Francisco: Últimas horas de vida, serenidad y agradecimiento del Papa.
El mundo se ha despedido de una figura trascendental, el Papa Francisco, cuyo fallecimiento ha sumido al Vaticano y a millones de fieles en el luto. Más allá de la solemnidad de la pérdida, las últimas horas de su vida revelan un hombre sereno, agradecido y profundamente conectado con su fe y su pueblo. Este artículo explora los detalles de esos momentos finales, desde los primeros síntomas de malestar hasta sus últimas palabras, ofreciendo una visión íntima de cómo se despidió el Pontífice.
El Domingo de Resurrección y los Primeros Indicios
El domingo de Pascua, un día de celebración y esperanza, encontró al Papa Francisco en un estado aparentemente bueno. Tras su reciente alta hospitalaria tras 38 días de internación por problemas respiratorios, el Pontífice había regresado a la Casa Santa Marta, su residencia en el Vaticano. Según fuentes del Vaticano, descansó por la tarde y cenó sin inconvenientes, lo que alimentó la ilusión de una recuperación continua. Sin embargo, la tranquilidad sería efímera. A las 5:30 del lunes, los primeros síntomas de malestar comenzaron a manifestarse, marcando el inicio de un rápido declive.
La noticia del regreso del Papa a la Casa Santa Marta, después de su prolongada estancia en el Policlínico Gemelli, había sido recibida con alivio y optimismo. Los médicos habían advertido que el proceso de recuperación sería arduo y que su agenda requeriría una cuidadosa organización, pero la imagen de Francisco de vuelta en su hogar infundió esperanza. El hecho de que pudiera participar en las celebraciones de Pascua, aunque de manera limitada, fue interpretado como una señal positiva.
El Último Saludo y el Coma Inesperado
La rapidez con la que evolucionó el estado de salud del Papa Francisco tomó a todos por sorpresa. Una hora después de la aparición de los primeros síntomas, y tras un breve saludo a su enfermero, Massimiliano Strappetti, el Pontífice entró en coma mientras descansaba en su cama en la segunda planta de la Casa Santa Marta. Este giro inesperado marcó un punto de inflexión, sumiendo al equipo médico y a sus allegados en una profunda preocupación. La noticia se propagó rápidamente, generando una atmósfera de consternación y oración en todo el mundo.
El testimonio de aquellos que estuvieron a su lado durante esos momentos finales es unánime: el Papa no sufrió y todo sucedió con una velocidad sorprendente. Se describe su muerte como "discreta, casi repentina", sin largas esperas ni un clamor excesivo, acorde con la personalidad humilde y reservada del Pontífice, quien siempre mantuvo su salud en el más estricto secreto. Esta discreción, incluso en sus últimos momentos, refleja su estilo característico y su deseo de evitar la ostentación.
El Papamóvil y la Gratitud a Strappetti
A pesar de su delicado estado de salud, el Papa Francisco demostró un espíritu inquebrantable y un profundo deseo de estar cerca de su pueblo. El domingo, sorprendió a todos con la idea de visitar a los fieles congregados en la Plaza de San Pedro. Ante la multitud que superaba las treinta y cinco mil personas, y que se incrementó hasta alcanzar las cincuenta mil, el Pontífice quiso dar una última y significativa muestra de su afecto, realizando una vuelta en el papamóvil.
Antes de tomar esa decisión, el Papa expresó su incertidumbre a Massimiliano Strappetti: "¿Crees que podré hacerlo?". La respuesta tranquilizadora del enfermero le dio el impulso necesario para llevar a cabo su deseo. Tras el paseo en el papamóvil, visiblemente cansado pero feliz, el Papa agradeció a Strappetti: "Gracias por traerme de vuelta a la Plaza". Estas palabras, cargadas de emoción y gratitud, revelan la profunda conexión que existía entre el Pontífice y su equipo médico, especialmente con su enfermero.
El Derrame Cerebral y los Factores de Riesgo
La causa del fallecimiento del Papa Francisco fue un derrame cerebral, desencadenado por los diversos factores de riesgo que padecía. Aunque su reciente hospitalización se debió a problemas respiratorios, la combinación de estos factores preexistentes contribuyó al desenlace fatal. La noticia del derrame cerebral generó una profunda tristeza en la comunidad médica y entre sus seguidores, quienes lamentaron la pérdida de un líder espiritual que había inspirado a millones de personas en todo el mundo.
La información sobre los factores de riesgo que padecía el Papa se mantuvo en gran medida reservada durante su vida, respetando su deseo de mantener su salud en privado. Sin embargo, tras su fallecimiento, se reveló que sufría de diversas condiciones médicas que lo hacían vulnerable a un evento cerebrovascular. Esta revelación subraya la importancia de la prevención y el cuidado de la salud, incluso en aquellos que ocupan posiciones de liderazgo y responsabilidad.
El Legado de un Pontífice Cercano al Pueblo
La muerte del Papa Francisco se produjo al día siguiente de la Pascua, un día de resurrección y esperanza. Había bendecido a la ciudad y al mundo, y había abrazado de nuevo al pueblo, aquel al que, desde los primeros momentos de su elección el 13 de marzo de 2013, había prometido un camino juntos. Este compromiso con la cercanía al pueblo, la defensa de los más vulnerables y la promoción de la justicia social fueron los pilares de su pontificado.
Su elección como Papa marcó un punto de inflexión en la historia de la Iglesia Católica. Francisco, con su estilo humilde y su mensaje de esperanza, conectó con personas de todas las creencias y orígenes. Su defensa de los migrantes, los pobres y los marginados lo convirtió en un símbolo de compasión y solidaridad. Su legado perdurará en el tiempo, inspirando a futuras generaciones a construir un mundo más justo y equitativo.
El Papa Francisco fue un líder que supo romper con los moldes tradicionales y acercar la Iglesia Católica a la realidad del siglo XXI. Su mensaje de diálogo interreligioso, su preocupación por el medio ambiente y su llamado a la paz lo convirtieron en una figura respetada y admirada en todo el mundo. Su fallecimiento deja un vacío irreparable, pero su legado seguirá vivo en el corazón de millones de personas.
Artículos relacionados