Feijóo revalida su liderazgo en el PP con un respaldo masivo en primarias.
El Partido Popular (PP) se encuentra inmerso en un proceso de ratificación de liderazgo que, aunque aparentemente concluyente tras la primera vuelta de las ‘primarias’, revela una compleja dinámica interna y una baja participación de su base militante. La abrumadora victoria de Alberto Núñez Feijóo, con un 99,72% de los votos favorables de los afiliados que ejercieron su derecho al voto, contrasta con la escasa representación de la militancia en el conjunto del censo. Este artículo analiza en profundidad los resultados de esta primera fase, el significado de la baja participación, el sistema de doble vuelta del PP, y la evolución de la afiliación en los últimos años, ofreciendo una radiografía del estado actual del partido conservador español.
- La Arrolladora Victoria de Feijóo en la Primera Vuelta: Un Consenso Aparente
- La Baja Participación: Un Reflejo de la Desconexión con la Base Militante
- El Sistema de Doble Vuelta: El Papel Decisivo de los Compromisarios
- Evolución de la Afiliación en el PP: Un Declive Silencioso
- Afiliados vs. Simpatizantes: La Definición Interna del PP
La Arrolladora Victoria de Feijóo en la Primera Vuelta: Un Consenso Aparente
El 99,72% de los votos a favor de Alberto Núñez Feijóo en la primera vuelta de las primarias del PP es un resultado que, a primera vista, sugiere un consenso absoluto en torno a su figura. De los 51.634 afiliados que participaron, prácticamente la totalidad expresó su apoyo al líder popular. Este porcentaje supera incluso el obtenido en el congreso extraordinario de 2022 en Sevilla, donde Feijóo logró un 99,63% de los votos tras la salida de Pablo Casado. Sin embargo, es crucial contextualizar este dato en relación con la participación total de la militancia. La alta aprobación, aunque significativa, se basa en una base electoral muy reducida dentro del conjunto de afiliados del partido.
La magnitud del apoyo a Feijóo puede interpretarse como una señal de estabilidad interna y una consolidación de su liderazgo tras un periodo de turbulencias. Su figura, percibida como moderada y capaz de conectar con un electorado más amplio, parece haber logrado el respaldo de las diferentes corrientes internas del PP. No obstante, la falta de una oposición real en este proceso también puede interpretarse como una falta de debate y renovación interna, lo que podría limitar la capacidad del partido para adaptarse a los nuevos desafíos políticos y sociales.
La Baja Participación: Un Reflejo de la Desconexión con la Base Militante
Uno de los aspectos más llamativos de esta primera vuelta de las primarias es la baja participación de los afiliados. Solo algo más del 6,4% del censo de más de 806.000 militantes se inscribió para votar. Esta cifra es significativamente inferior a la de otros procesos congresuales recientes, como el de 2018, donde Soraya Sáenz de Santamaría y Pablo Casado obtuvieron 21.513 y 19.967 votos respectivamente, o el de 2022, donde Feijóo recibió el apoyo de 41.681 afiliados. La diferencia es abismal, lo que plantea serias interrogantes sobre el grado de implicación de la militancia en la vida interna del partido.
Diversos factores pueden explicar esta baja participación. En primer lugar, la falta de una alternativa a Feijóo, al ser candidato único, puede haber desincentivado a muchos afiliados a ejercer su derecho al voto. En segundo lugar, la complejidad del proceso de inscripción y votación, que requiere la asistencia a asambleas en toda España, puede haber supuesto una barrera para algunos militantes. En tercer lugar, la percepción de que el resultado es predecible y que el voto de los afiliados tiene un peso limitado en la elección final del presidente del partido puede haber generado desinterés y apatía.
La baja participación también puede ser un síntoma de una desconexión más profunda entre la dirección del partido y su base militante. Muchos afiliados pueden sentirse poco representados por las decisiones de la cúpula del PP y carecer de un sentido de pertenencia real al partido. Esta situación podría debilitar la capacidad del PP para movilizar a sus militantes en campañas electorales y para construir una base social sólida y cohesionada.
