Fiebre Aftosa: Senasa Aprueba Cambios en Vacunación 2026 y Ahorro Millonario para Productores
La fiebre aftosa, una enfermedad viral altamente contagiosa que afecta al ganado, ha sido históricamente una preocupación central para la industria ganadera argentina. Durante décadas, el plan de vacunación contra esta enfermedad ha sido un pilar fundamental para proteger la salud animal, mantener el comercio internacional y asegurar la estabilidad económica del sector. Sin embargo, la evolución de la epidemiología de la enfermedad, los avances científicos y las experiencias de otros países han llevado a una reevaluación de las estrategias de vacunación. En este contexto, el Servicio Nacional de Sanidad Agraria y Calidad Alimentaria (Senasa) ha anunciado una modificación significativa en el plan de vacunación contra la fiebre aftosa, que entrará en vigor en 2026. Esta nueva resolución, la N° 711/2025, representa un cambio paradigmático en la forma en que se aborda la prevención de la fiebre aftosa en Argentina, con implicaciones importantes para productores, veterinarios y la industria en general. El presente artículo explorará en detalle los aspectos clave de esta modificación, analizando sus fundamentos, beneficios, desafíos y el impacto potencial en el futuro de la sanidad animal en el país.
- Modificación del Plan de Vacunación: Detalles de la Resolución 711/2025
- Impacto Económico: Ahorro de Dosis y Reducción de Costos
- Sanidad Animal y Comercio Internacional: Garantizando la Protección y el Acceso a Mercados
- Implementación y Digitalización: El Nuevo Modelo de Acta de Vacunación
- Beneficios Adicionales: Bienestar Animal y Reducción de Impacto Ambiental
Modificación del Plan de Vacunación: Detalles de la Resolución 711/2025
La Resolución N° 711/2025 introduce cambios sustanciales en el calendario y el alcance de la vacunación contra la fiebre aftosa. La modificación más notable radica en la eliminación de la vacunación de vaquillonas, novillos, novillitos y toritos en la segunda campaña de vacunación de 2026. Esta decisión se basa en estudios epidemiológicos que demuestran que estos animales, una vez alcanzada cierta edad y estado reproductivo, presentan un menor riesgo de contraer y propagar la enfermedad. Al focalizar la vacunación en los animales más susceptibles, se busca optimizar el uso de los recursos y reducir los costos sin comprometer la protección del rodeo. Además, la resolución establece que los establecimientos de engorde a corral quedarán exceptuados de la primera campaña de vacunación, debiendo vacunar únicamente en la segunda. Esta medida se justifica por el corto período de tiempo que los animales permanecen en los corrales, lo que disminuye la probabilidad de exposición a la enfermedad y la necesidad de una vacunación temprana.
El Senasa ha enfatizado que esta modificación no implica una relajación de las medidas de control sanitario. Por el contrario, se trata de una estrategia más eficiente y focalizada, basada en el análisis de riesgos y la evidencia científica. La vacunación seguirá siendo obligatoria para los animales más vulnerables, como las terneras y las vacas en edad reproductiva, y se mantendrán las medidas de vigilancia epidemiológica y control de movimientos de animales. La implementación de la nueva resolución se realizará de manera gradual y coordinada, con el objetivo de minimizar las interrupciones en el programa de vacunación y garantizar la continuidad de la protección sanitaria.
Impacto Económico: Ahorro de Dosis y Reducción de Costos
Uno de los beneficios más evidentes de la modificación del plan de vacunación es el ahorro económico que generará para el sector productivo. La eliminación de la vacunación de ciertos animales y la excepción de los establecimientos de engorde a corral permitirán una reducción significativa en el consumo de dosis de vacuna. Se estima que se ahorrarán cerca de 14 millones de dosis en la segunda campaña de vacunación de 2026, y casi 2 millones de dosis adicionales gracias a la excepción de los corrales de engorde. En términos monetarios, esto se traduce en un ahorro aproximado de 22 millones de dólares en la compra de vacunas y 3 millones de dólares adicionales, sumando un total de 25 millones de dólares. Este ahorro representa un alivio importante para los productores, especialmente en un contexto económico desafiante, y permitirá destinar recursos a otras áreas de la producción, como la mejora de la infraestructura, la adquisición de tecnología o la capacitación del personal.
