Estudiante de la UNAJ trasladado a Marcos Paz: crece la solidaridad y se pide su libertad

En el contexto actual, la criminalización de la protesta se ha convertido en un tema preocupante en Argentina. La reciente detención de un estudiante de la UNAJ durante las manifestaciones contra la Ley de Bases en el Senado ha puesto de relieve la urgente necesidad de solidaridad y apoyo para quienes se manifiestan pacíficamente. Este artículo analiza el caso específico del estudiante detenido y el movimiento de solidaridad que lo rodea.

Criminalización de la protesta: el caso del estudiante detenido

El estudiante detenido, Gabriel Horacio Famulari, fue arrestado el miércoles pasado durante la desconcentración de las protestas. Posteriormente, fue trasladado al penal de Marcos Paz, donde se encuentran recluidos genocidas condenados por crímenes de lesa humanidad. La jueza Servini de Cubría denegó su solicitud de excarcelación, lo que ha generado indignación y pedidos de liberación tanto de la comunidad universitaria como de organizaciones de derechos humanos.

Solidaridad y exigencia de liberación

La detención del estudiante ha suscitado una ola de solidaridad y llamados a su liberación. Colectivos estudiantiles, organizaciones sociales y personalidades políticas han expresado su apoyo al estudiante y han condenado la criminalización de la protesta. Para exigir su libertad, se ha convocado una marcha a Plaza de Mayo el día de mañana. Además, se han organizado vigilias y acciones de apoyo frente al penal de Marcos Paz.

El caso del estudiante detenido subraya la necesidad de proteger el derecho a la manifestación pacífica y condena la represión injustificada contra quienes ejercen este derecho fundamental. La solidaridad y el apoyo popular juegan un papel crucial para garantizar que las voces disidentes no sean silenciadas y que se respeten las libertades democráticas.

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