El Sistema de Doble Vuelta: El Papel Decisivo de los Compromisarios
El sistema de doble vuelta establecido en los Estatutos del PP otorga un peso decisivo a los compromisarios en la elección del presidente del partido. Tras la votación de los afiliados, son los 3.200 compromisarios designados por la formación quienes ejercen su derecho a voto en el congreso extraordinario que se celebrará en julio. Este sistema, diseñado para garantizar la representación de las diferentes sensibilidades internas del partido, puede alterar significativamente el resultado final de las primarias.
Los compromisarios son elegidos por los afiliados en las urnas habilitadas en las sedes del PP, y su composición refleja la distribución de fuerzas entre las diferentes corrientes internas del partido. Aunque la primera vuelta de las primarias ha mostrado un claro apoyo a Feijóo entre los afiliados, la composición de los compromisarios podría ser diferente, lo que podría dar lugar a un resultado más ajustado en la segunda vuelta. La influencia de los compromisarios es especialmente relevante en aquellos territorios donde existen tensiones internas o donde la figura de Feijóo no goza del mismo respaldo que en otros lugares.
El sistema de doble vuelta también puede ser objeto de críticas por su falta de transparencia y por la posibilidad de que los compromisarios sean influenciados por la dirección del partido. Algunos sectores de la militancia podrían considerar que este sistema limita la capacidad de los afiliados para elegir libremente a su líder y que favorece la perpetuación de las élites internas del PP.
Evolución de la Afiliación en el PP: Un Declive Silencioso
La afiliación al Partido Popular ha experimentado un declive constante en los últimos años. Según datos de la formación, el PP cerró 2024 con unos 806.000 afiliados, una cifra inferior a los 869.535 afiliados que contaba en 2018, tras la moción de censura contra Mariano Rajoy. Sin embargo, la dirección del partido siempre se ha mostrado reacia a facilitar la cifra total de afiliados, presumiblemente porque la participación real en los procesos congresuales es mucho menor que el número de militantes inscritos.
El declive de la afiliación puede atribuirse a diversos factores. En primer lugar, la crisis de confianza en los partidos políticos en general, y en el PP en particular, tras los escándalos de corrupción y la gestión de la crisis económica, ha desincentivado a muchos ciudadanos a afiliarse a un partido. En segundo lugar, la pérdida de conexión entre la dirección del partido y su base militante, mencionada anteriormente, ha provocado que muchos afiliados se sientan desilusionados y abandonen la militancia. En tercer lugar, la falta de una oferta política atractiva para los jóvenes y para los sectores más desfavorecidos de la sociedad ha limitado la capacidad del PP para atraer nuevos afiliados.
La baja afiliación representa un desafío importante para el PP, ya que reduce su capacidad para movilizar a sus militantes en campañas electorales, para financiar sus actividades y para construir una base social sólida y cohesionada. Para revertir esta tendencia, el PP necesita renovar su imagen, recuperar la confianza de los ciudadanos y ofrecer una propuesta política atractiva para los diferentes sectores de la sociedad.
Afiliados vs. Simpatizantes: La Definición Interna del PP
Los Estatutos del PP establecen una distinción clara entre afiliados y simpatizantes. La condición de simpatizante se adquiere simplemente con el alta en el Censo Nacional del Partido, mientras que la condición de afiliado exige, además, el abono de la cuota. Esta diferencia implica que no todos los simpatizantes del PP son afiliados, pero todos los afiliados son simpatizantes. La dirección del partido suele destacar el número de simpatizantes para mostrar su arraigo en la sociedad, pero la afiliación es el indicador más relevante para medir el grado de implicación de la militancia en la vida interna del partido.
La distinción entre afiliados y simpatizantes también tiene implicaciones en cuanto a los derechos y obligaciones de cada grupo. Los afiliados tienen derecho a participar en los procesos de elección del presidente del partido, a elaborar y adoptar las resoluciones y programas del partido, y a elegir y ser elegido compromisario para asistir a los congresos del PP. Los simpatizantes, por su parte, no tienen estos derechos, pero pueden participar en actividades y eventos organizados por el partido.
La diferencia entre afiliados y simpatizantes refleja la estrategia del PP de mantener una base militante relativamente reducida pero comprometida, complementada por una red de simpatizantes que apoyan al partido desde fuera. Sin embargo, esta estrategia también puede generar críticas por su falta de transparencia y por la posibilidad de que los simpatizantes sean utilizados como una herramienta de movilización política sin tener voz ni voto en las decisiones del partido.
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