Además del ahorro directo en la compra de vacunas, la modificación del plan de vacunación también generará otros beneficios económicos indirectos. La reducción del estrés en los animales, asociado a la vacunación, evitará disminuciones de peso, pérdidas reproductivas y otros problemas de salud que pueden afectar la productividad. Asimismo, se espera una reducción de las mermas en los frigoríficos, debido a una mejor calidad de la carne y una menor incidencia de enfermedades. Estos beneficios indirectos contribuirán a aumentar la rentabilidad de la producción y a mejorar la competitividad de la industria ganadera argentina.
Sanidad Animal y Comercio Internacional: Garantizando la Protección y el Acceso a Mercados
A pesar de la reducción en el número de dosis aplicadas, el Senasa ha garantizado que la modificación del plan de vacunación no comprometerá la sanidad animal ni el acceso a los mercados internacionales. La decisión de eliminar la vacunación de ciertos animales se basa en un análisis exhaustivo de los riesgos y en la evidencia científica que demuestra que la inmunidad adquirida a través de la vacunación de los animales más susceptibles es suficiente para proteger al rodeo en su conjunto. Además, se ha establecido que la inmunidad generada por la segunda vacuna antiaftosa garantiza la protección durante un período de un año, lo que permite mantener un alto nivel de seguridad sanitaria.
La modificación del plan de vacunación también está alineada con las estrategias adoptadas por otros países del Cono Sur, como Uruguay y Paraguay, que han reducido sus programas de vacunación contra la fiebre aftosa. Esta convergencia de políticas sanitarias facilita la coordinación regional y fortalece la capacidad de respuesta ante posibles brotes de la enfermedad. El Senasa ha reafirmado su compromiso de mantener los estándares sanitarios más altos y de cumplir con las exigencias de los mercados internacionales, con el objetivo de asegurar la continuidad de las exportaciones de carne y otros productos ganaderos.
Implementación y Digitalización: El Nuevo Modelo de Acta de Vacunación
Para facilitar la implementación de la nueva resolución y mejorar la eficiencia del sistema de control sanitario, el Senasa implementará un nuevo modelo de acta de vacunación integrado en el Sistema de Gestión Sanitaria (SIGSA). Este nuevo acta será digital y estará disponible a través de la aplicación SIGSA App, lo que permitirá un registro más ágil y transparente de las vacunaciones realizadas. La digitalización del acta de vacunación facilitará el seguimiento de los animales vacunados, la detección temprana de posibles brotes y la verificación del cumplimiento de las normas sanitarias. Además, permitirá a los productores acceder a su información de vacunación de manera rápida y sencilla, lo que facilitará la gestión de sus rodeos y el cumplimiento de los requisitos de los mercados internacionales.
El nuevo modelo de acta de vacunación también incluirá información adicional relevante, como la identificación del vacunador, el lote de la vacuna utilizada y la ubicación geográfica de la vacunación. Esta información permitirá mejorar la trazabilidad de las vacunas y garantizar la calidad del proceso de vacunación. El Senasa brindará capacitación y asistencia técnica a los productores y veterinarios para facilitar la adopción del nuevo sistema de acta de vacunación y asegurar su correcto funcionamiento.
Beneficios Adicionales: Bienestar Animal y Reducción de Impacto Ambiental
Más allá de los beneficios económicos y sanitarios, la modificación del plan de vacunación también generará beneficios adicionales en términos de bienestar animal y reducción del impacto ambiental. La vacunación, aunque necesaria, puede ser un procedimiento estresante para los animales, que puede provocar disminución de peso, pérdida reproductiva y otros problemas de salud. Al reducir el número de animales vacunados, se disminuirá el estrés general del rodeo y se mejorará su bienestar. Además, la reducción en el consumo de vacunas implicará una menor demanda de recursos naturales y una disminución de la generación de residuos, lo que contribuirá a reducir el impacto ambiental de la producción ganadera.
La adopción de prácticas más eficientes y sostenibles en la producción ganadera es fundamental para garantizar la viabilidad a largo plazo del sector y para responder a las crecientes demandas de los consumidores por productos de alta calidad y respetuosos con el medio ambiente. La modificación del plan de vacunación contra la fiebre aftosa representa un paso importante en esta dirección, demostrando el compromiso del Senasa y del sector productivo con la innovación, la sostenibilidad y el bienestar animal.
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