La Estancia Río Bote es un ejemplo de cómo las historias pueden terminar bien. Tras ser un símbolo del controvertido pasado de Báez, hoy se ha reinventado como un destino turístico sostenible y responsable.
La nueva gestión de la estancia busca honrar el legado de su abuelo pionero, Mario "Chichin" Aristizábal, y contribuir al desarrollo económico de la región sin comprometer el medio ambiente o el bienestar animal.
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