Financiación autonómica: el dilema entre pagar menos y cobrar más
El reparto de fondos de la financiación autonómica española plantea un complejo escenario en el que cada comunidad busca maximizar sus ingresos y minimizar sus aportaciones. El acuerdo entre el PSC y ERC, que contempla un concierto económico para Cataluña, ha puesto de relieve las disparidades en este sistema.
Financiación Autonómica: Una Cuestión de Equilibrio
En España, la financiación autonómica se divide en dos vías: foral (Navarra y País Vasco) y común. En la vía común, las comunidades se financian con impuestos compartidos, cedidos, propios y fondos. Los fondos son el quid de la cuestión, ya que sirven para compensar las diferencias de recaudación entre las comunidades y asegurar una igualdad de recursos públicos.
Actualmente, existen tres vías de financiación: el fondo de garantía (mismos recursos por habitante), el fondo de suficiencia global (necesidades globales de las comunidades) y el fondo de convergencia autonómica (convergencia entre comunidades).
Los Fondos de Compensación
El fondo de convergencia autonómica consta de dos subfondos: el de competitividad y el de cooperación o solidaridad. Este último, al que aportan todas las comunidades, favorece a aquellas con menor PIB per cápita, mayor dispersión de población o menor crecimiento de población.
Cataluña, que aporta el 25% de los fondos de solidaridad (6.300 millones), plantea ahora "limitar" su aportación mediante un principio de ordinalidad. Esto implica que recibiría más fondos de los que aporta, rompiendo el sistema actual de redistribución y poniendo en riesgo su viabilidad.
El sistema propuesto para Cataluña se asemeja al concierto económico del País Vasco y Navarra. Estas comunidades recaudan sus propios impuestos y aportan una cantidad fija al Estado, que se negocia anualmente. Sin embargo, a diferencia de Cataluña, no se aplica el principio de ordinalidad, y la aportación se determina en función de la renta y el peso económico de la región en el conjunto del Estado.
La negociación anual entre Cataluña y el Estado determinará la cantidad de su aportación solidaria, que se suma a los fondos comunes de las comunidades.
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