Feijóo y el PP: ¿Amenaza real para el feminismo y la igualdad en España?
El debate político contemporáneo en España, y particularmente en lo que respecta a los derechos de las mujeres, se encuentra marcado por una polarización creciente. La emergencia de nuevas dinámicas de poder, la reconfiguración de alianzas y la persistencia de ideologías arraigadas han convertido al Partido Popular (PP), bajo el liderazgo de Alberto Núñez Feijóo, en un punto focal de controversia. Este artículo analiza la postura del PP frente al feminismo, examinando sus acciones, declaraciones y alianzas estratégicas, con el objetivo de determinar si, efectivamente, representa un peligro para los avances logrados en materia de igualdad de género. La reciente aprobación de la Ley de Paridad, y la oposición mostrada por el PP y Vox, sirven como punto de partida para un análisis más profundo de las políticas y discursos que definen la posición del partido conservador en relación con los derechos de las mujeres.
- La Ley de Paridad: Un Conflicto Ideológico Central
- Pactos con Vox: El Desmantelamiento de Políticas de Igualdad
- Declaraciones Controversiales y la Minimización de la Violencia Machista
- La Instrumentalización del Voto Femenino y la Crítica a las "Agendas de División"
- Reducción de la Mujer a la Maternidad y la Defensa de la "Primacía del Hombre"
- El Debate en el Congreso y la Crítica Desesperada: Un Reflejo de la Masculinidad Tóxica
La Ley de Paridad: Un Conflicto Ideológico Central
La Ley de Paridad, aprobada por el Congreso con el apoyo del gobierno de coalición progresista, busca garantizar una representación equitativa de mujeres en los consejos de administración de grandes empresas y en puestos de responsabilidad en la administración pública. Esta legislación, considerada un hito en la lucha por la igualdad, ha sido objeto de una fuerte oposición por parte del PP y Vox, quienes argumentan que interfiere en la libre elección de los órganos de gobierno y que se basa en criterios discriminatorios. La negativa del PP a apoyar la ley no es un hecho aislado, sino que se inscribe en una larga trayectoria de rechazo a medidas que promueven la igualdad de género, desde la legalización del divorcio y el aborto hasta la aprobación del matrimonio igualitario. Esta postura refleja una visión conservadora de la sociedad que cuestiona los principios fundamentales del feminismo y que busca mantener las estructuras de poder tradicionales.
La justificación del PP para oponerse a la Ley de Paridad se centra en la idea de que la meritocracia debe ser el único criterio para la selección de los miembros de los consejos de administración y de los puestos de responsabilidad. Sin embargo, esta argumentación ignora la realidad de la discriminación sistémica que enfrentan las mujeres en el ámbito laboral y político, y que dificulta su acceso a estos puestos. La Ley de Paridad no busca imponer cuotas rígidas, sino establecer un marco que incentive la presencia de mujeres en los espacios de decisión, corrigiendo así las desigualdades existentes. La oposición del PP a esta ley, por lo tanto, no solo es un obstáculo para el avance de la igualdad de género, sino que también perpetúa un sistema que excluye a las mujeres de la participación plena en la vida pública.
Pactos con Vox: El Desmantelamiento de Políticas de Igualdad
Uno de los aspectos más preocupantes de la estrategia del PP ha sido su disposición a pactar con Vox, un partido de extrema derecha que abiertamente niega la violencia machista y que promueve una visión tradicional de la mujer. Estos pactos, alcanzados en varias autonomías y ayuntamientos, han tenido como consecuencia la reducción de las partidas presupuestarias destinadas a la lucha contra la violencia de género, la supresión de departamentos de Igualdad y la eliminación de programas de apoyo a las mujeres. La alianza entre el PP y Vox representa una amenaza directa para los avances logrados en materia de igualdad, y pone en riesgo la protección de los derechos de las mujeres. La normalización del discurso de Vox, que niega la existencia de la violencia machista y que responsabiliza a las víctimas de sus agresiones, es especialmente alarmante.
El caso de la Comunidad Valenciana, donde el PP gobierna en coalición con Vox, es particularmente ilustrativo. Tras llegar al poder, el gobierno autonómico eliminó la Conselleria de Igualdad y la sustituyó por una Dirección General adscrita a la Conselleria de Bienestar Social. Esta medida, que fue criticada por organizaciones feministas y por partidos de izquierda, supuso una reducción significativa de los recursos y de la capacidad de acción del gobierno autonómico en materia de igualdad. Además, el gobierno valenciano ha recortado las partidas presupuestarias destinadas a la lucha contra la violencia de género y ha eliminado programas de apoyo a las víctimas. Estos recortes y supresiones son una clara muestra del compromiso del PP con una agenda conservadora que prioriza la defensa de los valores tradicionales sobre la protección de los derechos de las mujeres.
Declaraciones Controversiales y la Minimización de la Violencia Machista
Las declaraciones públicas de Alberto Núñez Feijóo y de otros líderes del PP han generado una gran controversia en el ámbito feminista. En varias ocasiones, Feijóo ha minimizado la gravedad de la violencia machista, llegando a calificarla de “violencia intrafamiliar”. Esta afirmación, que ignora la naturaleza específica de la violencia de género y su origen en las relaciones de poder desiguales entre hombres y mujeres, ha sido ampliamente criticada por organizaciones feministas y por partidos de izquierda. Además, Feijóo ha defendido la figura del “divorcio duro” en casos de violencia machista, lo que implica negar la posibilidad de una conciliación entre las víctimas y sus agresores. Estas declaraciones reflejan una visión conservadora de la violencia de género que la considera un problema privado y que niega la responsabilidad de la sociedad en su prevención y erradicación.
La minimización de la violencia machista por parte del PP no es un hecho aislado, sino que se inscribe en una estrategia más amplia de deslegitimación del feminismo y de defensa de los valores tradicionales. Los líderes del PP han criticado en varias ocasiones las políticas de igualdad de género impulsadas por los gobiernos progresistas, acusándolas de ser “ideológicas” y de “dividir a la sociedad”. Además, han defendido la importancia de la familia tradicional y han cuestionado los derechos de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo. Esta postura refleja una visión conservadora de la sociedad que considera que el papel de la mujer debe limitarse al ámbito doméstico y que cuestiona su derecho a la autonomía y a la igualdad de oportunidades.
La Instrumentalización del Voto Femenino y la Crítica a las "Agendas de División"
En un intento por captar el voto femenino, el PP ha recurrido a estrategias que han sido calificadas de hipócritas y oportunistas. Tras los escándalos relacionados con los audios del exministro Ábalos, el PP ha lanzado una campaña para denunciar la prostitución y para presentarse como defensor de los derechos de las mujeres. Sin embargo, esta postura contrasta con su historial de oposición a medidas que promueven la igualdad de género y con su alianza con Vox, un partido que no se preocupa por la protección de los derechos de las mujeres. La instrumentalización del voto femenino por parte del PP es una muestra de su falta de compromiso real con la igualdad de género y de su disposición a utilizar cualquier estrategia para obtener réditos electorales.
Además, el PP ha criticado las “agendas de división” que, según sus líderes, promueven los partidos de izquierda. Esta crítica se refiere principalmente a las políticas de igualdad de género y a la defensa de los derechos de las minorías. Los líderes del PP argumentan que estas políticas generan tensiones y conflictos en la sociedad y que es necesario priorizar la unidad y la cohesión social. Sin embargo, esta argumentación ignora la realidad de las desigualdades existentes y la necesidad de promover políticas que garanticen la igualdad de oportunidades para todos los ciudadanos. La crítica a las “agendas de división” por parte del PP es una muestra de su visión conservadora de la sociedad que busca mantener las estructuras de poder tradicionales y que niega la necesidad de un cambio social.
Reducción de la Mujer a la Maternidad y la Defensa de la "Primacía del Hombre"
El discurso del PP en relación con la mujer a menudo se centra en su papel como madre, reduciendo su identidad y su valor a su capacidad reproductiva. Esta visión, que ignora la diversidad de experiencias y aspiraciones de las mujeres, perpetúa estereotipos de género y limita sus oportunidades de desarrollo personal y profesional. Los líderes del PP han defendido en varias ocasiones la importancia de la maternidad y han promovido políticas que favorecen a las familias tradicionales. Sin embargo, estas políticas a menudo excluyen a las mujeres que no desean tener hijos o que tienen otras opciones de vida.
Además, el PP ha defendido la idea de que no se trata de pasar de la “primacía del hombre” a la “primacía de la mujer”, sino de buscar un equilibrio entre ambos géneros. Esta afirmación, que ignora la historia de la opresión de las mujeres y la necesidad de corregir las desigualdades existentes, refleja una visión conservadora de la sociedad que considera que el hombre debe seguir siendo el referente y el líder. La defensa de la “primacía del hombre” por parte del PP es una muestra de su falta de compromiso con la igualdad de género y de su disposición a mantener las estructuras de poder tradicionales.
El Debate en el Congreso y la Crítica Desesperada: Un Reflejo de la Masculinidad Tóxica
El ataque de Feijóo contra el presidente Sánchez en el último debate en el Congreso, a cuenta de un suegro fallecido y un negocio que pretende vincular con la prostitución, ha sido ampliamente criticado por su carácter infame y homófobo. Este ataque, que busca desprestigiar al líder de la oposición utilizando argumentos falaces y descalificadores, es un reflejo de una masculinidad herida y tóxica que bebe de las fuentes de la agresividad y la intimidación. La crítica desesperada y desempolvada del PP es una muestra de su falta de argumentos sólidos y de su disposición a recurrir a cualquier estrategia para ganar la batalla política.
La utilización de la figura de la mujer como chivo expiatorio del resentimiento del líder de la oposición es una muestra de su falta de respeto hacia las mujeres y de su incapacidad para comprender sus necesidades y aspiraciones. Las mujeres no son un objeto de sublimación política, sino sujetos de empoderamiento y liberación que luchan por la conquista de nuevos espacios de autonomía. El PP, al negar la Ley de Paridad y al oponerse a tantas conquistas sociales, ha demostrado su falta de compromiso con la igualdad de género y su disposición a mantener las estructuras de poder tradicionales.
Fuente: https://www.huffingtonpost.es//opinion/el-pp-feijoo-mayor-peligro-feminismo.html
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